«Ainhoa Elizasu fue la segunda víctima del basajaun, aunque entonces la prensa todavía no lo llamaba así. Fue un poco más tarde cuando trascendió que alrededor de los cadáveres aparecían pelos de animal, restos de piel y rastros dudosamente humanos, unidos a una especie de fúnebre ceremonia de purificación. Una fuerza maligna, telúrica y ancestral parecía haber marcado los cuerpos de aquellas casi niñas con la ropa rasgada, el vello púbico rasurado y las manos dispuestas en actitud virginal.»
En los márgenes del río Baztan, en el valle de Navarra, aparece el cuerpo desnudo de una adolescente en unas circunstancias que lo ponen en relación con un asesinato ocurrido en los alrededores un mes atrás.
La inspectora de la sección de homicidios de la Policía Foral, Amaia Salazar, será la encargada de dirigir una investigación que la llevará devuelta a Elizondo, una pequeña población de donde es originaria y de la que ha tratado de huir toda su vida. Enfrentada con las cada vez más complicadas derivaciones del caso y con sus propios fantasmas familiares, la investigación de Amaia es una carrera contrarreloj para dar con un asesino que puede mostrar el rostro más aterrador de una realidad brutal al tiempo que convocar a los seres más inquietantes de las leyendas del Norte.
Hacía bastante tiempo que tenía pendiente la trilogía del Baztán de Dolores Redondo y más teniéndola en la estantería al ser uno de los regalos de Reyes. Para ser sinceros, tenía las expectativas bastante altas tanto por las reseñas que había leído como por las recomendaciones de gente de mi entorno y debo decir, que no me ha defraudado. Aunque este sea la reseña del primer libro, toda la trilogía ha sido un in crescendo con cada novela hasta terminar el tercero que me ha parecido el mejor, pero centrémonos en el primero.
Una serie de terribles asesinatos está asolando el valle de Baztán en Navarra. Ante esta situación, la policía pone a cargo de la investigación a Amaia Salazar, natural de esa zona y que pondrá todo su empeño para atrapar al misterioso homicida en el que fuerzas mágicas de un pasado ancestral parece haber recobrado vida. No todo será fácil para la inspectora Salazar ya que tiene una lucha en su interior de sus demonios del pasado que la atormentan ya que los recuerdos familiares asolan su cabeza y se magnifican en el valle. Una madre con un trastorno mental que nunca la quiso y el recuerdo constante de ella hace que Amaia sienta rechazo hacia Elizondo y casi todo lo que rodea a esa zona.
Para que una buena historia de novela negra tenga que atraparme solo pido dos simples cosas: una trama con acción y unos buenos personajes que puedas empatizar con ellos, que te transmitan sus sentimientos o estados de ánimo. La primera la ha cumplido de primeras y la segunda en esta se ha quedado casi en la perfección pero no ha llegado a ello. Como ya he comentado antes, es una novela con mucha acción y bastante ágil, tiene cantidad de descripciones del valle del Baztán o pensamientos de Amaia y aunque a priori sea como un relantizador, en este caso creo que han sido muy oportunas y no quitan la sensación de movimiento constante de la trama. A medida que vas leyendo te quedas atrapado en sus páginas y el último cuarto de libro ha sido el más emocionante, el mítico de "solo un capítulo más y lo dejo" cosa que ha sido imposible.
En lo referente a los personajes tengo que decir que el personaje de Amaia ha sido de diez ya sea por su personalidad o por la lucha de los fantasmas del pasado que la atormentan en Elizondo, ha sido increíble como la autora ha sabido llevar todo el carácter de la protagonista. Sí, puede que sea el arquetípico personaje de novela negra y ese sería el pequeño punto negativo, pero la forma de afrontarse a los problemas o ese instinto de perseverancia de la inspectora creo que me han llegado a convencer. Otro con los que también he disfrutado u odiado, según se mire, ha sido Flora, la hermana de Amaia, personaje frío, calculador, que vive de echar todas las cosas en cara para quedar ella como un buen ejemplo. Sin duda, uno con el que más rabia he sentido cada vez que hacía acto de aparición en alguno de los capítulos porque si aparece Flora, ten por seguro que se montará un lío de mil demonios. Y ahora por contrapartida tengo que hablar de dos personajes que no me han gustado porque no me los he creído y porque tampoco me han llegado a convencer. Por un lado tenemos a James, el marido de la inspectora, que es un buenazo, tan buenazo que se le podría considerar tonto en todos los aspectos porque dudo que haya un hombre así en todo el mundo, lo dudo fijo y el segundo ha sido Ros, la otra hermana de Amaia, que me ha parecido anodina y no se ha desarrollado lo suficiente para darle ese "pequeño" protagonismo que necesitaba en esta entrega.
La voz narrativa que encontramos en toda la novela es en tercera persona omnisciente por lo que estamos en constante observación de lo que les ocurre a cada uno de los personajes en el que se desarrolla la acción y en especial en Amaia que nos muestra sus miedos, inseguridades, etc... posiblemente el narrador yo testigo nos acercaría mucho más a la protagonista pero dejaría de lado a los otros personajes de la novela.
Uno de los temas que ha causado discordancia entre los lectores ha sido el uso de esa mitología ancestral de la cultura vasca. A mucha gente no la ha convencido y realmente no llego a saber el por qué ya que a mí me ha gustado. Normalmente la gente que vivimos en el norte de España tenemos una cultura venida del pasado que está muy basado en las supersticiones y en entes o seres malignos o protectores. Toda esa mitología que cuenta Dolores Redondo también la tenemos en Galicia y es increíble ver esas correlaciones entre un lugar y otro, es un tema que siempre me ha apasionado y verlo en este tipo de novelas me ha gustado mucho.
En definitiva, El guardián invisible es un inicio de trilogía que me ha convencido, que tiene mucho más que dar y así ha quedado claro en las sucesivas entregas. Con una trama ágil y constante y un personaje protagonista con sus fortalezas y debilidades, queda claro que la autora ha sabido manejar la novela y llevarnos de paseo por toda la historia. Si a todo esto le sumamos esa magia que desprende la cultura vasca y que impregna la trama de la novela, estamos ante un libro que te enganchará desde el principio.
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¿Has leído la novela o la trilogía? ¿Qué es lo que más te ha gustado? ¿Y lo que menos? Espero tus comentarios abajo :)