Cuando comienzo con un libro cuya historia está basada en hechos reales, lo cojo con bastante respeto. Porque, te puede gustar o no, pero esta historia ha sido vivida -o más bien sufrida en este caso- por una persona que ha decidido poner a disposición de un escritor su historia. El protagonista de nuestra historia es Jordi Guardiola Dumé, que ha querido contar lo que vivió en el Asilo del Port, (en Barcelona), durante tres años cuando era tan solo un niño (con ocho años), poniéndolo a disposición de José Luis Romero.
Esta historia está situada en los años cincuenta.En Barcelona. En plena dictadura franquista. El Asilo del Port era un centro benéfico que se ocupaba de niños huérfanos, de niños que no tienen a nadie que se encargue de ellos y de niños cuyas familias son pobres y no pueden hacerse cargo. El cuidado de estos niños esta en manos de monjas. Yo creo que todos, más o menos, hemos escuchado algo sobre el comportamiento de las monjas en centros regentados por niños, sobre todo en esa época. Un comportamiento cruel y violento.
La historia comienza cuando Jorge se ve obligado a internar en este centro por la situación de pobreza que se da en su familia. A partir de esto, nuestro protagonista vivirá buenos y malos momentos. Nos encontramos con una historia dramática donde El Niño es el que sufre. Las principales culpables de esto son la monjas y la forma en la que se hacen las cosas en el Asilo.
Asistiremos a castigos desmesurados, hambre por parte de los niños residentes en este centro -que aunque comen, quizás no lo hacen en las cantidad que debieran ni la variación de comida que se tendría que dar-. A parte de las monjas, entre los propios niños se dan situaciones violentas, de abuso de los más grandes a los más pequeños. Pero entre todo los malos momentos también encontramos momentos divertidos, las aventuras de Jorge con los dos amigos que ha conocido en el Asilo. Eloy, un niño huérfano cuyo principal problema es una pierna atrofiada de nacimiento y Ricardo, apodado Animal, por lo violento y lo grande para su edad que es.
El libro está muy bien escrito para mi gusto, pero el problema comenzó a mitad del libro. Cuando me dio la sensación de que la historia se volvía algo monótona. Sin muchos sucesos -con excepciones claro-. Se me hizo algo cuesta arriba. A mi parecer, la novela podría haber sido algo más corta, hubiera sido mucho mejor porque hay algunos sucesos que me parecieron prescindibles.
A pesar de los puntos negativos que he mencionado, es una historia que merece ser leída y que me alegro de haber leído. No es una lectura ágil, para entretenerse. Es más bien dura, con situaciones bastante dramáticas.
El final no me lo esperaba -no diré más por no spoilear-, pero como es lo que pasó en la realidad, no puedo decir si me gustó o no. Simplemente fue una pena.
+infoAutor: José Luis RomeroEditorial: Ediciones B (ebook)Páginas: 288Sinopsis:Basada en una historia real. El Asilo del Port, ubicado entre el puerto y la falda de la montaña de Montjuich, era una institución que formaba parte de la red de Beneficencia Infantil de Barcelona, donde iban a parar los niños huérfanos o aquellos delicados de salud cuyas familias no podían procurarles las atenciones necesarias. El hijo del enterrador es una parte de la historia del Asilo contada a través de la mirada de Jorge, un niño de ocho años, enfermizo y débil, que traba una amistad fraternal con otros dos chicos del internado: Eloy y Ricardo. Eloy, de la misma edad que Jorge, vive torturado a causa de su maldita pierna atrofiada, a la que culpa de todos sus males y desgracias. Ricardo, por su parte, es solo algo mayor que sus amigos pero se ha desarrollado hasta alcanzar la corpulencia de un adulto, y aunque tiene buen corazón, es muy bruto. A causa de ello, todos le temen y lo llaman Animal.