RESEÑA: El Hobbit

Publicado el 02 junio 2016 por Jimenada
EL HOBBIT

Título: El Hobbit. 
Autor: J.R.R Tolkien (1892-1973), nacido en Sudáfrica, amigo íntimo del también escritor C. S. Lewis, participó en la I Guerra Mundial. Destacó como filólogo especialista en inglés medieval, así como en el campo de la enseñanza en la Universidad de Oxford entre 1925 y 1959 y en el institucional como vicepresidente de la Phisicological Society of Literature. No obstante, fue en el ámbito de la creación literaria donde su nombre acabó inscribiéndose en letras de oro, en él, demostró la sorprendente vigencia de la epopeya medieval como vehículo narrativo. Tarea de toda una vida, Tolkien es autor de El Silmarillon, El Hobbit y El Señor de los Anillos entre otros textos. En los cuales asentó una importante base literaria, creando sin quererlo escuela y sirviendo de inspiración a generaciones de escritores de novela fantástica.

Editorial: Minotauro.
Idioma: inglés.
Traductor: Manuel Figueroa.
Sinopsis: los hobbits son un pueblo pacífico. Aman, por encima de todo, la tranquilidad, los encantos de la naturaleza, la vida contemplativa, los placeres sencillos: comer bien, fumar en pipa, no dar golpe ni siquiera, por supuesto, en una pelea. Entre los hobbits, sin embargo, hay un garbanzo negro. No lo sabe ni siquiera él mismo, pero por sus venas circulan unas gotas de sangre aventurera y eso le va a convertir en un héroe...y en la vergüenza nacional del pueblo de los hobbits. El muchacho se llama Bilbo y, para él, todo empezó cuando el mago Gandalf lo eligió para que acompañase a los enanos y los capitaneara en la gran empresa de recuperar el tesoro que el dragón Snaug les había arrebatado, después de arrasar su ciudad y matar a casi todos sus habitantes. Bilbo no tiene más remedio que lanzarse a la arriesgada aventura, cruzar tierras solitarias, superar infinidad de pruebas, enfrentarse al temido Snaug, combatir con lobos y trasgos....
Su lectura me ha parecido: didáctica, recreadora, descriptiva, interesante, épica, poética, irónica, actual, sorprendentemente profunda...Queridos lectores y lectoras, hubo un tiempo, no muy lejano, en el que surgieron, como por arte de magia, nunca mejor dicho, y al mismo tiempo casi, dos fenómenos que impulsados por el cine, arrasaron absolutamente, creando ejércitos de fans en todo el mundo. Estos dos fenómenos tienen mucho que ver, por un lado por el universo de J.K. Rowling y el otro por el legado de J.R.R. Tolkien. La generación a la que me estoy refiriendo, a la cual pertenece una servidora, se vio inevitablemente envuelta por el aura de las dos corrientes, una más relacionada con los magos y la otra con un sello propio con influencias de la mitología y la literatura nórdica. Sin embargo, a fin de cuentas, ambos procedentes de lo que hoy llamamos fantasía o novela fantástica. En lo que respecta a mi experiencia, he de reconocer que me tiré por el fenómeno Harry Potter, sin embargo, y tras haberme adentrado en la lectura del libro que hoy tengo el honor de reseñar, me asalta la misma inquietud que cuando reseñé la primera entrega del niño mago, pues, alrededor suyo, del universo Tolkien, se ha creado un gran aparato de márketing impresionante. Es más, me atrevería a decir que la literatura de este autor, junto con las películas y demás productos, es una de las más admiradas por los que hoy por hoy denominamos "frikis" y que ahora están menos marginados que nunca, pues se ha convertido en moda. No obstante, desde la más absoluta sinceridad, pienso que al ser un libro más antiguo, con mucha más carga de profundidad y menos simple, ha merecido en parte la pena que se reivindique o se haya elevado la obra de Tolkien al podio de los grandes. En definitiva, sin quererlo, se ha contribuido a que un autor tan singular no caiga en el olvido, como si lo hicieron otros escritores de su generación. Si Tolkien levantase la cabeza, no sabemos que opinión tendría de todo eso, lo que si sabemos es que en un espacio de crítica y opinión no debía faltar una de sus obras clave, El Hobbit: una guía didáctica con contenido y belleza.

La historia de como El Hobbit acabó en la mesita de noche por unas cuantas semanas es bien interesante. La verdad, como ya he comentado en la introducción y más de una vez, no fui de las que se inclinó en aquellos momentos de euforia por la fantasía, por Tolkien, sino que me atrajo más Harry Potter, aunque he de confesar que los libros los leí posteriormente del visionado de las películas. Sin embargo, si recuerdo que en mi clase si que había, sobretodo chicos, a los que les gustaba todo lo que tuviese que ver con Tolkien. Aquella fue la época del reedescubrimiento de El Señor de los Anillos gracias a las ya clásicas películas de Peter Jackson, por lo que no era de extrañar que a lo largo de todo este tiempo haya conocido a amantes de dicha franquicia, incluyendo a mi pareja, al que le apasiona la literatura de Tolkien desde que era un niño. Fue con él con quién descubrí años más tarde El Hobbit a través de las tres entregas de la trilogía estrenadas no hace mucho tiempo en el cine, pero también, la peculiaridad de un autor al que por repulsa injustificada en un principio, pero sobretodo por pereza y miedo, no había logrado hacerme el animo con alguno de sus más afamados libros. También hay que añadir que una servidora no ha sido una asidua lectora de novela fantástica salvo honrosas excepciones, lo que resulto contraproducente a la hora de adentrarme en novelas del género. Sin embargo, y aunque no las tenía todas conmigo, accedí a leerme éste libro en concreto, El Hobbit, básicamente porque era el menos voluminoso y porque creía que sería la lectura con la que una completa ignorante en el tema podía iniciarse. El resultado: sorpresas, pero también la certeza de que acababa de leer al padre de miles de libros de literatura fantástica que posteriormente vendrían.

En lo que respecta a la crítica propiamente dicha, comenzaremos diciendo que El Hobbit es una lectura ágil, entretenida y fresca, lo cual no dejará nunca de sorprenderme, pues, ha pasado mucho tiempo desde su publicación y sin embargo, parece como si se hubiese escrito en la actualidad. Además de eso, hay que destacar dentro de este apartado que el libro sorprendende, y mucho, en el sentido de su profundidad literaria. Sinceramente y llevada por las inseguridades del principio, creía que iba a ser todo lo contrario, una lectura pesada y tediosa, algo que no sucedió y que sin duda, acabó quitándome de un golpe todos los prejuicios que en su día pude tener con esta lectura. Eso si, lo que es importante señalar es que El Hobbit es una lectura, aunque correcta en cuanto a ritmo narrativo, demasiado recreadora para mi gusto, sobretodo en lo que respecta a las descripciones de los paisajes y los accidentes naturales, es bonito, si, pero no deja de ser muy repetitivo en algunas ocasiones. De todas formas es mejor que el autor haya decidido extender su narración más de la cuenta en describir una cordillera que las batallas, las cuales, en las películas se hacían extremadamente interminables, tanto que podían llegar hasta ser tediosas. Por otro lado, cabe resaltar, y eso hay que hacerlo, la brillantez imaginación del autor, en serio, el mérito es enorme en todos los sentidos: la construcción de los personajes, los entornos, la lengua...Es un inabarcable universo proveniente de seguro de una mente muy inteligente e instruida. Relacionado con ello, es imprescindible destacar que lo que de seguro hace inmortal esta novela no sólo es su riqueza literaria, también el hecho de que en ella se visualicen a la perfección temas tan importantes de la historia de la literatura como el honor, el poder, la amistad, la avaricia o la lealtad. Temas repetidos a la saciedad, pero que en El Hobbit adquieren una dimensión interesante. Finalmente, observar que esta novela presenta un marcado carácter didáctico y cercano, durante su lectura tienes la sensación de que alguien te guía a través de la historia y que te va enseñando los valores antes nombrados de una forma cuasi instructiva. Por ello, una servidora piensa que El Hobbit podría usarse perfectamente como primera lectura adulta-juvenil para leer durante la adolescencia, es más, me atrevería a recomendarlo a todos aquellos que no sean muy asiduos a la lectura, de seguro que le cogen el gustillo gracias a esta novela.

Para dar por finalizada esta reseña, me gustaría como no, plantear la pertinente reflexión al respecto de la novela que hoy nos ocupa, la cual en esta ocasión, teniendo en cuenta que se trata de El Hobbit, puede ser muy extensa. Como ya os he mencionado varias veces, el libro presenta una extraordinaria profundidad abordando temas de gran calado universa, de los cuales, cada uno merecería una sola reflexión. Por ello, y por no hacerlo muy extenso, he decidido simplificar un poco este apartado centrándome en otra inquietud que suscitó en mi la lectura de esta novela. Al igual que comenté en otras reseñas, estamos acostumbrados a vivir en una sociedad dominada por el tiempo, las prisas, las obligaciones, pero sobretodo por una imperante visión realista. Es decir, demasiado simple, segura, que nos ata los pies a la tierra, sin posibilidad a penas de realizar algo fuera de lo común, de dejarnos llevar, en fin, de dejar volar nuestra imaginación. Vivimos en una sociedad que deshecha, y además para más desgracia, se burla de quienes poseen ese don para ver las cosas de otra manera, de esas personas inconformistas, de esas que mantienen en su seno una creatividad a veces sin límites. La imaginación, y todo lo que ella conlleva, no se ve con buenos ojos, incluso llega hasta el desprecio más absoluto afirmando que quiénes tienen el privilegio de poseerla están locos. Por todo ello, desde aquí, animo a todos aquellos que de imaginación poseáis, que no pongáis impedimento a su natural desarrollo, que dejéis que ésta se alce por encima de todos aquellos ignorantes cuadriculados, por encima de los convencionalismos sociales, por encima "del que dirán", por encima de una sociedad cada vez más falta de sensibilidad y conciencia del gran potencial que puede llegar a tener la imaginación. Si a Tolkien, desde bien pequeño, le hubiesen cortado las alas, probablemente nos habríamos perdido toda una cultura literaria, pero también a un grandísimo escritor. Tal vez, dentro de unos años nazca o aparezca otro futuro escritor o escritora que nos haga soñar con mundos inventados pero tan reales como la vida misma, y tal vez, sólo tal vez, logre convencer a los ignorantes de que la fantasía, también puede obrar grandes milagros literarios. El Hobbit: una historia de aventuras, compañerismo, amistad, viaje, intereses, codicia, belleza...El libro que, sin duda, ha cambiado mi forma de leer novela fantástica.
Frases o párrafos favoritos: 
"Ahora bien, parece extraño, pero las cosas que es bueno tener y los días se pasan de modo agradable se cuentan muy pronto, y no se les presta demasiada atención; en cambio, las cosas que son incómodas, estremecedoras, y aún horribles, pueden hacer un buen relato, y además lleva tiempo contarlas."
Película/Canción: en el año 1977 se estrenó en la cadena de televisión estadounidense de la NBC una versión fílmica de dibujos animados, sin embargo, el éxito vino cuando se estrenó la famosa trilogía protagonizada por Martin Freeman, Ian McKellen, Aidan Turner, Richard Armitage, Orlando Bloom, Cate Blanchett y Benedicht Cumberbatch entre otros. Como de seguro que muchos habréis visto las tres entregas, me he decantado por adjuntaros una de las piezas de la banda sonora, la cual, es muy inspiradora:

¡Un saludo y a seguir leyendo!