Reseña: El nombre propio de la felicidad - María Jeunet

Publicado el 25 junio 2016 por Adriana M. @92libros

Mientras Nico, antaño un joven escritor de éxito, trata de arreglar la vida de los que le rodean, la suya va cayendo en un pozo del que cada día le resulta más difícil salir: hace años que no escribe, acaba de mudarse a una polvorienta buhardilla parisina y para conseguir un dinero extra trabaja en el metro de París.

Sus inesperados nuevos amigos y el dibujo abandonado por una chica misteriosa en los túneles del metro serán los detonantes para que Nico decida, por fin, dejar de preocuparse por el bienestar de los demás y acometa la tarea de su vida: alcanzar su propia felicidad.

El nombre propio de la felicidad es un cuento de hadas contemporáneo con un protagonista honesto, inocente y optimista que adorarás desde la primera página.

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A Nico las cosas no le van muy bien. Hace años triunfó con la publicación de un libro infantil pero parece ser que la inspiración se ha esfumado, ya que desde entonces no ha vuelto a escribir nada más. Cuando la salud de su madre empeora, se ve obligado a ingresarla en una residencia de ancianos y a buscar un nuevo empleo para poder costear todos los gastos. Entrará a trabajar como vigilante en el metro de París y allí, por cosas del destino, encontrará a su nueva familia.

Un día, en una cámara, ve a una chica que capta su atención desde el primer momento, se la ve triste y va siempre cargada con un cuaderno de dibujos. Tirará uno a la basura y, ese pequeño detalle, aunque ella no lo sepa, cambiará la vida de Nico para siempre.

Este libro está contado en primera persona por Nico, un chico de treinta y poco años que disfruta haciendo favores a la gente solo para hacerles felices. Odia el sufrimiento ajeno, y con tanto volcarse en los demás, ha perdido la inspiración para escribir y se le ha olvidado a él ser feliz. Nico es un personaje entrañable que me ha gustado cómo está perfilado pero que a veces pecaba de ingenuo.

Los personajes secundarios son los amigos de Nico, un grupo de personas que se apoyan los unos en los otros y que forman una pequeña familia. Nico los nombra bastante, así que conoceremos varios detalles de su vida, y veo un punto a favor que la trama no se haya centrado solo en Nico y Judith, la chica misteriosa de la que prefiero no contaros nada para que así lo vayáis descubriendo mientras lo leéis.

La ambientación del libro me ha gustado mucho, parecía que éramos nosotros los que paseábamos por las calles de París. Se nota que la autora conoce muy bien esta ciudad y muchas escenas se desarrollan en lugares preciosos. Además de París, el otro escenario se desarrolla en Mont des Fleurs, un pueblecito lleno de magia cuya peculiaridad reside en que en cada casa, las puertas y ventanas están pintadas de un color diferente y adornadas con macetas cargadas de flores. Un pueblo lleno de color y único.

Si habéis leído Las hojas de Julia y La foto de Nora, reconoceréis pequeños guiños hacia sus otras novelas y, mira, es un detalle que me ha gustado.

Con El nombre propio de la felicidad, ya son tres los libros que he leído de esta autora, y tengo que reconocer que se ve una gran mejora en cuanto al estilo narrativo, aunque eso de que el personaje narre en pasado y que continuamente te cuente que va a pasar en el futuro, a mí no me gusta porque pierde un poco la magia. Cuando empieza un nuevo capítulo te va avanzando lo que va a ocurrir antes de que pase... decidme que no soy la única a la que le molesta esto:

"Recordaré toda mi vida ese primer día de julio. [...] Pero, amigos, dejadme que os lo cuente con detalle porque fue una locura de encuentro y, de hecho, estuvo a punto de salir estrepitosamente mal."

Si no hubiese estado narrado así, seguramente me hubiese gustado más. La trama va perdiendo fuelle según avanza la historia. Al final hay un pequeño "secreto" que se desvela en unas pocas páginas y del que esperaba algo más, no sé, me ha parecido muy simple la forma de resolverse.

En definitiva, es un libro al que le pongo ese "pero" que os he comentado antes, pero que a pesar de ello me ha gustado tanto la trama como los personajes que ha creado la autora. La trama es un poco simple y predecible sí, pero oye, es perfecto para leerlo ahora en verano.