Es la primera novela que leía de este autor patrio, y desconocía incluso de qué trataba, así que la pude comenzar sin tener una idea preconcebida.
Para mi gusto su desarrollo ha ido de menos a más. Me costó un poco centrarme de nuevo cuando comprendí que el protagonista tenía que salvar la vida al presidente de los Estados Unidos (otra vez lo mismo pensé, qué novedad…) culpa mía por no leer la sinopsis claro, pero una vez superado este subjetivo escollo la lectura me fue atrapando y me dejé llevar.
Una novela que entretiene y hace pasar unos buenos ratos, logra captar la atención del lector, fácil de leer.
La trama muy bien construida y documentada, mantiene la tensión que produce esa “cuenta atrás” en la que se ve sumergido el protagonista para salvar a su hija, de hecho creo que es el punto fuerte del libro, leer cómo Gómez-Jurado desarrolla, controla y nos proyecta los sentimientos del protagonista y la dualidad de elegir entre el deber y la familia, ese difuminado punto de inflexión que hay entre la moral y lo deshonesto.
El personaje de la policía federal es el que menos real me ha parecido, claro que necesitaba de alguien en quien apoyarse el protagonista, pero que justo sea la cuñada y el malo malísimo que tanto lo controlaba, no le diera mucha importancia al dato me chirría un poco. Tampoco me he creído la historia de amor imposible entre ellos. Metida un poco con calzador.
En cuanto al final correcto y mas o menos previsible, me ha gustado en general y lo recomendaría.
Un libro para divertirse, entretenido y que invita a seguir leyendo. Un superventas si el autor se llamara por ejemplo John Judge.