Jude tenía siete años cuando sus padres fueron asesinados y, junto con sus dos hermanas, fue trasladada a la traicionera Corte Suprema del Reino Feérico. Diez años más tarde, lo único que Jude desea, a pesar de ser una mera mortal, es sentir que pertenece a ese lugar. Pero muchos de los habitantes desprecian a los humanos. Especialmente el Príncipe Cardan, el hijo más joven y perverso del Alto Rey. Para hacerse un hueco en la Corte, Jude deberá enfrentarse a él. Y afrontar las consecuencias. Como resultado, se verá envuelta en las intrigas y engaños del palacio, además de descubrir su propia habilidad para el derramamiento de sangre. Al tiempo que la guerra civil amenaza con arrasar las Cortes Feéricas, Jude se verá obligada a poner en riesgo su propia vida con una peligrosa alianza.
No tenía planeado leer esta novela hasta dentro de unos meses porque aún tengo demasiados pendientes por leer y no entraba en mis planes empezar otra trilogía, pero Paula organizó una lectura conjunta a la que se unieron unas cuantas lectoras más y bueno... Aunque no me ha parecido tan extraordinariamente buena como muchos dicen, lo cierto es que ha terminado gustándome bastante, sobre todo la segunda mitad de la novela, así que imagino que tarde o temprano me animaré a leer «El rey malvado», su continuación 😇
Jude y Taryn (que, además, son gemelas) son humanas y mortales, al contrario que su hermana Vivi, que es mitad feérica y mitad humana, y el resto de los habitantes de Faerie, todos inmortales, por lo que el príncipe Cardan y su grupo de fieles seguidores les harán la vida imposible. Pero Jude no está dispuesta a dejarse ganar y no se lo pondrán nada fácil.
Los personajes secundarios son bastante numerosos y reconozco que al principio me agobié porque aparecen muchos nombres en un corto espacio de tiempo, pero poco a poco fui quedándome con los más relevantes, así que en todo caso destacaría a Dain, Balekin y Cardan (tres de los cinco príncipes), a Nicasia, Locke y Valerian(el séquito de Cardan), al propio Madoc, su esposa Oriana, y Cucaracha, Bomba y Fantasma (de ellos no voy a decir nada para no spoilear).
«Nuestras vidas son la única posesión auténtica que tenemos, son nuestra única moneda de cambio. Tenemos derecho a comprar lo que queramos con ellas».
Con respecto a los personajes en general, la verdad es que me costó bastante empatizar con ellos, sobre todo con Cardan, que no entendía por qué todos lo amaban cuando en realidad es bastante despreciable la mayor parte de la novela. Pero al final me acabó gustando, sí, ya en los últimos capítulos 😂 Con Jude tuve mis más y mis menos. A ratos me gustaba que fuese tan segura y decidida y a veces me parecía demasiado terca e inconsciente; es uno de esos personajes que no se para a medir las consecuencias de sus actos, pero aun así vi una clara evolución en ella, y eso me gustó. Y el resto de personajes me gustaron en mayor o menor medida. Tengo claro cuáles son mis favoritos y cuáles no y diría que, en general, todos están bien trabajados y perfilados.
La trama, por su parte, se me hizo muy parecida a la de otras novelas de fantasía que he leído, así que en ese aspecto no destaca por su originalidad e incluso me pareció bastante predecible excepto por un par de giros inesperados que me gustaron muchísimo e hicieron que quisiera seguir leyendo la novela. Porque hubo momentos, sobre todo en los primeros capítulos, en los que quise abandonar la lectura y empezar cualquier otra novela viendo que la trama no terminaba de despegar del todo, pero soy de las que piensa que una historia puede mejorar en cualquier momento y siempre decido dar segundas oportunidades. Por suerte, fue este el caso y no me arrepiento de haber seguido leyendo.
«Sea cual sea el resultado de un plan, debe conducir a la victoria».
Estamos ante una novela introductoria en su primera mitad e impredecible en la segunda, llegando a tener más acción, sorpresas y elementos que me gusta encontrar en este tipo de historias: traiciones, intriga, alianzas, secretos, romance... Porque sí, hay romance, pero diría que está en un discreto segundo plano y no llega a tener tanta relevancia como esperaba, lo cual me alegró bastante porque es algo que no suelo echar en falta en novelas que no sean estrictamente románticas.
La pluma de la autora me gustó, aunque tampoco me pareció demasiado destacable, es decir, tiene un estilo sencillo, cercano, juvenil y descriptivo, más o menos lo que esperaba. Hay un buen equilibrio entre narración y diálogo, y aunque algunos capítulos eran un poco extensos, lo cierto es que no se me hizo pesada ni aburrida de leer a excepción de los primeros capítulos, que antes comentaba que me parecieron introductorios y nada del otro mundo, pero llegado cierto capítulo revelador, la trama se vuelve mucho más interesante y el ritmo más ágil y adictivo, al menos en mi opinión.
Y ya, para terminar, comentar que el finalme gustó y lo disfruté mucho, al igual que los últimos capítulos, que ganaron en intensidad y ocurren y se descubren bastantes cosas 😊 Es un final abierto, como toda primera parte de trilogía, y en cierto modo me sorprendió y me pareció impredecible. Es algo así como un preparativo para lo que se avecina (y espero encontrar) en la segunda parte, que tarde o temprano terminaré leyendo 😋