Reseña: El quinto día

Publicado el 09 enero 2013 por Librohoy @Librohoy

Esta semana rescatamos desde el año de su publicación, el 2004, un libro que a nuestro parecer se ha convertido en una gran adquisición para el género de la ciencia ficción: “El quinto día”, del autor alemán Franck Schätzing, publicado por la editorial Planeta.

Frank Schatzing nació en Colonia, Alemania, el 28 de mayo de 1957. Estudió Comunicación en su ciudad de origen, donde formó su propia empresa, una agencia de publicidad llamada INTEVI, antes de comenzar a publicar novelas.

Su primera obra publicada fue “Tod und Teufel” (La muerte y el diablo, 1995), una novela histórica de género negro, pero su fama no le llegó hasta 1998 con la publicación de la obra de ciencia ficción “El quinto día”, novela que toma prestadas algunas ideas de la Teoría de Gaia, una hipótesis del químico James Lovelock que postula que la vida fomenta y mantiene unas condiciones adecuadas para sí misma, llegando a afectar al entorno.

Además de escritor es músico, productor musical y aficionado a la cocina y el buceo.

En un primer momento, el tamaño del libro puede llegar a asustar: 1024 pags. Ideal tanto para pasar un excelente rato con su lectura, como para hacer pesas. (He de confesar que yo no tuve problemas con eso; burro grande ande o no ande).

Como ya hemos dicho, “El quinto día” se enmarca dentro del género de la ciencia ficción, pero para ser un poco más específicos, podríamos definirlo como un ecothriller, en el que el autor presta especial atención a la divulgación científica. Ese es precisamente uno de los puntos fuertes del libro: se trata de una ciencia ficción muy solidamente establecida, que narra sucesos basados en evidencias científicas comprobables. Y cuando esas evidencias no existen (o deberíamos decir que aun no existen), porqué de lo contrario, no habría “-ficción“, el autor consigue que suenen absoluta (e inquietantemente) creíbles.

En habitual que, en una obra de tal extensión, haya momentos en los que resulte difícil mantener la atención del lector, pero sin duda “El quinto día” lo consigue, con un ritmo ágil y una prosa absorbente desde el minuto uno. Comienza con la desaparición de un solitario pescador en las costas de Perú, que se desvanece sin dejar rastro. A partir de ahí, se suceden una serie de acontecimientos por toda la geografía mundial, todos ellos relacionados con los océanos, el eje central en torno al cual gira esta historia: una invasión de extraños organismos en el fondo del mar Báltico, cambios radicales en el comportamiento de las ballenas, plagas de medusas (y de especies más insospechadas, como los mejillones), y el impagable momento de la langosta-terrorista (no diré más).

Pronto se hace evidente que algo ha hecho que las criaturas marinas aúnen sus esfuerzos para acabar con la raza humana. Varios investigadores, cuyas historias paralelas se irán entrelazando hasta formar un solo hilo conductor. De entre ellos, destacamos al biólogo Sigur Johanson, el investigador de ballenas León Anawak, descendiente de una tribu nativa canadiense, o la periodista científica Karen Weaver. Algunos de los personajes del libro son investigadores reales, incluidos por el autor en agradecimiento por su asesoramiento durante el desarrollo de la obra.

No podía faltar la omnipresente jerarquía militar estadounidense, personalizada en la teniente general Judith Li, dirigiendo el cotarro, pero oiga, toda obra literaria tiene sus pequeños defectos.

La verdadera fuerza de “El quinto día” reside en la capacidad de hacer reflexionar al lector sobre el papel de ser humano sobre el planeta y la perniciosa influencia que ejerce su actividad sobre el ecosistema marino. El autor reabre intrigantes cuestiones, ya tratadas previamente en otras obras, como la película “Abyss” de 1989: ¿cuánto sabemos realmente de las profundidades de nuestro mundo? ¿Buscamos otras formas de vida en el espacio exterior cuando deberíamos hacerlo aquí? ¿Es posible qué no seamos la única especie inteligente del planeta?


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