Seguido a la distribución de muñecas en la feria de Picha, revelaciones se portan a la luz del día. Las protecciones se diseminan en los Andes provocando vibraciones de paz y amor. Joaquín Salgado, joven hacendado valiente y emprendedor, es el elegido.
Murmullos, susurros lo asedian, impulsándolo a abandonar su vida presente y establecerse en Cuchimilcos, pueblo olvidado de los Andes. En Cuchimilcos, Joaquín ha cometido una falta; para probar la sinceridad de sus actos, acepta el desafío impuesto por los habitantes: profanar el mundo de las tinieblas y traer de vuelta un objeto como prueba de su paso. Maltrecho, malherido, Joaquín sale con vida.
De regreso, Cuchimilcos librará su primera batalla con las fuerzas del mal, mientras que Silvestre, el capataz de Joaquín, organiza el primer movimiento en aras de asentar el bien en los Andes. ¿Vencerán a las huestes de la fuerza del mal?
¡Volvemos a los Andes de mano de Pilarica! Y es que las aventuras en estas frías e inhóspitas tierras siguen, pues el mal todavía no está erradicado por completo...
El año pasado os traje la reseña del primer libro La aparición y además la entrevista a la autora. Si leísteis mi opinión, sabréis que me gustó muchísimo la historia, pero sobre todo el poder saber más de las leyendas y seres mitológicos de los incas y del Perú. Y es que lo bonito de esta saga, es poder conocer más de este país y empaparnos de su cultura.
Este segundo libro, es totalmente diferente al primero y que incluso el tono de la narración - que sigue siendo como la de un cuento - es un poco más adulta. Hélebora ya no es la protagonista y, además, se ha hecho mayor, por lo que el tono infantil desaparece y todo lo que va sucediendo durante la trama toma un aire más serio.
La prueba de fuego comienza cuando Joaquín, un hacendado de los Andes, llega a la feria de Picha, donde se encontrará con Hélabora y conocerá el poder de las muñecas. Al escuchar como la muchacha narra los cuentos, el hombre se quedará fascinado y acabará comprándole todas las muñecas y se las llevará a su hacienda. Incluso se enamora de la jovencita que ha hecho las extrañas protecciones. A raíz de llevarse todas las muñecas, toda su vida cambia por completo y se obsesiona con Cuchilimicos y con Hélabora, pues sabe que ella también siente los susurros de los del más allá, que también siente fuerzas extrañas a su alrededor.
Y así, Joaquín acaba viajando al poblado maldito, con ganas de aprender más sobre las muñecas y acabar sabiendo más sobre su poder y Hélabora. Lo que no sabe es que los espíritus, al igual que con la muchacha, están tejiendo sus hilos alrededor para que acabe llevando el antiguo resplandor a Cuchilimicos.
A mí personalmente me ha parecido más lenta esta segunda parte y mucho más pesada, pues se centra más en la transición de Joaquín y en su misión de reconstruir Cuchilimicos. Además, pierde esa inocencia al ser los personajes más mayores. Pero, también me ha parecido una buena continuación de la trama y poder ir desmarañando poco a poco todos los secretos que esconde El Secreto de los Andes. Y es que Pilarica lo hace sin que nos demos cuenta el ir dándonos datos sobre la trama principal, la que hace que el Mal despierte y que Hélabora empiece a crear sus muñecas; la profecía de Pacha Rurac. Y todo eso mientras nos cuenta leyendas, nos explica las historias de cada personaje y va hilando todo poco a poco.
Los personajes que siguen gustándome más son los fantasiosos, me parecen los que tienen más potencial y cuando salen la trama es cuando se pone más interesante. La anaconda es sin duda mi favorita, me hace mucha gracia. En cambio los humanos, al menos Joaquín y Silvestre, se me han hecho más pesados aunque al final les he cogido cariño por como luchan por conseguir sus objetivos a pesar de que todo.
La prueba de fuego sigue con la misma línea narrativa que La aparición, enamorándonos de los Andes, los incas y todas las leyendas escondidas de este Perú que no solemos conocer. Aventuras, misterio, un poco de romance... El secreto oculto de los Andes II todavía tiene que revelarnos muchas cosas.