Nicholas Sparks es uno de mis autores favoritos de romántica, por eso no dudo en leer algo de él cada vez que veo un título nuevo que todavía no conocía, me encanta su forma de narrar historias y siempre hace que sienta algo al terminar sus libros, acaben bien o acaben mal.
La forma de narrarlo es bastante curiosa porque el autor lo hace a través de la persona que atropelló a la mujer de Miles, así hasta casi el final no sabemos quién es el que cuenta lo que ha ocurrido. A pesar de que es contado por esa persona, la relación entre Miles y Sarah la describe muy bien, de modo que vamos conociendo a ambos y vemos cómo va creciendo su relación.
El estilo es muy sencillo, enamora a través de sus palabras, cuida mucho el lenguaje, da la intensidad justa a las escenas para que transmitan lo que él quiere. Me ha sorprendido que introduzca una trama policiaca, y tengo que decir que no esperaba la persona que sale al final, el autor, reflexionando después, da muy pocos detalles para que sea de las personas que luego creamos que no pueden ser.
El final de los libros de Sparks es algo que temo bastante porque es muy dado a los finales agridulces, este me ha gustado y me ha parecido la mejor forma de acabar el libro.