Cinco años tras la muerte de su esposa bajo una ola gigante en la cosa de Baja California y tras el inexplicable suceso que dejo varadas a miles de ballenas en las playas del mundo, Oless Svalbard, un teleoperador sueco al cual le gusta el buceo, vuelve a sumergirse en las aguas del Pacíficodonde su mujer pereció. Para su sorpresa en esta inmersión que dura más de lo debido, se produce el encuentro con una sirena. Esto le obligara a retrasar su vuelta a casa, ya que Oless buscará al autor de un vídeo que podría confirmar la existencia de la mítica criatura, embarcándose en un viaje lleno de personajes enloquecidos y fantasmas de su propio pasado en donde nada es lo que parece.
El debut de Beatriz García Guirado, autora que tendremos presente en el Celsius 232 de este año, no podría ser más arriesgado y ambicioso. Dividida en tres tiempos (Bathos, Ábyssos y Hades) la novela narra a través de una primera persona no fiable numerosas voces que se entremezclan y confunden al lector, pero que luego se hacen indispensables para poder unir todas las piezas que conforman su puzzle caleidoscopio. Además, la autora imprime un ritmo adecuado y que nunca decae, con un estilo cuidado y poético. Sin duda este juego de espejos que escapa de una narración lineal y donde el narrador muta constantemente es lo que hace que este relato de fuerte componente onírico me haya fascinado por momentos. Un pequeño pero viene a nivel argumental, donde la trama pierde fuerza a medida que avanza y donde es complicado mantener plenamente la atención en algún momento puntual, dado que el narrador en ocasiones divaga demasiado para mi gusto.
Una historia hecha trozos que debemos unir a través de continuos déjà vu y personajes de un solo rostro condensando multitud de tramas en muy pocas páginas. A través del relato viviremos como Oless debe enfrentarse al silencio de su mujer fallecida que sigue persiguiéndole; en una historia sobre sirenas y puertas a otros mundos, sobre carreteras sub-acuáticas y aventuras de infantes marineros capitaneados por un peculiar científico invisible. Y lo mejor es que la autora logra que con este desorden, con tanta información, con tantas personalidades reconstruya tan bienel naufragio de la vida de Oless, evocando una atmósfera cargada de inquietud y misterio. Puede que el final a muchos nos les haya gustado por dar esa bofetada de realidad, pero a mí me parece necesario por si se te ha escapado algo y para terminar de atar todos los cabos sueltos. Personajes, situaciones y lugares parecen repetirse en un círculo atemporal eternoen el que descubrimos que la muerte y la pérdida de un ser querido puede ser horrible para cualquier persona.
Un relato breve y rápido de leer, delirante y con un gran componente onírico, lleno de el suspense y misterio suficiente para no dejarte arrancar de sus páginas hasta que llegues al punto y final. Las referencias culturales, los mapas mentales que tenemos que organizar durante su lectura y su carga dramática y real dentro de su fantasía hacen de esta lectura una historia diferente no para todo tipo de públicos pero que se hace muy interesante para el lector que busca de de resolver acertijos imposibles, de permitir realidades paralelas, de unir lo onírico con lo real y de buscar algo más que el puro entretenimiento.