Taylor Edwards siempre ha sido una chica del montón, excepto por su excepcional habilidad para huir cuando las cosas se complican.
Pero cuando su padre recibe una noticia devastadora y la familia decide pasar el verano en la casa del lago a la que solían ir, se da cuenta de que hay cosas de las que no se puede huir.
Taylor no ha estado allí desde que tenía doce años y, desde luego, no tenía planes de volver. En el lago se enfrenta a personas que creyó haber dejado atrás, como su ex mejor amiga Lucy, y Henry Crosby, su primer amor, que ha crecido... mucho. Taylor se encuentra entonces rodeada de recuerdos que preferiría dejar en el pasado.
A medida que los días de playa se convierten en noches estrelladas, Taylor se da cuenta de que tiene delante segundas oportunidades... con amigos, con la familia, tal vez incluso con el amor.
OPINIÓN
Esta novela llegó a mis manos por azar, o bueno... llegó gracias a lo simpática que fue conmigo la chica que lleva la sección de prensa de La Galera, que me envió esta novela como compensación y a mí se me iluminó la cara en cuantome la ofreció. Y es que todos conoceréis a Morgan Matson por novelas como «Amy&Roger»o «Desde que te fuiste», pero yo no había leído nada de ella aún y vi la oportunidad perfecta con «El verano de las segundas oportunidades», así que no quise esperar más y empecé a leerla en cuanto encontré hueco. Y no sabía qué me iba a encontrar en esta novela, pero la sensación que me ha dejado al terminar de leerla ha sido indescriptible :')
La novela se nos presenta narrada en primera persona desde el punto de vista de Taylor, nuestra protagonista. Taylor es una adolescente normal y corriente de diecisiete años que vive con sus padres, su hermana Gelsey (de doce años) y su hermano Warren (de diecinueve años).
Entre los personajes secundarios, además de los ya mencionados, destacaría a Lucy (la ex mejor amiga de Taylor), Henry Crosby (su primera pareja) y Elliot (compañero de trabajo de Taylor). Sí, intervienen más personajes en la historia, pero estos son los más relevantes y a los que más se llega a conocer, así que prefiero dejarlo así :')
Y el primer aspecto positivo que destacaría de esta novela son los propios personajes. Estamos ante unos personajes muy bien perfilados y trabajados y es que me han parecido tal reales, cercanos y humanos que bien podrían verse reflejados en cualquiera de nuestros amigos o familiares.
Además, me ha sido muy fácil empatizar con todos desde un principio y aunque es cierto que con unos he empatizado más que con otros, en general todos me han dejado con muy buenas sensaciones.
Con Taylor, la protagonista, he podido sentirme identificada en innumerables ocasiones, sobre todo en situaciones en las que yo misma actuaría tal y como actúa ella. Es imposible no sentir apego hacia ella si tenemos en cuenta la situación en la que se encuentra y es que muchas veces no es fácil tomar decisiones. También he empatizado desde el principio con Robin, su padre, quien ha despertado en mí muchísima ternura y a quien me hubiese encantado abrazar en más de una ocasión si hubiese podido entrar en la novela =/
"Era la misma situación que había notado al volver a la casa, la idea de que solo porque hayas dejado algo atrás no significa que se haya ido a ninguna parte. Y mientras caminaba, descubrí para mi sorpresa que lo había echado de menos".
Así que bueno... todos los personajes me han parecido geniales, de verdad. Con algunos me he reído y con otros he llorado y, al fin y al cabo, todos sufren una más que notable evolución durante esos meses de verano que transcurren en la casa del lago :')
La trama la he disfrutado mucho, aunque también me ha hecho sufrir en más de una ocasión. Como decía al principio de la reseña, no sabía qué me iba a encontrar en esta novela porque no había leído ninguna reseña, pero ahora que la he terminado puedo decir que esta es una de esas novelas perfectas para leer durante el verano (nunca mejor dicho xD) o antes, pues ayuda a desconectar y pasar un buen rato.
En lo que a romance se refiere... he quedado bastante satisfecha, sí. Este llega a su debido tiempo y sin prisas y se cuece a fuego lento, tal y como a mí me gusta. Para mí, un buen romance no se traduce a que todo sea de color rosa y en este caso no todo es de color rosa, pues seremos testigos de los tira y afloja entre las partes implicadas y, por consiguiente, estaremos ante una coctelera de sentimientos que al menos a mí me han hecho ver este romance como uno real y creíble.
En general, estamos ante una novela que nos habla del amor, de la amistad, de la familia, del tiempo... Esta es una novela que a mí me ha hecho reflexionar bastante y disfrutar de ella mismo tiempo,aunque no se caracteriza precisamente por tener grandes dosis de acción o grandes giros argumentales.
Aun así, la novela se lee bastante rápido y los capítulos no son demasiado largos, así que por mi parte no dudaré en seguir leyendo a la autora :')
El final simplemente me encantó. Vale... es cierto que se ve venir de lejos y que es agridulce, pero a mí me dejó con una muy buena sensación (aunque nadie me vaya a devolver esas lágrimas que se escaparon con los últimos capítulos ;_;), así que venga, va... si os llama la atención esta novela y estáis dispuestos a sufrir un poquito, estáis tardando en leerla porque os aseguro que merece mucho la pena y no defrauda en absoluto *-*
PUNTUACIÓN