Sinopsis:
Pero, además, Taylor descubre que personas que creía haber dejado atrás, siguen ahí. Su antigua mejor amiga está allí, así como su primer novio... y es mucho más guapo ahora que tiene diecisiete que cuando tenía doce.
A medida que pasa el verano y Taylor se da cuenta de que su rival es el tiempo y que, a pesar que su especialidad es huir de las cosas, está es una batalla que no podrá eludir. Pero, sin embargo, a veces, hay tiempo suficiente para las segundas oportunidades... tanto con la familia, los amigos y con el amor.
Editorial: La GaleraLibro autoconclusivoNº de páginas: 450
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Opinión personal:
Cinco años después de su última visita a Lago Fénix, la familia Edwards decide volver a pasar el verano en su casa de las Poconos. Podría ser un verano más sino fuese por la devastadora noticia que acaban de recibir: Rob, el padre, está gravemente enfermo... así que intentarán sobrellevar el verano como puedan.Para Taylor es el peor destino posible para pasar sus vacaciones. Allí, además de recuerdos, dejó a unas personas a las que creía que no volvería a ver y con las que se portó muy mal. Tendrá que hacer frente a todas estas cosas y vivir un verano que estará lleno de segundas oportunidades.
Narrado en primera persona por Taylor, nos trasladaremos de su mano a la casita del lago que tantos recuerdos tiene para ella. Hace cinco años, Taylor se fue sin dar ninguna explicación ni a su novio, Henry, ni a su mejor amiga, Lucy; así que la bienvenida al pueblo no será muy acogedora. Si por ella fuera, se quedaría todo el verano dentro de casa y pasando tiempo con su padre, pero él no quiere que su hijos pierdan el tiempo revoloteando a su alrededor.
El personaje del padre me ha gustado muchísimo, está muy bien perfilado y no pierde su esencia en ningún momento, a pesar de su enfermedad, lo que consigue que la historia sea lo más realista posible y que no se pierda en pequeños detalles. Taylor tiene dos hermanos: Warren, que es el mayor, y Gelsey, que es la pequeña. Aunque tienen un papel significativamente menor, podremos conocerles bastante bien y lo que me ha faltado ha sido conocer mejor a la madre, Katie, que ha tenido un papel muy secundario y aparece en contadas ocasiones.
Sin duda, la historia gira en torno a Taylor y su padre, pero también hay un espacio para la amistad y el amor. El papel de Lucy evoluciona mucho desde su primera aparición, y Henry es un personaje que me ha gustado, lucha por lo que quiere y tiene más paciencia que un santo. Pero Taylor tendrá que luchar por conseguir una segunda oportunidad con ellos y tendrá que aprender a pedir perdón y no desaparecer cuando las cosas se compliquen.
Me ha parecido un libro bonito, pero a la vez triste. En él se trata un tema muy difícil, pero la autora ha conseguido llevarlo muy bien hasta el final y conseguir que los personajes estén muy bien perfilados y en sintonía con la historia.
Hacía tiempo que no me emocionaba tanto con un libro y he de reconocer que con este hasta he llorado. Trata un tema difícil pero a pesar de ello la autora ha sabido llevarlo muy bien y no convertir la historia en un drama sin sentido.
Al principio me ha parecido una historia bastante predecible y muy lineal, pero mejora página a página hasta que consigue mantenerte pegado a sus hojas. Aunque también, aviso, puede pecar de ser un poco juvenil y las acciones de la protagonista a veces son cobardes e infantiles, pero dadle una oportunidad, entre sus páginas se esconde una trama tierna y muy realista. Además se lee muy rápido y es perfecta para estos días de calor, porque es una lectura muy veraniega.
Una lectura veraniega muy bonita y amena, pero también triste, que te hará disfrutar y emocionarte a partes iguales.
*Muchas gracias a la editorial por el ejemplar*