Título: Emily la de Luna NuevaAutora: Lucy Maud MontgomeryEditorial: ToromíticoAño: 2014
Personajes: Emily, Ilse, Jimmy, Teddy, Perry, tia Elizabeth, tia LauraTemática: realista, novela juvenilLocalización espacio-temporal: Isla de Eduardo, Canadá, 1915
Resumen:
La temperamental y muy imaginativa Emily no sabía lo que era estar sola hasta que su padre murió. Ahora, unos parientes de su madre la llevarán a vivir con ellos a la granja Luna Nueva. Emily está segura de que no será feliz allí. Habrá de hacer frente a la rígida y severa Tía Elizabeth así como a sus pícaros compañeros de clase manteniendo la cabeza alta y haciendo gala de su aguzado y rápido ingenio. Las cosas comienzan a cambiar cuando hace amigos como Teddy, autor de maravillosos dibujos, o Perry, que ha navegado por todo el mundo con su padre pero jamás ha ido a la escuela; y, sobre todo, Ilse, una chica no muy femenina con un temperamento ardiente. Para su sorpresa, Emily descubrirá que Luna Nueva es un lugar hermoso y fascinante. Su espíritu ferozmente libre tiene mucho que enseñar a cualquiera -niño o adulto- con el suficiente sentido común (e imaginación) para escuchar.
Mi opinión:
¿Quién no se va a sentir identificado con una adolescente a la que le gusta mucho leer todo tipo de novelas y escribir poesía, además de llevar un diario a escondidas de su tía? Es difícil no congeniar con alguien con tus mismos gustos. Emily Starr no tiene amigos y es huérfana de madre. Su padre está además muy enfermo y sus familiares están pensando en quién se queda con la niña, por lo que acabará viviendo en la casa de Luna Nueva, donde viven sus tías Elizabeth y Laura, ambas muy diferentes de carácter, ya que una es fría y algo cruel que no muestra sus sentimientos y tampoco hacia Emily guarda ningún tipo de afecto y otra cariñosa con ella y que atiende todas sus necesidades emocionales.
Pero Emily es una chica bastante “autosuficiente” y valiente, y se acompaña de sus gatitos Mike, a quien ama con locura, y su gatita que es algo más distante pero a la que también quiere mucho. Ambas mascotas le hacen mucha compañía.También conocer a la Mujer Vientocomo ella la llama, y las musas le visitan cuando está inspirada para escribir, cuando le viene el “destello” como ella dice. Escribe sobre lo que siente, lo que ve y le rodea, sobre las personas que va conociendo, y sobretodo le escribe cartas a su padre, con quién ya no va a poder estar. Como no ha recibido educación y nunca ha ido a la escuela, en esas cartas vemos muchas faltas de ortografía que precisamente están dejadas así en el original para mostrarnos a Emily tal cuál es, tal como escribe ella realmente debido a sus pocos conocimientos de la ortografía. Aún así la veremos también rodeada de amigos cuando por fin asiste a la escuela.
Los personajes secundarios son Teddy, que vive en el campo de Tanacetos, Perry, e Ilse, una chica deslenguada y peculiar que esconde un secreto familiar en lo que respecta a su madre, de quién no conoce prácticamente nada. Una chica fiel y buena amiga, noble en muchos aspectos a pesar de la manera en que viste o aparenta. No me han parecido demasiado “protagonistas” ninguno de ellos, y creo que la novela está totalmente centrada en Emily.
El lenguaje de la novela es sencillo y culto a la vez, es un placer siempre leer a la autora, que también nos cuenta que ella se siente identificada con su personaje, ya que también perdió a su madre cuando tenía tan sólo 2 años de edad. El hecho de vivir con sus abuelos inspiró la trilogía de Emily la de Luna Nueva. Cualquier mínimo detalle de la naturaleza, en el campo, donde se encuentra la casa de Luna Nueva o de sus vivencias cotidianas con sus habitantes, se convierte en toda una aventura gracias a su pluma.
Sufrimos con Emily cuando su tía le intenta cortar el pelo con unas tijeras, cuando no le deja disfrutar de la compañía de sus gatitos, cuando cierra con llave el armario de la biblioteca para apartarle de, según ella, esas novelas que no debe leer una niña de su edad y que considera malignas por sí mismas.
La edición de este libro es espléndida, está bellamente ilustrada gracias a los dibujos y bocetos de Sara Lago y Antonio Cuesta. Hacia la mitad de la novela encontramos todas las ilustraciones a color juntas, y contienen frutas del campo, las manzanas que allí son tan típicas de Luna Nueva, los personajes, los paisajes…todo muy bien dibujado. Nos ayudan a ponernos en situación.
La novela te produce muchos sentimientos, a mí en concreto algo de melancolía, la he encontrado un poquitín más triste que la saga de Anne Shirley que escribió la misma autora. La niña protagonista es algo más tímida, retraída, está más en su mundo y se desahoga escribiendo, a diferencia de Ana que no paraba de hablar de todo lo que veía a todo el que se prestara a escucharla. Pero a pesar de las diferencias, es una novela muy sensible y especial que me ha entusiasmado, de una delicadeza exquisita y que muestra muy bien los problemas a los que se enfrentaban los niños huérfanos y pobres, pues en ese lugar viven muchas personas necesitadas tanto de alimento como de afecto. La recomiendo totalmente, no dudes en leerla porque te va a encantar si eres lectora o escritora, y sobretodo si eres algo introvertida y te gusta “estar en tu mundo”, pues así es Emily también.
Puntuación: 4/5