AVISO
IMPORTANTE: Si no has leído la primera parte de esta
saga, Los juegos del hambre, abstente
de leer esta reseña, dado que es inevitable que contenga spoilers.
Opinión
personal: Cuando empecé este libro tenía las expectativas muy altas
por el buen sabor de boca que me había dejado Los juegos del hambre. Empezare diciendo que En llamas no me ha gustado tanto como la primera parte, pero
afortunadamente tampoco ha sido una total decepción.
El
problema del libro, en mi opinión, fue la primera mitad.
Unas doscientas páginas que se me antojaron muuuy largas y quizá algo
aburridas. Comprendo que debía contarse cómo se sentía Katniss, los
sentimientos de desolación, las novedades que comienzan a surgir en el distrito
12… pero a pesar de saber que esa explicación era necesaria, pienso que podría
haberse hecho de otro modo y sobretodo, más corto.
Así que durante esas primeras páginas estaba
como desesperada por que ocurriese
algo más y porque tenía ganas de volver a sentir la emoción y la tensión que ya
viví con Los juegos del hambre. Por
suerte, tras esa innecesaria y larga introducción, llegaron los momentos del
libro que más me gustaron.
Es difícil reseñar este libro sin spoilear a nadie, de modo que no voy a
excederme demasiado. Pero tengo que destacar una cosa: la ambientación. El lugar
donde se desarrolla la segunda mitad de la novela me encantó, fue
realmente una sorpresa muy retorcida que no me esperaba y la idea me maravilló.
Los nuevos personajes también fueron de mi
agrado, especialmente uno de ellos, Finnick. Sin embargo, debo decir que los
protagonistas no me convencieron en esta nueva entrega.
Katniss
me pareció algo repetitiva. Es
decir, cuando leía sus pensamientos tenía la sensación de que bien podrían
haber sido sacados del primer libro; vamos, como si ya los hubiese leídos. Es
posible que no apreciase apenas evolución en ella porque ya desde el primer
tomo nos la presentan como una joven demasiado madura.
Mi problema
con Peeta es que, directamente, no lo entiendo. No
comprendo la relación que mantiene
con su familia y porqué ni la nombra ni nada de nada. Tampoco sé por qué siente
esa devoción por Katniss; entiendo que esté enamorado, entiendo que la chica le
guste, pero tampoco creo yo que alguien sienta algo tan profundo por un ¿amor? de la infancia y una ¿relación? bastante cuestionable, como
para que el chico lo de todo-todo-todo por ella.
Y en último lugar está Gale que, si bien en
este libro tiene un poco más de protagonismo, la cosa se queda corta. Gale tampoco me acaba de agradar aunque
considero que tiene ciertas opiniones lógicas que en el libro tachan de lo
contrario. De igual modo, sigo sin verle la gracia a este chico.
Respecto a la relación de Katniss con ambos
chicos me siento algo perdida (y eso teniendo en cuenta que he terminado
también de leer Sinsajo) y sigo sin
entender sus reacciones.
Con esta saga me ocurre algo extraño, porque
normalmente cuando leo un libro donde la protagonista se debate entre dos
chicos (aunque aviso: odio profundamente
los triángulos amorosos), siempre suelo decantarme por uno o por otro con
bastante facilidad. Lo sorprendente es
que no me ocurre en Los juegos del
hambre, en este caso no me convence ninguno de los dos chicos.
Por
último añadir que, eso sí, el final os dejará patidifusos.Os
lo adelanto porque en cuanto terminé el libro tuve que correr en busca de Sinsajo como si no hubiera mañana. Ese
giro ocurrido durante las últimas hojas del libro me encantó y debo decir que
de ningún modo lo esperaba.