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Ficha técnica| Título: Constantine. Director: Francis Lawrence. Guión: Kevin Broadbin (historia) & Frank Cappello. Reparto: Keanu Reeves, Rachel Weisz, Shia LaBeouf, Tilda Swinton. Género: Acción, Fantástico, Ciencia-Ficción. Fotografía: Phillippe Rousselot. Música: Brian Tyler & Klaus Badelt. Año: 2005. Duración: 120 minutos. Productora: Warner Bros Pictures & Village Roadshow Pictures | Nota 6/10
John Constantine (Keanu Reeves) es un experto en magia oscura que tiene el don de reconocer a los ángeles y demonios que vagan por la tierra, entrapado en la eterna frontera entre el cielo y el infierno y la interminable lucha entre el bien y el mal. Tras un suicidio, del que acaba resucitando, se pasa la vida luchando por ganarse la salvación enviando a los espíritus malignos de vuelta al infierno. Un día, se cruza en su camino una detective de policía (Rachel Weisz), que le pide ayuda para resolver la misteriosa muerte de su hermana gemela, lo que les sumergirá de lleno en un mundo de ángeles y demonios.
La historia se centra en la eterna batalla del bien y del mal, apoyada en unos efectos visuales de gran nivel, una estética que favorece mucho la trama de la película, y un guión, que sin ser nada del otro mundo, tiene algunos momentos brillantes. Aunque bien es cierto, que a un cómic de la entidad de “Hellblazer” de tanta calidad y plagado de historias, se le podría haber sacado más partido.
En resumen, de “Constantine” no debemos esperar una obra maestra del cine, pero sí una película bastante entretenida. Si te gusta todo lo relacionado con lo sobrenatural, esta película te hará pasar un buen rato y te sorprenderá por su forma, bastante original, de tratar ese mundo.
Para los aficionados al cómic, si buscáis una adaptación fiel al mismo, “Constantine” no es vuestra película. Pero no os preocupéis, se ha estrenado este año una serie con el mismo nombre, bastante más fiel al cómic y destina a contentar a aquellos fans más discrepantes con el resultado final del largometraje de Lawrence, y podéis echarle un ojo a la crítica del episodio piloto.
Reseña: Manuel Jesús Aragón