My disease is as rare as it is famous. Basically, I’m allergic to the world. I don’t leave my house, have not left my house in seventeen years. The only people I ever see are my mom and my nurse, Carla.
But then one day, a moving truck arrives next door. I look out my window, and I see him. He’s tall, lean and wearing all black—black T-shirt, black jeans, black sneakers, and a black knit cap that covers his hair completely. He catches me looking and stares at me. I stare right back. His name is Olly.
Maybe we can’t predict the future, but we can predict some things. For example, I am certainly going to fall in love with Olly. It’s almost certainly going to be a disaster.
Everything, Everything · Libro autoconclusivo · Corgi publisher · 309 páginas · 7,47 (paperback)
OPINIÓN PERSONALEmpezar el año con un libro así desde luego me ha alegrado estos días. Encontré este libro por casualidad dando un paseíllo por Amazon, me llamó la atención la preciosa portada y en seguida fui a Goodreads y vi que tenía una puntuación muy alta (4 con algo) y no dudé con comprarlo.
Everything, Everything nos cuenta la historia de Madeline, una chica de diecisiete años a la que le diagnosticaron SCID cuando era todavía un bebé, una enfermedad que tal y como la explica la protagonista en la novela, la hace “alérgica a todo”. No puede salir a la calle (lleva en casa casi diecisiete años); cada persona que entra tiene que someterse a diferentes pruebas médicas y “descontaminarse” pasando por una especie de cámara de gas; no tiene amigos y sólo tiene relación con su madre y Carla, su enfermera; da las clases por Skype y cuando alguien puede ir a visitarla –algún profesor- no puede tocarla y tiene que mantenerse tan lejos como pueda de ella en la habitación.
Esta es una historia bonita, de verdad os lo digo. No es la típica historia triste de una chica enferma. Es una historia que se disfruta, poco a poco, como si tuvieras una piruleta en la boca.
Maddy es una chica brillante. Es muy especial, inteligente y una pasada de personaje. Ha estado toda su vida encerrada en casa, pero lo acepta porque sabe que no hay más, ni espera nada más. Adora leer, y además pone mensajes en cada libro en caso de que ella lo pierda y lo encuentre otra persona (irónico, lo sé). Es sarcástica, divertida y de vez en cuando suelta alguna metáfora que te quedas a cuadros. «“What colour are your eyes?
Olly (O): blue
Madeline (M): Be more specific please
O: jesus. girls. ocean blue
M: Atlantic or Pacific
O: atlantic. What colour are yours?
M: Chocolate brown.
O: More specific please
M: 75% cacao butter, dark chocolate brown
O: hehe. nice”»
Tiene muy buena relación con su madre, la cual tiene una pequeña obsesión con su estado de salud todo el tiempo, pero sobre todo, con Carla que es desde el primer momento la que la ayuda a mover las cosas con Olly.
Ah, sí, Olly. Parte interesante. Olly es sexy, sarcástico, va siempre de negro y no respeta los signos de puntuación al escribir. Antes de comenzar a escribirse, están varios días mirando al otro escondidos detrás de las ventanas, buscando momentos fugaces donde observar qué está haciendo el otro. Hasta que Olly le escribe su e-mail en la ventana.
De pronto se hacen muy buenos amigos, y con la ayuda de Carla, poco después empieza a visitarla. Y luego hay historia de amor. Pero es una historia de amor dulce, bonita y para nada empalagosa. Odio las pastelonadas y os aseguro que este libro no lo es. Se complementan perfectamente el uno al otro, aunque al principio sólo sean amigos. Cuando aparece, Maddy se da cuenta de que quizás de repente quiere más de lo que tiene, le gustaría tener una vida diferente y poder disfrutar de cosas de las que ahora no puede.
«"Be careful", Olly calls out from somewhere behind me. I'm not sure what thaat means in this context. Be careful because I may drown? Be careful because a part of the world become a part of you, too?Because there's no denying it now. I'm in the world. And too, the world is in me.»
El mensaje del libro es precioso y muy elaborado. Maddy se da cuenta de que la vida es un regalo y quiere empezar a vivirla, quiere ver el cielo desde la hierba, nadar y ponerse un bikini por primera vez. Quiere hacer cosas normales que nunca ha tenido la oportunidad de hacer. De repente quiere más, y todo por él.El marido de la autora, David Yoon hace ilustraciones de la historia que van apareciendo a lo largo de la novela y que son preciosas.
He leído este libro en nada, día y medio apenas. Se lee muy rápido, los capítulos son muy cortos y en muchas páginas hay muchos espacios o dibujos. Tiene muchos diálogos, y aunque no haya diálogos, la manera de escribir de Nicola Yoon hará que las páginas pasen sin darse cuenta.
Hay una parte, hacia el final, que es totalmente inesperada. Y muy bestia, la verdad. No me la esperaba para nada y desde luego me sorprendió muchísimo. Luego tenemos la segunda parte del final, que es un final feliz y bonito, parte importante. No siempre las historias con enfermedades tienen que acabar mal, y esto es la prueba de ello.
Resumiendo, Everything, Everything ha sido una novela preciosa con unos protagonistas espectaculares que alaba las ganas de vivir y los finales felices. Uno de los mejores libros que he leído hasta ahora, muy recomendable: fesco y con una historia de amor ligera, bonita y nada empalagosa.
4/5
Laura.