Que una publicación salga a la vez tanto en catalán como castellano es algo que no sé ve todos los días. Es más, creo que no lo he visto nunca. Salvo en este caso, el de Marc Pastor. El autor es todo un top ventas con sus publicaciones. Desde El año de la plaga hasta esta misma Farishta 1993 que en pocos meses, ya arrastra varias ediciones en ambos idiomas. Todas sus publicaciones forman parte de un universo compartido conocido como el Corvoverso. Pero tranquilos, no hace falta leerse todo lo que ha publicado Marcpara disfrutar de la novela. Todos se pueden leer de forma independiente. Son pequeñas pistas, referencias o personajes compartidos. Ese tipo de cosas que a los buenos lectores tanto nos gusta. Pese a que es mi primer encuentro lector con el autor, ha sido tan satisfactorio que tengo muy claro que no será mi última visita a este Corvoverso.
A casi cualquiera que hoy en día nos ofrecieran un trabajo en una isla tropical y con un muy buen sueldo, creo que aceptaríamos casi sin pensarlo. Sería como un sueño, una utopía, algo impensable. Farishta, una chica de origen afgano de apenas dieciocho años, lo ha perdido todo. Acomodada en París en 1993, recibe una oferta de Monsieur Gireaux para trabajar en la empresa Yefremov-Strugatski. El trabajo consiste en acomodar a todas las familias que viven en un complejo de las islas Clarke, conocido como el Complejo Sannikov. El buen sueldo, no tener ataduras y las buenas condiciones de trabajo hacen que Farishta se lance de cabeza a por ello sin pensárselo dos veces. Pero no todo será un mar de rosas como parecía tras su llegada. Pronto surgirán las preguntas ¿Por qué viven estas familias aisladas en estas islas apartadas del mundo? ¿A qué se dedica la Yefremov-Strugatski? ¿Porque la han escogido a ella?
Lo primero que llama la atención nada más sumergirse en Farishta son las formas que adopta la narración. Un diario personal como hilo principal se va combinando con recortes de prensa, informes, mapas, dibujos infantiles, fotografías, postales, transcripciones de entrevistas, análisis clínicos o notas manuscritas. Una estructura narrativa al servicio de una compleja tramaque combina misterio, ciencia ficción, aventura y referencias culturales ideales que hacen devorar la historia. El primer tercio de la novela, el más pausado, puede evocar una sensación de novela juvenil, debido a que sentimos las inseguridades y anhelos personales de una joven de 18 años. Todo cambia cuando poco a poco se nos van presentando más y más interrogantes. Los misterios detrás de las familias y la Yefremov-Strugatski dan mucho juego, nuestra protagonista no para de dudar de todo desde cierto momento. La trama se torna de forma intrigante.
El complejo de islas en el que Marc nos sumerge se vuelve asfixiante y agobiante. En un principio todo era paradisíaco. Todo un clima tropical en una isla desierta rodeado de toda una variedad musical perfecta y unas familias un tanto peculiares. La tensión va creciendo y el archipiélago se convierte en una prisión inexplicable plagada de secretos. Pistas, engaños, trampas. Como si de la misma Lost se tratase, toda una fuente de misterios nos desafía a pensar todo lo que Marc ha escondido tras esas islas y la Yefremov-Strugatski. Y, por si fuera poco, tenemos viajes en el tiempo. Se nota que el autor es muy riguroso en este aspecto y plaga su universo de unas reglas bien establecidas y explicadas. Resuelve así las paradojas temporales con bastante plausibilidad y sale airoso al enfrentarse a los límites del tiempo. Un diez absoluto y redondo en este aspecto.
A través de Farishta y sus entradas de diario viviremos todo un tropo de reflexiones sobre la soledad, la importancia de conocer nuestros orígenes o el desarraigo personal. El autor elabora un discurso sobre distintas formas de familia, de crianza o métodos de educación. También viviremos una relación romántica de lo más creíble. Marc no tiene tapujos a la hora de abordar las escenas de sexo y sentimientos. Podemos palpar como Farishta va evolucionando en todo momento, sentirla como una chica real. Esto es gracias al carisma que esta desprende en sus escritos, plagado de bromas y un humor que siempre saca la sonrisa. Pastor sabe manejar los tiempos y nos obliga a avanzar un poco más con cada nuevo descubrimiento. Cada nueva entrada de diario es una oportunidad para disfrutar un poco más de lo que Farishta nos cuenta. Una oportunidad que necesitas repetir una vez tras otra hasta que llegas al final y el vació se queda contigo.
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