Festín de cuervos es el cuarto tomo de la saga Canción de Hielo y fuego de George R. R. Martin. (Ya reseñé las partes anteriores: I, II y III) (Este libro forma parte del Reto de los libros olvidados.)
Mientras los vientos del otoño desnudan los árboles, las últimas cosechas se pudren en los pocos campos que no han sido devastados por la guerra, y por los ríos teñidos de rojo bajan cadáveres de todos los blasones y estirpes. Y aunque casi todo Poniente yace extenuado, en diversos rincones florecen nuevas e inquietantes intrigas que ansían nutrirse de los despojos de un reino moribundo.
Continúan con otros personajes como Brienne, la doncella de Tarth, que continúa buscando a Sansa Stark, o Jaime, que intenta volver a ser el caballero que fue, a pesar de tener solo una mano. También sabremos como continúan las andanzas de Sam el Mortífero, tras las batallas del Muro, y Arya y su hermana Sansa, fuera de Desembarco del Rey.
Y os dejo con una lección que todo gran señor ha de saber, de boca de Meñique: En el juego de tronos, hasta las piezas más humildes pueden tener voluntad propia. A veces se niegan a ejecutar los movimientos que se habían planeado para ellas.
Lo peor: Se hace un poco largo y falta el mejor personaje.