s i n o p s i s .
Con la ayuda de Gabriel, Rhine ha logrado escapar de la mansión y del terrible destino que la aguardaba en Efímera. Pero en el exterior se encuentran con un mundo incluso más aterradador que el que dejaron atrás. Entre los peligros que los aguardan, caen en un burdel dirigido por una cruel y demente tirana. Una vez más, Rhine debe hacerse pasar por una chica dócil mientras planea su escape. Los dos están decididos a llegar a Manhattan, donde tal vez puedan encontrar la paz viviendo con Rowan, el hermano mellizo de Rhine. Pero el camino es largo y peligroso, y además deben eludir los intentos de Vaughn, el suegro de Rhine, de regresarla a la mansión cueste lo que cueste. Y en un mundo donde las mujeres viven hasta los veinte años y los hombres hasta los veinticinco, el tiempo vale mucho más que oro.
o p i n ó n p e r s o n a l .Antes de empezar el libro me dijeron que era mucho peor que el primero. Que era un libro cíclico y aburrido y que seguramente haría una reseña negativa (como siempre, vamos) y que además, acabaría criticando. Bueno, me lo leí y raramente mi opinión no fue ésa. Vale que la segunda parte del Jardín Químico no es un gran libro, pero me entretuvo un buen rato hasta que lo acabé. Ahora os lo explico mejor.Como podéis ver, la trama recoje la historia casi segundos después de la huida de la mansión de Rhine y su amor, Gabriel, en un bote. Ambos acaban desmayados en la orilla como náufragos y cuando se despiertan, son capturados por una madame que los retiene para sus shows. Esa parte me gustó. Vale que el recurso de ir de Guatemala en Guatepeor está muy usado pero el escenario es lo que me atraía. El rollo del prostíbulo, plumas, pestañas falsas y glamour que encubre todo lo podrido siempre me ha gustado. Era como estar en la película Moulin Rouge pero en versión burdel. Lo malo de ésa parte de la historia es que dura poco, sólo se centra en la vida de Rhine y sus intentos de huida. Casi como en el primer libro.Y a partir de aquí ya nada es tan atrayente. Empieza a ser una especie de road movie pero sin carretera, huir, huir y huir de un lado para otro buscando respuestas y pistas sobre su hermano; algo que no es muy lógico si tenemos en cuenta que uno de las personas más importantes del país (Vaughn) os está buscando. ¿Qué hacéis rondando por las calles? Además, el no tener un lugar fijo implica no tener personajes fijos y tenernos que centrar en la aburrida pareja que hacen Rhine y Gabriel. Digo aburrida porque no ocurre casi nada más allá que los típicos juramentos de amor que ya nos sabemos de memoria. Está bien que el amor quede a un segundo plano, pero tampoco es necesario que sea casi inexistente después de un libro en que era básico. Vamos, que Rhine ni se quita el anillo de casada y mucho menos el sostén.Si bien los personajes principales son algo sosos, los que me gustaron fueron los secundarios. Lila tiene una personalidad más definida que la misma Rhine en éste libro, me gusta cómo es y espero saber más de ella después de la huida, así como de su pareja, Jared. Otro personaje que me ha encantado es Loquilla. Más que nada porque es un personaje muy dulce y a pesar de ser marginada por medio burdel por deformidad, demuestra saber actuar mejor que todos juntos. ¡Incluso la malvada Madame es mejor! Sobre los antiguos personajes, como Linden -que ya es exagerado que continúe tan ciego y llano- y Cecilia -que tiene pocas apariciones pero buenas, me gusta su evolución- hay poco que decir, simplemente espero que aparezcan con más asiduidad en la última entrega.Valoración