Autor: Brandon Sanderson
Editorial: Ediciones BISBN: 9788466658362
Páginas: 440Año de publicación: 2016Precio: 21,50€
La ciudad de Chicago Nova es libre.Le dijeron a David que era imposible, que ni siquiera los Reckoners habían sido capaces de matar a un Gran Épico. Sin embargo, Steelheart -invencible, inmortal, inamovible- ha muerto. Y David fue el responsable de su fin.Acabar con Steelheart debería haber completado la vida de David. Pero en realidad, solo le sirvió para ser consciente de todas las preguntas para las que no tiene respuesta. Y en Chicago Nova nadie puede contestarlas.Pese a todo, en Babilonia Restaurada, el lugar antes conocido como Manhattan, quizá pueda encontrar las respuestas. Es una urbe inundada y triste, gobernada por la Gran Épica Regalia, pero David está seguro de que por allí pasa el camino que le llevará a lo que busca. Es arriesgado entrar en una ciudad bajo el yugo de una despótica Gran Épica, pero para David la apuesta vale la pena. Porque la muerte de Steelheart solo logró dejarle un enorme vacío donde antes residía su sed de venganza: en el corazón. Había logrado llenar ese vacío con Firefight, una Épica desaparecida. Y ahora se embarcará en una empresa más peligrosa y siniestra que la rebelión contra Steelheart.Partirá en busca de Firefight y de las respuestas que necesita.
Por primera vez en todo el mundo, esta edición de Firefight incluye el relato Mitosis, cuya lectura se sitúa entre el primero y el segundo libro de la presente trilogía.
Una vez más me he encontrado con la magnifica prosa de Sanderson desplegada en la proporción adecuada para una novela juvenil que ni desata todo su esplendor ni deja la expectativa insatisfecha. Una nueva remesa de super-hombres confabulados para reducir a la humanidad a la minima expresión bajo su brutal acometida y entre esos humanos David vuelve a ser el individuo que se niega a doblar las rodillas ante los tiranos. Tras la venganza surgen obstáculos más difíciles aún de salvar con la siempre exultante maestría que despliega este autor.
Si aún no habéis leído Steelheart podéis leer la reseña a través de este enlace: Steelheart de Brandon Sanderson
Esta reseña puede contener SPOILERS.
Después de tomar el control de Chicago Nova y restablecido el orden en la ciudad tras la caída de Steelheart por los Reckoners, David no sabe muy bien como reencauzar sus objetivos. Todo cuanto había hecho estaba motivado por la venganza y ahora se encontraba vacío de esa motivación que la había mantenido durante años. Ahora solo una cosa puede acercarle a ese estado anterior de determinación. Megan. Aunque había descubierto su verdadera naturaleza, los sentimientos de David le impelen a esperar y oír sus explicaciones antes que atacarla como habría sucedido antes de Steelheart. La única pista sobre su paradero es una ciudad alejada y con un orden muy parecido al reinado de los épicos en Chicago Nova, Babilar. Y algo más les está pidiendo a los Reckoners que vayan allí, una estela de épicos que ha estado atacando a Chicago Nova, poniendo en peligro una paz recién lograda y también poniendo a prueba la capacidad de David para desmantelar a los épicos y los puntos débiles de sus poderes.
Esa historia que parecía implantada en la nada en la primera novela daba la sensación de tratarse de una burbuja aislada que rodeara a David y a los Reckoners en una sucesión de escaramuzas contra los tiranos super-humanos que oprimían a los débiles hombres normales a la sombra de luz roja de Calamity, se ve maravillosamente ampliada. El autor empieza a desarrollar esos bordes difusos que presentaba en Steelheart y que habían dejado la sensación de imprecisión en cuanto a los albores de la historia.
Los Reckoners aparecen retratados con el mismo estilo que se exponían en la primera novela, aunque algunos de los personajes clave continúan desarrollando positivamente y desplegando muchas de sus facultades como luchadores en la desaforada batalla contra los épicos más poderosos de los Estados Fracturados, otros son relegados a un segundo plano para dejar entrar en escena a nuevas caras que complementan el conjunto del oscuro grupo que componen los Reckoners. Ahora ellos tienen el mando en vez de pasear a escondidas bajo el yugo épico.
Aquí el romance toma una especial importancia como no la tuvo en la primera parte pero sin dejar que esa importancia tome el control de la novela, solo que lo acompañe y desarme la expectativa que había formado la primera parte. Es decir, si teníais algo en mente, desechadlo totalmente y prepárate para más y mejor y renovado. Con lo que sí podéis contar sin lugar a dudas es con la acción desde la página uno, la estrategia, tecnología post-calamity los giros argumentases, el ingenio desproporcionado del protagonista y sus salidas de guión que garantizan al 100% la emoción las sorpresas y la tensión en esta novela. Esta es sin duda una combinación fascinante para una distopía con los épicos de por medio jugando con el temor y la indiferencia de los humanos desprotegidos, también con la tendencia a venerarlos y a ensalzarlos en una gloria desproporcionada para unos psicópatas ultrapoderosos de tendencias genocidas.
Nuevos retos, nuevos épicos contra los que luchar, nuevos poderes con los que Sanderson refugia parte de la trama dentro de algunos clichés no tan habituales en la literatura juvenil pero que si lo son en otras plataformas y que en esta novela funciona perfectamente y da pie al desenlace de la trilogía con singular pericia.
Y aunque me encanta Sanderson y hasta ahora todo lo que he leído de él me ha conquistado por uno u otro motivo, no puedo ni tengo por qué dejar pasar la oportunidad para resaltar lo que me ha resultado negativo. Si bien es cierto que la novela goza de ese ritmo trepidante, diálogos de un ingenio más bien hilarante y con seriedad mesurada en todo el relato, también es cierto que la prosa del autor está muy diluida en el concepto de literatura juvenil. Sigue sin ahorrar detalles de lo más escabrosos, pero a su vez nos brinda un lenguaje poco realista de un joven en medio una pelea por su vida. Con el hecho de no incluir expresiones mal sonantes habría bastado pero en vez de omitirlo sustituye esas expresiones por otra ridícula y en exceso repetida, llegó a suponer una cacofonía mental a la que le di una importancia desproporcionada. En la primera novela esta presencia decorativa estuvo presente, y la esperaba, pero también estuvo más controlada más contenida y me pareció menos aleatoria.
Siempre con el sabor a libro de transición, esta segunda parte, sabe a acción y a re-descubrimiento y aunque un par de detalles puedan despertar mi descontento momentáneo, no he dejado de disfrutar de esta novela porque es sumamente adictiva, entras con mucha facilidad a formar parte de la historia que va desgranando mucha más información y deja mucho más combustible al lector para que no pueda parar hasta llegar al final.