Reseña: Gata blanca

Publicado el 18 septiembre 2014 por Plausible @plausibleblog

No es agradable despertar a medianoche en el tejado del internado en calzonzillos sin entender cómo has podido llegar hasta allí... solo recuerdas que estabas soñando con una gata blanca.
No es agradable que tus compañeros de colegio te graven con sus móviles y sospechar que dentro de poco aparecerás en YouTube.
No es agradable que te expulsen temporalmente por lo ocurrido, aunque no tengas ninguna culpa.
Pero lo que no es nada, nada agradable es saber que mañana estarás con tu familia en casa, donde ser un chico de diecisiete años bastante normal es, precisamente, lo raro.

Facebook | Twitter
Aunque había leído reseñas de todo tipo, yo le tenía fe; Holly Black es reconocida mundialmente, y me habían hablado tan bien de ella que no podía dejar pasar este libro (y menos aún cuando lo encontré en la mesa de saldos). Así que me aventuré a la lectura y, la verdad, me decepcioné un poco.
(Reseña programada, apenas pueda me paso por sus blogs).
La verdad es que la idea del libro es buenísima: me atrapó desde un principio y eso hizo que quisiera comprármelo. La gente con diferentes dones (o maldiciones), que debe de usar guantes porque afecta a la gente a través de sus manos... en eso, un diez. La idea de los trabajadores está buenísima. Pero la verdad es que creo que la autora no lo supo aprovechar en la mayor parte del libro.
Empezamos con Cassel, que aparece casi desnudo en el techo de la escuela privada a la que asiste; esto pasa después de soñar con una gata, la cual más tarde, cuando todos están reunidos en el patio pidiéndole que no se suicide (porque eso es lo que creen que hace), aparece entre unos arbustos.
Holly Black nos cuenta historias sobre una tal Lila que era la mejor amiga de Cassel, sobre su familia, sobre que él no tiene ningún poder... pero jamás entendí si los trabajadores viven en secreto o son conocidos por toda la sociedad; por momentos parecen mafias familiares de las que nadie tiene conocimiento, pero después se menciona como si fuera de público conocimiento, y ya no sé. Nada de eso quedó claro para mí.
Durante todo el libro se utilizan términos que el lector no conoce, y aún así no explica. Creo que se intentó que nos sintamos más parte del libro, pero la verdad es que en mi opinión no fue así. Me sentí fuera de absolutamente todo, incluso cuando conocía las cosas que Cassel no sabía; él, aún así, tiene mucha más información que yo, así que hay cosas que se me escapan constantemente. 
Y, como siempre molesto con cómo los personajes secundarios aparecen nada más para salvar las papas del fuego, en este libro también pasó. Cassel cuando está en el internado utiliza a Sam y Daneca, porque no quiere tener ninguna relación de amistad con ellos (aunque con Sam tiene otra confianza), y después aparecen para ayudarlo en mil cosas, pero jamás se les da la importancia que se merecen. Voy a hacer una movilización por el debido reconocimiento de los personajes secundarios que sirven como soporte (¿?).
El único personaje que me gustó fue el abuelo, una personita perspicaz y que todo el tiempo está un paso adelante de todos. Tal es así que en el final, una de las cosas a las que le pondría +1000, tiene participación constante y no se deja engañar por aquellos que quieren esconder varias cosas.
También me gustó la esposa de Philip. Me pareció genial su estado constante de confusión; parecía hasta drogada o a veces, incluso, que no le importaba nada. Pero lo que hace al final... genia.
Bueno, en fin. Es una reseña medio vacía (sin citas, sin color, sin nada) porque me gustó pero hasta ahí; no es la gran cosa, y agradezco haberlo comprado en la mesa de saldos porque me hubiera arrepentido de hacerlo por el precio completo. Hay que estar muy seguro para comprarlo, y por eso lo recomiendo a medias. (Ah, y le pongo 3 estrellas por ese final)