Tengo que reconocer que al principio la protagonista no me acababa de convencer, su manera de actuar (muy cabezota y con muchas acciones de niña pequeña) y de comportarse no son las ideales, afortunadamente esto va cambiando según vamos metiéndonos en la historia. Es muy impulsiva, lo que le llevará a hacer muchas locuras pero también es muy generosa y tiene buenas intenciones, aunque no siempre le salgan como ella quiere.
Según iba leyendo la historia me iba formando una idea de cómo podía acabar pero Laura, llegado un momento casi en el final, le da un giro que no se me había ocurrido para nada y que, aunque no me gustó (no diré más jaja), después de pensarlo al acabar el libro creo que era necesario por las emociones que desencadena en el lector.El estilo de Laura es muy similar al que encontramos en No culpes al karma, llena de ironía, situaciones divertidas, personajes que sufren y con los que piensas que ya no puede ir más a peor su situación pero parece que no hay límite...me gustan sus novelas porque no pasan inadvertidas en el lector, sino que te hacen reír (cosa que me parece muy difícil conseguir), te involucran, y como en el caso de Gente que viene y bah, despiertan otro tipo de emociones que no esperas al leer la novela.
Gracias a Espasa por el envío