Antes de morir en un extraño accidente Will envía un misterioso email a su ex novia Alicia Lagos, el cual contiene la investigación financiera que estaba realizando sobre el holding internacional Fenris. Daniel Aldebert es un prospector, un encargado de recuperar piezas de coleccionista perdidas hace años, que será contratado por el poderoso Kenzô Inamura para encontrar a una persona desaparecida hace más de 40 años. En St. Martha, una especie de orfanato, un niño llamado Nicholas nos muestra como los niños de la institución son entrenados con diversas rutinas y estímulos para un fin indeterminado. Con estas tres historias entrelazadas y visitando múltiples emplazamientos, las tres líneas argumentales confluirán en una investigación acerca de una conspiración a escala mundial de una todopoderosa corporación que pretende tener el mundo en sus manos y que esconde más de un secreto.
David B. Gil nos presenta un thriller de investigación ambientado en el futuro cercano, donde la tecnología va un paso por delante de lo que hoy en día conocemos. Jugando con la novela noir y la literatura cyberpunk, se teje una trama adictiva de cibersecretos y experimentos que nos llevará a multitud de emplazamientos; como una conocida Madrid, un moderno Londres, una Irlanda profunda, una futurista Singapur o un lujoso Tel Aviv. La forma de narrar me ha parecido muy buena y trabajada, al servicio de una trama sólida bien estructurada que esta dotada de un buen ritmo y nos aporta información poco a poco; dosificándose entre escenas de acción y adrenalínicas huidas con escenas más reflexivas, tanto de personajes como del mundo que nos depara. Cada final de capitulo va dejando ganas de más, de querer descubrir secretos y de poder seguir enlazando toda la historia hasta concluir todo este entramado. Y es que una de las mayores virtudes del libro es lo adictivo que es, a partir de un trama inicial que nos sitúa en la trama, nos embarca en una investigación cuesta abajo y sin frenos.
Si algo me ha fascinado de la lectura es el trasfondo tecnológico que la rodea, aunque los elementos de ciencia ficción sean un elemento secundario de la historia, un escenario. Pantallas flexibles, tapices luminosos, apertura con huella digital, vehículos con conducción automática, … creo que son avances que están al alcance de lo que nos podremos encontrar en un futurono muy lejano, y sino basta con mirar las noticias solo para darse cuenta de ello. Algunos elementos como los ciberbrujos o los verdaderos Hijos del Dios Binarioson los que terminan de dar un toque cyberpunk a la novela, y de los realmente te quedan ganas de saber mucho más tras terminar su lectura, pero dejo que descubráis que son vosotros mismos en la lectura. Otro de los aspectos a destacar es la importancia del trabajo de documentación para todo el relato; manejando temas complejos como la biología molecular, desenvolviéndose como pez en el agua en el mundo informático que rodea a los hackers, o el conocimiento de cada ciudad para conseguir dotarlas de ese toque de realidad pese a su evolución tecnológica con la que dibuja cada una de ellas. En la obra se pueden apreciar además algunos de los gustos de David B. Gil, con pequeños guiños que pueden recordar a Ghost in the Shell o Akira, así como elementos de la cultura oriental, costumbres o las famosas espadas Muramasa.
Los personajes son clásicos en este tipo de historias, pero no quita que sean carismáticos y estén bien trabajados, rodeado del cliché de la pareja periodista y espía que se meten bajo una peligrosa investigación. Alicia y Daniel me parecen dos personajes interesantes, con sus propias motivaciones y personalidades, una valerosa e intrépida reportera junto a una especie de agente 007 con un trasfondo misterioso e interesante desvelado poco a poco. Los pequeños interludios intercalados a lo largo de la novela me resultaban de lo más interesante, la visión de Nicholas dentro del St.Martha, como nos ayudaba a adelantar o atar sucesos de la trama, te lograban atrapaban por completo. Tengo que decir que algunos secundarios me han gustado mucho más que los protagonistas, y otros piden a gritos alguna historia corta/spin-off; como es el caso de hacker GhostHostcon la que no pude parar de reír en sus escenas, la misteriosa y sorprendente Clarice, o el hombre que me inspiraba temor cada vez que se nombraba, el señor Knocht.
La historia resulta una buena película de espías futurista, con localizaciones de lo más interesante, acción a raudales, tecnología innovadora y un misterio a través del cual se reunen todos estos ingredientes. Aunque no soy un gran lector de thrillers, la historia tiene una estructura y una forma de narrar que puede gustar a todo tipo de públicos, pese a tener esos elementos tecnológicos de ciencia ficción como trasfondo que podrían ser denostados en otro tipo de publicación. Lo mejor de todo es que la historia tiene un final perfectamente cerrado, la trama cierra todos los cabos sueltos que se van dando durante la narración, aunque pide a gritos una secuela solo para poder saber más cosas sobre los ciberbrujos, los Hijos del Dios Binario o alguna historia corta sobre alguno de los carismáticos personajes. Una historia llena de intriga, con un trasfondo de lo más interesante, con una trama sólida y compacta, y un ritmo perfecto que te hará devorar cada una de sus páginas.
Te deja ganas de saber más cosas de algunos personajes
¡Muchas gracias Suma de Letras por el ejemplar!