Bueno, pues heme aquí de nuevo, con una nueva reseña. En realidad, es la última de la serie de 3 que debía a les autores de “Diseccionadores de Novelas”, que debido a carecer de un ordenador en condiciones y otra serie de catastróficas desdichas, no he podido hacer hasta ahora. Con esta me pongo al día y, supongo que por eso mismo, es la más larga y en la que menos voy a cortarme en hacer spoilers, en especial porque hay un tema tangencial que creo conveniente sacar a colación con respecto a la susodicha colección de relatos. Pero eso, luego. Mejor vamos a comenzar como el canon manda: por el principio.
La colección de la que vengo a hablar se llama HORIZONTE 6, de Caryanna Reuven,
Lo adquirí en la plataforma Lektu (que si no conocéis ya, deberíais, por eso os dejo el link ahí de todos modos) en modalidad de pago social (esto es, tú te lo descargas y a cambio pones en alguna red social que te lo has descargado).
Aquí es donde, antes de entrar al trapo y si me lo permitís, voy a hacer un apunte: y es que la colección es autoeditada, en palabras de su autora, porque “era demasiado arriesgado para presentar a una editorial, sobretodo cuando no me conocía ni el Tato”. Y da qué pensar, y da rabia, ¿Qué sé yo? Lo dejo caer por si os da qué pensar a vosotros también; es cierto que últimamente han aparecido, por fortuna, editoriales que apuestan por voces nuevas y literatura de género, pero ¿a qué punto llegamos cuando les autores mismos nos planteamos cuestiones como las que Caryanna sugiere? Que sí, que sí, que es mucho riesgo apostar por quien no sabes si te va a dar beneficios, que la cosa está muy malita, que todo lo que queráis pero… yo sigo viendo ahí un fallo y sigue pareciéndome triste y lamentable. Eso por no mencionar el tema “arriesgado”, porque ¿acaso puede el arte -y la literatura pese a quien pese es un arte como otra cualquiera- avanzar, reciclarse e innovar si nadie arriesga? Yo lo dejo ahí y os invito, lectores de este blog, aficionados como sois a la sci fi, a que paséis por el link y os lo descarguéis, porque a) merece la pena y b) el pago social ayuda tan solo a que la historia llegue a más gente que, a fin de cuentas y aunque no os lo creáis, es lo que los autores más deseamos. Sí, por encima de poder comprarnos la furgoneta que nos atropella y tenerla en nuestro jardín al lado de la piscina, de verdad de la buena os lo prometo.
¡Ojo! No vayáis como tarados a pinchar el link sin terminar de leer mi reseña, ¡Vive Dios! Que sci fi hay de muchos tipos y no hay que tirar de link así alegremente porque sea de gratis. Así que, antes de que os aburráis, voy a entrar al lío, que me disperso;
Horizonte 6, Caryanna Reuven, autoeditado, ebook, 72 páginas, 4 relatos. La sinopsis que podéis encontrar en Lektu, reza:
Una misteriosa señal procedente del espacio profundo, la primera nave colonial de la humanidad llegando por fin a su destino, una IA obsesionada con el estudio de la mortalidad y una extraña especie alienígena que surca el universo tratando de enmendar un error cometido en el pasado…
Cuatro visiones, cuatro historias independientes, que se entrelazan en torno al viaje de “La Dama Estelar” más allá del horizonte de la humanidad.
Y así es, más o menos, como destripan sin contemplaciones el contenido íntegro de cada relato, pero bueno, yo estoy aquí para ser aún más terrible, así que voy a daros mi propio resumen de cada relato:
Encélado: el de la misteriosa señal que dice la sinopsis. Básicamente es una clase de física desde el punto de vista de la muchacha que descubre la susodicha señal, pone en antecedentes de dónde estamos, a qué hemos venido, de qué va la cosa y lo muy obsesionados que están, años largos después de su lanzamiento, con encontrar a la Dama Estelar.
Debo decir que, aunque he leído opiniones que apuntan a que es demasiado hard y da muy poca “acción” para el inicio de la antología, a mí me ha gustado. Es calmado, denso en contenido, reflexivo, casi íntimo. Un tanto “gótico espacial”, si se me permite la inventada terminológica. Sí que es cierto que gasta de ese ambiente pseudomilitar de pirámide de mando que es una de las cosas que tanto me echa para atrás de la sci fi tradicional, pero se puede perdonar en aras a lo interesante de la “clase de física” y de esa sensación de urgencia por saber qué diablos han encontrado.
El Último Viaje de la Dama. El de la primera nave colonial. Es cortito, hace que el primer relato te resulte de pronto irónico y cómico por completo. Y no puedo decir más o sí que sería spoilers a lo bestia.
Lo que sí tengo que decir es que me gustó más que el primero, pero no lo hubiera hecho de no ser por haber leído Encélado antes. Una paradoja en sí misma, yo lo sé. Peca también un poquillo de ese ambiente militaresco, pero en fin, son naves espaciales, no puedo exigirles anarquía (¿o sí?) No, en serio, no puedo decir más que caigo en spoilers muy spoilereantes, pero tiene un punto en común con el relato anterior que se desarrolla en un espacio reducido, desde la óptica casi de un solo personaje que hace el descubrimiento y pone en zafarrancho de combate al resto… Si el primero es recomendable, este más.
Humanidad. Ese de la IA obsesionada con la humanidad. Va justamente de eso, de una IA que ha entrado en bucle obsesivo con entender la humanidad, la mortalidad y todos los asuntos que a tantos filósofos y gentes de bien han fascinado a lo largo de la historia, y de cómo los encargados de la dicha IA se las apañan para lograr que salga del bucle.
Una vez más, me tengo que desligar de las opiniones de muches de mis compañeres diseccionadeses de novelas… y es que he leído también mucho eso de que es el relato más logrado, el más atrayente… es cierto, está muy bien escrito, estoy por decir que el que más por motivos que luego en el análisis de conjunto apuntaré, pero… es que me parece que el trato de las IAs obsesionadas con la mortalidad y etc… es demasiado cliché. ¿Qué sé yo? Es como si cada vez que aparecen seres/inteligencias/whatever, que no sean humanas, tengan que obsesionarse con nosotres, como si fuéramos la rehostia. Pues no perdón, es que no me cabe en la mollera ni en IAs ni ya en las leyendas y mitos cuando se decía lo mismo de los dioses/espíritus/bichejos sin cuerpo. No, señores, no somos lo más. Supongo que acaba por hacérseme repetitivo. (Debo decir que precisamente por eso, el final del 36 de Nieves Delgado me dejó tan buen sabor de boca, porque ¡coño! ¡claro! Eso lo explica todo. 36 es que es ella así, como ella es, pero las demás IAs, pues no…)
Menos mal que, para salvar el día de esta sensación mía de maniática, está
Otro Horizonte. La de los aliens que quieren enmendar errores. Y es que aunque la autora dice que lamenta que los bichejos hayan de ser antropomorfos, pero lo que de antropomorfos tienen, lo tienen de exógeno en pensamiento. Es cierto que tienen una moral que, en efecto, les hace intentar remediar males mayores por algo que a ellos “se les escapó”, pero… pero es que se nota muy poco humano, muy oxigenantemente alienígena y amoral. Además, inserta en la narración ese “Corruptor” que ha de ser frenado y que hace que cualquier falla que se haya podido percibir en la historia, merezca la pena.
Bueno, esos son los relatos y mi opinión sobre ellos. Ahora van las cosas generales:
Son cuatro relatos, pero no son ni de lejos independientes. Salvo Humanidad tal vez. Es decir, NECESITAS saber de La Dama Estelar para poder entenderlos en toda su extensión y profundidad. De modo que yo no me atrevería a decir que es una antología en el sentido estricto, sino más bien… escenas de un mosaico que ha de ser observado en su conjunto.
Y en su conjunto merece mucho la pena, como un prisma que mirado desde diferentes ángulos logra atravesar tus pupilas con un arcoíris perfecto. Hay, no obstante, dos peros:
1) El tono. Y es que, como ya dije y sabéis quienes me conocéis, me gustan las cosas equilibradas. Y densas. Y me chirría un poco que en mitad de un relato profundo aparezca un coloquialismo en el modo de pensar del protagonista (aunque sea perfectamente normal, me chirría, es como… como si estoy en mitad de la redacción de un informe de un experimento y suelto “Día 5. Son las 12.35pm. Los reactivos aún no han logrado resultados en las bacterias. Las plaquitas peltri me recuerdan a los ojos de los gusiluces”. Pues hombre… es una exageración, pero espero veáis mi punto, porque del epub no puedo copypegar. ¡Leedlo!) Que yo sé que esas cosas pasan, que se puede ser un profesional de la hostia y que tu flujo de consciencia sea el de un tratado de física pero luego pensar de otra manera sobre otras cuestiones solo que… no sé, al ser flujo de consciencia, me saca un poco de la suspensión de la realidad. Pero eso creo que ha sido solo impresión mía que soy una perfeccionista y una tiquismiquis del carajo, así que who knows? Igual para vosotres da lo mismo o ni lo notáis.
2) El Corruptor. ¿Por qué es un pero si he dicho que es de lo más molón de la antología? Pues porque sale al final. Y porque en el fondo, es lo que a une más le interesa. Y como digo, sale al final. Y te quedas como, WHAAAAAT? ¿Pero que me has cascado 60 páginas de un montón de cosas y no me has mencionado esto hasta ahora? ¿Y te acabas así? Ya puedes estar moviendo esos dedos tuyos por encima del teclado para que pueda saber más de esa cosa porque si no, si no… ¬¬ Por fortuna para mí, la autora ha confirmado que trabaja en ello, así que voy decir que de momento es pero y se convertirá en un ¡weeeeeeeee!.
Como conclusión; Mi puntuación sería de 4 estrellas sobre 5 por eso del tono que os digo, que soy una tiquismiquis, pero lo recomendaría sin pestañear a todes les aficionades a la sci fi hard más tradicional, que quieran degustar de un estilo nuevo y una voz que introduce elementos tanto reconocibles como innovadores. Por no mencionar lo agradable de leer las partes hard, perfectamente ensambladas en la historia, sin forzar nada.
BONUS A: Os dejo un link al relato que presentó a la convocatoria de Cerbero de Cachava y Boina y que no fue seleccionado. Se llama EN ALGÚN LUGAR.
BONUS B: Chequead su Lektu, tiene otras novellas y antologías que merecen mucho la pena, como SUEÑOS ROTOS.
Y ahora a leer! Saludos y reverencias, La Völva.