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Reseña | Hoshi o ou kodomo: Shinkai flashea un toque Miyazaki, pero no realmente

Por Dimitri
Reseña | Hoshi o ou kodomo: Shinkai flashea un toque Miyazaki, pero no realmenteVer la obra de Makoto Shinkai significa, entre otras cosas, que en algún momento, vas a llorar. Y no va a ser un llanto de tristeza lisa y llana (como en Hotaru no haka) o de felicidad y heroísmo contenido (como el final de Gurren Laggan), no. Vas a llorar porque cada elemento creado en el mundo shinkaiesco está creado para hacerte sentir melancolía.Shinkai reconceptualiza ese sentimiento a través de historias de desencuentros, de amores truncos, del corazón virgen que sufre por primera vez porque ama por primera vez. Y el recuerdo de ese amor, y lo que uno fue por entonces…
Reseña | Hoshi o ou kodomo: Shinkai flashea un toque Miyazaki, pero no realmente
Bueno, esta película no es así.Por primera vez este ex creador de erogames (es un rumor que jamás constaté, pero me gusta pensar que “el pobre” tipo trabajaba de eso) introduce (lol) algo más que la felicidad de estar triste por lo perdido; esta vez, hay pequeñas heroínas cargadas de energía positiva y ganas de ayudar, y claro, personales bajoneros (recordemos, sigue siendo Shinkai).
Hoshi o… plantea la siguiente historia: una niña adorable (estilo Heidi, Candy Candy, y especialmente, Chihiro, Taeko y Sophie de Studio Ghibli) vive en un pueblito tranquilo y con esos paisajes que ves en los animeses y te querés matar te querés porque vos vivís en una ciudad de mierda, horrible. Esta niña, Asuna, va al colegio, vuelve a su casa, hace los quehaceres domésticos, cocina y pasa mucho tiempo sola, porque su mamá trabaja como abnegada enfermera y aparentemente eso le da motivos para dejar a su hija de diez u once años abandonada. Pero, como sea, Asuna se aburre, y es por eso que todas las tardes va a las afueras de su pueblo, a una zona de acantilados, y se tira a escuchar música en una especie transistor que le dejó su papá antes de morir. Este aparato capta las frecuencias radiales gracias a un cristalito que funciona como catalizador (no tiene ningún sentido lo que estoy diciendo pero espero que ustedes me entiendan), y un día, mientras buscaba un tema del Paz Martínez para descostillarse cantando, encuentra una música rara que la moviliza a niveles muy profundos. Con ojos cerrados y bondad de corazón, desea volver a escuchar esta canción algún día.Al otro día se le aparece un pibe raro, el típico chongo que te gusta a esa edad (alto, sensible, pelito largo, amable, etc) que se sienta junto a ella y hablan de boludeces místicas, y ella, claro, se re enamora. 
Reseña | Hoshi o ou kodomo: Shinkai flashea un toque Miyazaki, pero no realmente
   La historia avanzará y veremos cómo, por diferentes motivos que no spoilearé, Asuna termina sumergiéndose en una tierra secreta y profunda, el infierno hadesco, el lugar donde van a parar los muertos: Agartha.No es un lugar tenebroso ni mucho menos; es un mundo subterráneo con magia y seres mitológicos, y claro, como hablamos una película de Shinkai, con cielos inolvidables.
En Agartha uno tiene la chance de resucitar a sus seres queridos perdidos, pero justamente gracias a ese don, muchas veces esa tierra fue invadida por humanos que quisieron aprovecharse del poder agarthiano. Los nativos detestan los “de arriba” porque destruyeron su civilización, profanaron sus tesoros y básicamente hicieron lo que cualquier ser humano hace cuando los recursos son ricos: llevarlos a su destrucción.Asuna conocerá personajes curiosos, y junto a su compañero de viaje (un hombre con intenciones oscuras y un alma pura), aprenderán más en el camino que en la meta.Como esta clase de historias, del estilo Mago de Oz y con una composición clásica digna de la morfología de Propp, la importancia no está en la finalidad sino en lo que se hace para llegar a tal punto, y en este caso, Shinkai nos habla de la evolución de las cosas, de la aceptación de los finales, de la bendición de la vida y, claro, del amor.
Reseña | Hoshi o ou kodomo: Shinkai flashea un toque Miyazaki, pero no realmente  
El desencuentro está presente pero no es el corazón de Hoshi o, si bien pareciera serlo en una primera instancia. Aunque aprender del dolor por lo perdido es una manera de desencontrarse; y agradecer lo obtenido a lo largo del camino se transforma en el corazón de este poema visual.
La comparación con la obra de Ghibli es inevitable, ya que a) es una historia muy ghibliesca y b) Asuna tiene ese encanto de protagonista del Miya, e inclusive la madre de Asuna nos recuerda a las mujeres de Ghibli.Sin embargo, aunque en una primera impresión pueden trazarse paralelismos, Hoshi o… camina con piernas propias, creadas ya por la fuerza indestructible de filmes como Byōsoku Go Senchimētoru, Hoshi no Koe o Kumo no Mukō, todas exquisiteces creadas por Shinkai.En resumen, una película de esas que te estrujan el corazón, pero luego te lo llenan de una calidez inexplicable, esa felicidad de estar tristes, esta tristeza de ser felices, y ser humanos.Una joyita.

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