Así empieza una de las canciones más conocidas de la cultura popular de España de los últimos años. Y es el punto de partida de una novela que sabe mezclar muchos ingredientes para hacer una receta tan compacta como excelente.
Alejandro Pedregosa sorprende desde la primera página. Como es habitual en él. Y los que lo conocen, si se dejan llevar por la costumbre, entrarán en el “Hotel Mediterráneo” con la guardia alta, sabiendo que de su mano, cualquier cosa puede pasar y en el lugar más inesperado. Pero cuando se abre la novela, esa sensación de nostalgia de viento que transmite la portada, se hace tangible y el género de novela negra empieza a difuminarse pero no desaparece. No desaparece porque en el hotel Mediterráneo se acoge a mujeres maltratadas. Y todo lo que engloba esa palabra te lleva irremediablemente a ámbitos oscuros. Pero Alejandro Pedregosa no se conforma con seguir un camino. Y en 182 páginas introduce muchas de las interpretaciones que pueden tener esos casos. Lo he entendido como una crítica o más bien una advertencia, a que no es prudente dejarse llevar por las habladurías o lo que ocurre en la mayoría de los casos. El hecho de que estemos acostumbrados a que cuando el grifo se abra salga agua, no significa que todas las veces que lo abramos, el chorro salga. Y esto ocurre en esta novela. Una novela que quizá sea un thriller romántico, una miscelánea de naturaleza, música y sabores y sobre todo, una historia que tratando todas las temáticas que tratan, se queda contigo y te toca la mente y el corazón.
Francesc interpreta canciones de Serrat con su piano para amenizar las cenas que se sirven en el restaurante del “Hotel Mediterráneo”. Ese restaurante es el medio de financiación del hotel para su labor social, pues es un refugio clandestino donde los maltratadores no puedan encontrar a sus víctimas. Pero todo cambia para los miembros de esa asociación y particularmente para Francesc cuando Tamara aparece en escena. Detrás de ella hay una estela de misterio que dos legionarios que la siguen se encargan de aclarar y hacer ver que las cosas tienen dos caras. A partir de ahí la trama transcurre sola. Es muy fácil encariñarse con la ubicación del hotel, con las canciones de Serrat y sobre todo, con sus personajes. Todos tienen un pasado. El presidente, Amparo, Francesc, Dolo y algunos más que se convertirán en parte de ti una vez llegues al punto y final, guardan una historia que se podría contar por separado y que sirve de punto de unión para un propósito mayor.
Este libro muestra escenas de complicidad y detalles que ya quisieran mostrar novelas románticas propiamente dichas. Lo que ocurre en la plaza del pueblo, el gesto de Tamara para con Francesc cuando ninguno de los dos puede verse, dice, sin palabras, todo lo que un corazón agradecido ¿o enamorado? puede llegar a idear para mostrar las cosas sin que haya que dar explicaciones. Me gustó este detalle de ella, porque estoy muy acostumbrado a que sea el hombre el que sorprenda a la dama. Y aquí el autor da un giro de tuerca, en una novela que además, no se puede catalogar de novela romántica. Repito, es una novela que toca todos los géneros y tiene 182 páginas. Hay que ser muy bueno, directo y claro de ideas para contarlo todo tan directamente, sin artificios y conseguir que formes parte de los atardeceres mediterráneos o de las noches de vino y de hierba. Y el señor Pedregosa es un autor de ese tipo.
Amor, maltrato, desamparo, corrupción política, secretos, ideales y música. Un libro que si puedes leer junto al discoMediterráneo,vas a disfrutarlo más si cabe. Un libro que no se acaba en la última página. Un libro que en mi opinión, está pensado para una continuación y ojalá se produzca. Porque un servidor, al que no le gustan los finales tristes, porque para eso me basta poner el telediario y me deprimo, temía el final de esta obra. Tengo un "defecto" en mi faceta lectora y es que no soporto que en las historias, ganen los cobardes y lloren los que lo arriesgan todo. Y en esta historia, en la que es muy fácil encariñarse con los personajes, el impacto podría haber sido bestial. Pero por suerte, Pepo deja un final abierto a la esperanza. A las señales que un lobo puede llevar en su aullido, a la esperanza de que si de verdad lo quieres, no hay prueba que no se pueda superar. Y la sensación es muy buena.
Mañana jueves 29 de octubre Alejandro Pedregosa presentará su última novela: "Hotel Mediterráneo" publicada el 1 de octubre por Planeta de Libros en: