En el mundo de Cassia, las autoridades lo deciden todo. A quién debes amar, de qué debes trabajar, incluso cuándo debes morir. Cassia nunca ha cuestionado las decisiones que han tomado por ella, ni siquiera cuando le comunican que su «pareja perfecta» -la persona con quien deberá compartir el resto de su vida- es Xander, su mejor amigo. Los problemas llegan más tarde, cuando un extraño error informático hace que en la microficha que las autoridades le han entregado aparezca la cara de otro chico: el enigmático Ky. Con una mezcla de estupefacción y curiosidad, Cassia empieza a investigar. ¿Y si este error no fuera fortuito? ¿Y si la persona de su vida no fuera quien le han asegurado que es?Al intentar buscar respuestas a todas estas preguntas,Cassia deberá afrontar una elección imposible entre la perfección y la pasión, entre Xander y Ky, entre la única vida que conoce y el camino que nadie hasta entonces se ha atrevido a seguir...
Esta es una reseña programada, así que me paso por sus blogs un poco más tarde :3
La verdad es que este libro (y trilogía) jamás me había llamado la atención. Y descarté completamente leerlo al ver todas esas reseñas negativas (que tampoco he visto más que dos o tres positivas). Y cuando tuve que hacer el Christmathon (allá por 1649) y una amiga me canceló el préstamo de Finale por diversas razones (uhm), Marti me dijo que lo lea aunque sea para completar ese espacio.
No estaba muy segura de querer leerlo, y en realidad fue el último de los libros que leí en esos días. Y, sin embargo, me gustó muchísimo.
La historia comienza con Cassia y su banquete, en donde las chicas que han llegado a los diecisiete años descubren quién será su pareja perfecta para toda la vida; sus padres han sido así emparejados y hasta el día habían sido la pareja perfecta, ¿quién podría negarlo?
El problema surge cuando en la pantalla aparece Xander, su mejor amigo, pero en la microficha que las autoridades le dan, aparece Ky, un chico solitario y extraño que llegó de lugares lejanos y está a cargo de sus tíos.
Empezando con la ambientación, lo que más me gustó es la descripción y organización que la autora le da al mundo de Cassia. Creo que no he leído un libro donde la perfección y lo automático de una sociedad esté tan bien descrito o, más bien, se sienta tanto. Además, me encanta cómo todos los personajes acatan de alguna u otra manera las decisiones de las autoridades, y cómo se nota que la cúpula del poder es muy dura. Ally Condie crea un mundo espectacular para llevar a cabo una de estas nuevas distopías.
El romance entre Cassia y Xander no me gustó demasiado; no porque no fuera bueno o no estuviera bien contado, sino porque la verdad no es algo que me emocione mucho una relación amorosa entre dos mejores amigos. No hay emoción, siempre hay una sensación de hermandad en el medio, y se hace cansina la lectura. Además, me parece que Xander estaba súper enganchado, lo que era lo más probable pobre pichón, pero Cassia no tanto; es entendible que se sienta confundida por lo de Ky, pero varias veces prácticamente rechaza a Xander por estar pensando en el otro.
Hay varios papeles secundarios que me encantaron, como el de los padres de Cassia, su hermano y, sobretodo, su abuelo. Este último creo que fue el que más me gustó, porque tiene la chispa de la rebelión (aunque no es el único, pero sí el que más lo tiene marcado) en los ojos; es único personaje que amé apenas lo conocí (bueno... y un poquito a Ky), porque me dio una razón para seguir leyendo el libro si en algún momento no me gustaba, y fue la principal causa de que siga apostando a esta trilogía.
Bueno, ejem.
El libro me gustó, y mucho. Me entretuvo de principio a fin, y los malos que aparecen en representación de los verdaderos malos, como los agentes que se presentan en diferentes escenas a lo largo de todo el libro, me hicieron acordar a muchas situaciones reales, como las que ahora están sucediendo en Venezuela. La culpa se las adjudican a aquellos que hacen lo que tienen que hacer para vivir, porque las órdenes vienen de más arriba.
Si lo recomiendo o no es algo muy al azar. Yo se lo compré a Marti porque no le había gustado, y a mí me gustó mucho; he visto varias situaciones exactamente iguales, así que... no sé. Creo que hay que tirarse a la pileta si ven que el libro les gusta, y sino pedirlo prestado o algo.