NO PARO DE DAR VUELTAS EN MI CABEZA A ESOS ÚLTIMOS SEGUNDOS ANTES DEL ACCIDENTE. PODRÍA HABER HECHO ALGO. DEBERÍA HABER HECHO ALGO... LO DARÍA TODO POR UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD.
Ni Max, ni Kendall, ni las cinco personas que presenciaron el accidente supieron reaccionar a tiempo. Podrían haber cambiado la suerte de Luna, pero todo sucedió demasiado rápido.
¿Y si hubiera algún modo de compensarlo? ¿Y si pudieran cambiar la vida de la gente con pequeños gestos?
Max y Kendall aceptan el difícil reto de adentrarse en las calles de Nueva York y en las vidas de sus ciudadanos y hacer siete buenas acciones a desconocidos, una por cada testigo que estuvo allí. Tienen cuatro días hasta fin de año, hasta que el reloj marque medianoche y todas las piezas encajen.
Lo que aún no saben es que intentando ayudar a otras personas se van a encontrar a ellos mismos.
→ Link de compra en Amazon ←
Juntos a medianoche de Jennifer Castle llevaba varias semanas en mi estantería esperando su turno a ser leída y no ha sido hasta ahora que he podido adentrarme entre sus páginas. Desde el primer momento me llamó la atención ya fuera por su portada, que considero preciosa, o por la trama poco común que nos describía su argumento ya que no es para nada una novela romántica juvenil como estamos acostumbrados sino que más bien veremos como la autora nos va a introducir en una obra donde el romanticismo quedará en segundo plano y lo que aquí tendrá especial importancia será la evolución personal de los protagonistas que crecerá a raíz de la ayuda prestada a otras personas de forma totalmente arbitraria y desinteresada.
El libro contará con dos personajes principales como son Kendall y Max, dos jóvenes que, aunque se conocen desde hace tiempo llevan meses sin hablar a raíz de una historia de verano en la que se vieron envueltos y que, aunque no conoceremos de primera mano, si se contaran ciertos detalles para que el lector no pierda el hilo de lo que les ocurrió. Ahora, meses después se han vuelto a encontrar ya que Kendall ha quedado en la ciudad para Nochevieja con Jamie, un amigo de los dos y por el que la chica siente algo desde hace tiempo. No obstante, su encuentro, aunque algo incómodo, no será nada apacible ya que por desgracia ambos serán testigos de un fatal accidente donde una chica será atropellada por un autobús. Desde ese instante, ambos no podrán dejar de pensar en ella, incluso descubrirán su nombre, Luna, una mujer que podría estar bien si ellos o las cinco personas que presenciaron el suceso hubieran reaccionado de alguna manera. Por esto mismo, los dos se propondrán una especie de reto donde tendrán que ayudar a tantas personas como testigos hubo esa noche, siendo siete las acciones que tienen que realizar antes de fin de año. Así, con Nueva York como telón de fondo comenzarán con su cometido ayudando de una u otra manera a gente corriente que se van cruzando en su camino, historias que irán intercaladas con la narración de nuestros protagonistas que, aunque breves, serán lo suficientemente importantes para sensibilizar al lector y hacerle consciente que cualquier persona a nuestro alrededor puede necesitar ayuda o simplemente ser escuchado, pues todo el mundo debe lidiar con sus propios demonios, incluidos Kendall y Max. Estas buenas acciones los ayudarán a madurar y también hará que ellos sean conscientes de sus problemas personales haciendo que de una buena vez les hagan frente pues de otra forma nunca podrán encontrar el camino que los llevará en la dirección correcta. Por otro lado, pasar tanto tiempo juntos hará que poco a poco superen lo ocurrido en el verano y se den cuenta que ambos sienten algo por el otro llevándolos a vivir estupendos momentos en la recta final de la Navidad, siendo la Nochevieja la noche más especial para ambos. Sin embargo, el final que la autora nos propone aquí puede ser algo distinto a lo que estamos acostumbrados, aunque en mi opinión no lo considero como un final en sí, sino más bien el comienzo ideal de algo maravilloso que dejará a nuestra imaginación.
Jennifer Castle nos acerca una obra que puede ser definida de varias formas, entre ellas, sensible, dura, dulce y totalmente conmovedora ya que como os he dicho para nada se trata de otra novela romántica más, sino que veremos una historia de ayuda, de cómo los protagonistas con sus acciones intentan concienciar al lector de que a veces es bueno preguntar si alguien necesita ayuda pues con un solo gesto puede lograrse mucho más que con el simple hecho de ignorarlos. Si os soy sincera, al principio de conocer a Kendall pensé que la protagonista era rara por su forma de pensar, pero poco a poco e ir conociéndola algo más me di cuenta que esas rarezas la hacían única y muy especial pues pocas personas existen como ella, una chica dulce y tímida que solo quiere ser normal y no será hasta que sepa qué siente por Jamie cuando realmente averigüe más sobre sí misma siendo eso el principio de cómo afrontar su futuro. Por su parte, Max también tendrá que descubrir que rumbo quiere seguir su vida, pero antes de conseguir esto deberá afrontar el pasado y decirle adiós de una vez pues de otro modo seguirá estancado sin poder avanzar hacia las metas que le están esperando. Ambos me han gustado muchísimo y sobre todo me han encantado que se fueran dando cuenta poco a poco de lo que sentían el uno por el otro, un gran plus para la lectura. Asimismo, el abanico de secundarios que nos encontraremos será un incentivo más pues cada uno con sus problemas nos irán dando lecciones difíciles de olvidar. Si tuviera que quedarme con solo uno sin duda sería el abuelo de Max, el señor Ezra Levine, un hombre que ha perdido a su esposa y sin la cual no sabe qué hacer, pero que gracias a Kendall y al propio Max volverá a recuperar la sonrisa que meses atrás se apagó. Como veis, la novela tiene un atractivo único y deseo que si le dais una oportunidad os llegue a gustar, pero sobre todo espero que os enamore y os atrape tal y como ha hecho conmigo pues la pluma de Jennifer me ha encantado por su sencillez y su forma dinámica de contarnos esta inusual historia.
Juntos a medianoche de Jennifer Castle es una historia preciosa de segundas oportunidades, de ayuda al prójimo y de buenas acciones que enamorará al lector, pero también será una obra exquisita donde veremos cómo Kendall y Max se encontrarán a sí mismos ayudando en el momento justo a quien más lo necesita.