1. Más que una amante || 2. Amante de nadie || 3. La amante secreta
Como expliqué ya en alguna otra ocasión, la tercera y última novela de la trilogía Amantes, de Mary Balogh, fue escrita diez años después de Más que una amante y Amante de nadie. No sé muy bien las razones por las que la autora tardó tanto en publicar esta tercera parte, pero me puedo hacer una idea..., aunque quizá equivocada. Amantes es una trilogía familiar; en cada uno de sus libros encontramos la historia personal de uno de los hermanos Dudley. En el primero pudimos conocer al mayor de ellos, el duque de Tresham. En el segundo, disfrutamos de la relación del mediano, Ferdinand. Y en este tercero, de la única mujer y benjamina, lady Angelina Dudley. Lo extraño, como digo, es que a ella la conocimos ya casada y feliz en las dos anteriores novelas, por lo que con La amante secreta no hacemos otra cosa que volver al pasado, cuando los tres hermanos estaban solteros. Teniendo en cuenta esto, y que el libro fue escrito tantos años después, sólo puedo imaginarme que la mayoría de los seguidores de la autora estaban deseando conocer la historia de Angie, y Balogh no hizo otra cosa que complacernos. Dudo que nadie que haya leído las dos primeras novelas no sintiera curiosidad por tan fascinante personaje...
... Y ahí reside el problema principal y por lo que le he bajado un poco la nota. Angelina Dudley era absolutamente genial en las pocas ocasiones en las que hizo acto de presencia. Su personalidad extravagante, casi tanto como si forma de vestir, me fascinó por completo. Lo que hizo que aumentar mis expectativas alrededor de este personaje. Algo que, como todos sabemos, no ayuda. Me ha gustado, lo he disfrutado mucho, como casi todo lo que leo de esta autora, pero no ha estado al nivel que yo esperaba y ansiaba. Tengo que reconocer que no es lo mismo escribir un par de escenas geniales con un personaje al que puedes exagerar su carácter todo lo que te apetezca..., a escribir una novela entera sobre él; ella, en este caso. Eso está claro. Tienes que conseguir que su personalidad tenga muchos más matices, no sólo esa parte estrambótica. Y eso es algo que no tuve en cuenta mientras esperaba la publicación de La amante secreta. Por ello, quizá gran culpa del pequeño chasco -pequeño, no vayamos tampoco a exagerar-, ha sido culpa mía. De todas formas, Angelina es una protagonista que encandila por completo al lector, que se aleja bastante de las féminas a las que estamos acostumbradas en este tipo de novelas, y que consigue que pasemos un rato más que agradable con sus ocurrencias.
Algo que tengo que destacar mucho es la diferencia entre los protagonistas; son como el día y la noche. No tienen nada que ver uno con el otro. Mientras ella es risueña, encantadora, impulsiva y apasionada, el conde de Heyward es soso, comedido, cortés, y sin un ápice de vehemencia en su cuerpo. Angelina se enamorará de él tres segundos después de conocerlo, pues es lo que siempre ha ansiado: un caballero de verdad, y no uno de esos libertinos más parecidos a sus hermanos. En cambio, Edward se sentirá incómodo e irritado con la personalidad de ella..., por lo menos en un principio. Esto hará que, a diferencia de muchísimos otros libros, su relación vaya evolucionando muy poco a poco. Me ha sorprendido por ello la estructura de la novela, ya que no sigue los patrones típicos a los que estamos acostumbrados, sino un progreso más natural. Eso sí, para los que ahora mismo estén pensando en lo poco atractivo que resultan los enamoramientos a primera vista, decir que pega mucho con la personalidad de Angelina; puede que ella lo vea desde el primer momento como el amor de su vida, pero irá conociéndolo también poco a poco. Me ha parecido algo propio de una joven que acaba de salir al mundo y es deslumbrada por lo que encuentra en él; es decir, algo que provoca cierta ternura en el lector, no rechazo.
También mencionar a los personajes secundarios, entre ellos Tresham y Ferdinand. Me ha encanto que tengan bastantes apariciones en la novela, aunque, al haber leído sus historias anteriormente, he echado de menos a sus parejas. Eso no es problema para los nuevos lectores, ya que siempre pueden comenzar por La amante secreta, algo que recomiendo. Además de sus hermanos, podemos hallar un romance secundario que me ha sorprendido y no ha hecho más que mejorar el libro. No diré quiénes son dichos personajes... toca leer.
Amantes es una trilogía que enamorará a todos los seguidores del género. Es imposible no disfrutar con las aventuras, romances y ocurrencias de los tres hermanos Dudley. No puedo más que seguir recomendando fervientemente las novelas de Mary Balogh.