RESEÑA: La Carretera.

Publicado el 06 diciembre 2015 por Jimenada
LA CARRETERA

Título: La Carretera. 
Autor: Cormac McCarthy (Providence, Rhode Island 1933) novelista, dramaturgo y guionnista estadounidense. El crítico literario Harold Bloom le ha distinguido como uno de los cuatro mayores novelistas norteamericanos de su tiempo junto a Thomas Pynchon, Don Delillo y Philip Roth. Se le suele comparar habitualmente con William Faulkner y ocasionalmente con Herman Melville, aunque por la importancia que juega la naturaleza en sus novelas, también se le compara con Mark Twain. McCarthy es autor de novelas tan importantes como El Guardián del Vergel, Hijo de Dios, Meridiano de Sangre, Suttre, No es país para Viejos y de la famosa Trilogía de la Frontera (Todos los hermosos Caballos, En la Frontera y Cuidades de la Llanura) entre otros. En el año 2006 McCarthy publicó La Carretera, obra que le valió el prestigioso Premio Pulizer al año siguiente.

Editorial: Debolsillo.
Idioma: inglés.
Traductor: Luís Murillo Fort.
Sinopsis: La Carretera, novela galardonada con el Premio Pulitzer 2007 y best seller literario en Estados Unidos, transcurre en la inmensidad del territorio norteamericano, un paisaje literalmente quemado por lo que parece haber sido un reciente holocausto nuclear. Un padre trata de salvar a su hijo emprendiendo un viaje con él. Rodeados de un paisaje baldío, amenazados por bandas caníbales, empujando un carrito de la compra donde guardan sus escasas pertenencias, recorren los lugares donde el padre pasó una infancia recordada a veces en forma de breves bocetos del paraíso perdido, y avanzan hacia el sur, hacia el mar, huyendo de un frío "capaz de romper las rocas".
Su lectura me ha parecido: dura, apasionante, terrible, reflexiva, intrigante, trepidante, humana, versátil, interesante...¿Sabéis de esos momentos en los que piensas que nada puede sorprenderte ya? ¿Esos instantes en los que, tras una racha de lecturas para olvidar, te sientes bastante frustrado con el mundo de la cultura y de la literatura sobretodo? ¿Esos segundos en los que a punto estás de perder la confianza en el ser humano como creador de cultura? Creo que todos, amigos y amigas, sobretodo los que nos dedicamos a esto de escribir lo que nos parece una lectura en concreto, hemos atravesado fases críticas, en las que tras encadenar una decepcionante novela tras otra, nos hace padecer, llamémoslas, crisis de fe o de confianza. Sin embargo, una servidora, afortunadamente, gracias a un acontecimiento fortuito, consiguió salir de ese interminable y agonizante bucle que parecía no tener fin. En ese maravilloso momento, surgió una especie de historia de amor, entre la literatura de un autor y una servidora, empujándome a querer saber más y a intentar en la medida de lo posible leer más libros suyos. De momento, he conseguido, y también de pura casualidad, conseguir leer el libro que hoy tengo el placer de reseñar, y que de seguro algunos conocéis. Sin más preámbulos, lectores y lectoras os presento La Carretera: la depresión y la reflexión unidas en un libro único. 

La historia de cómo La Carretera llegó a mis manos, sorprendentemente todo hay que decirlo, fue, como ya avancé en la introducción de pura y absoluta casualidad. Sin embargo, la historia comienza, para ser justos, una tarde, en una de mis queridas y admiradas librerías del centro de mi ciudad, mientras echaba un vistazo a las estanterías dónde se apilaban los clásicos de la literatura. En uno de aquellos golpes de vista, vislumbré un apellido, que en cierto sentido me resultaba familiar: McCarthy. Al leerlo, inconscientemente lo asocié con Josep McCarthy, el máximo exponente del Mccartthismo, es decir, de la tristemente famosa caza de brujas, de esta cruzada anticomunista que afectó en su mayor medida al mundo de la literatura y del cine en los Estados Unidos.Sin embargo, en cuanto me decidí a sacar uno de aquellos libros de la estantería, pronto supe que se trataba de un escritor estadounidense un tanto peculiar e interesante al mismo tiempo. Tras esa primera experiencia, en la que sólo leí la sinopsis del libro en cuestión, no había día en el que, cuando acudía a cualquier librería, mis ojos buscasen las novelas de Cormac McCarthy. Un a servidora no podía evitar perderse entre la belleza de sus portadas y saborear la escasa sinopsis que la editorial mostraba en su contraportada, preguntándome si llegaría el día, ese día en el que pudiese adentrarme plenamente en algunas de sus novelas. El tiempo pasaba y ante la imposibilidad de encontrar sus libros en alguna biblioteca cercana, estuve a punto de rendirme, sin embargo, una tarde se me ocurrió echar un vistazo a la lista de libros electrónicos que un familiar me pasó cuando me reglaron el Ebook. La sorpresa fue mayúscula cuando de entre la lista de autores pude leer el apellido McCarthy, enseguida pinché sobre él y apareció sólo una novela, La Carretera. Me hubiese gustado encontrar más títulos del autor, sin embargo, en aquellos instantes me contentaba con leer aquella novela que tantas veces había visto en las librerías. Mis deseos, por fin, se habían cumplido. 

En lo que respecta a la crítica propiamente dicha, comenzaré diciendo que La Carretera es una novela original dentro del estereotipo del género postapocalíptico en el que se inserta la novela. Encuentras algún cliché, como es habitual, mientras lees el libro, sin embargo, no molestan, pues, la historia que McCarthy nos narra sirve de contrapeso con respecto a estos pequeños detalles que podrían habernos distraído de su lectura de no haber estado difuminados a posta por el autor. Seguidamente, otro aspecto importante es el juego que establece el escritor entre la trama y el lector, proponiendo a éste último una especie de reto literario. En resumidas cuentas, en La Carretera McCarthy obliga al autor a estimular la imaginación y a pensar, algo que no es nuevo es cierto, pero que en este libro adquiere unas proporciones interesantes al posicionar al lector en un páramo desolador en el que seguimos la historia, la terrible historia de un padre y un hijo en busca de la salvación, de esa supervivencia deseada en un mundo arrasado. Es entonces cuando McCarthy inconscientemente nos plantea preguntas, cuestiones que van apareciendo a lo largo de la novela, que nos hacen por ejemplo, tratar de imaginarnos esa destrucción, esa bruma oscura, esos edificios esqueléticos y sin vida; pero también hacernos pensar sobre las consecuencias y los por qués de dicha catástrofe. Por último, el hecho de que presente una lectura ágil, explícita y directa, bastante directa, es un aliciente para que la predisposición del futuro lector a adentrarse en esta novela sea del todo favorable, por lo que en ese sentido McCarthy en La Carretera logra un magnífico trabajo. 

Reservando este cuarto y último párrafo a la reflexión final de la novela reseñada en cuestión, no puedo evitar iniciarlo sin antes confesaros lo difícil que ha sido encontrar un punto en el que poder desarrollar una opinión personal acerca de este libro, pues, son tantos los temas que aparecen, y cada cual más atrayente e interesante. Sin embargo, y tras meditarlo durante unos largos días, he llegado a la conclusión de que La Carretera encierra entre sus páginas un mensaje claro y apabullante, tan apabullante que irónicamente, puede incluso pasar desapercibido en la novela para nuestra tristeza. Hace unas semanas que sabemos de las reuniones de los jefes de estado y de gobierno en París, en las cuales, se pretende poner solución al problema del Camio Climático. De momento la cosa parece que avanza, pero a pasos minúsculos, de hecho ni yo misma sabría decir cuantas reuniones llevan ya intentando ponerse de acuerdo, algo que, por otro lado, no beneficia en nada al planeta tierra, el cual esta siendo testigo de una incesante crecida del nivel del mar, de cómo los gases contaminantes destrozan la capa de ozono, de cómo ríos se convierten en vertederos y de como el deshielo avanza vertiginosamente ante nuestros ojos sin que nadie se digne a frenarlo. En la contraportada de la edición de La Carretera, se insinúa que el estado de la tierra que presenta es debido a un holocausto nuclear, algo que nos remite sin lugar a dudas, a la tragedia acontecida en Chernóbil, pero que en el caso de la novela, sería a escala mundial. No obstante, en la novela no se especifica el por qué de la situación, sólo vemos las terribles consecuencias que dicho desastre provocó y como éste sirve de desolador y dantesco paisaje para los protagonistas, ese marco de fondo, ese ficticio mundo en el que nadie querríamos vivir. Por ello, y en relación con lo mencionado antes, desde aquí pido que cuidemos nuestro entorno, que lo mimemos, que lo tratemos bien, pues a veces no nos damos cuenta que con inconscientes actos, nos estamos cargando nuestro paraíso, nuestra casa, nuestro hogar. La Carretera ofrece esa reflexión, la cual, debemos tener muy en cuenta para nuestro futuro y para el de nuestros descendientes. La Carretera: una historia de sacrificio, solidaridad, paternidad, inocencia, supervivencia, desolación, ideales....Una novela que todos deberíamos leer al menos dos o más veces en la vida. 
Frases o párrafos favoritos: 
"No creo que la bondad se aprenda.Si te dejan a la deriva en el mundo para aprender sobre la bondad, vas a tener un problema."
Película/Canción: en el año 2009 se estrenó la adaptación cinematográfica de dicha novela. Interpretada por Viggo Mortensen (El Señor de los Anillos) obtuvo en su momento buenas críticas y llegó a competir en el conocido Festival de Cine de Venecia en su edición número 66. 

¡Un saludo y a seguir leyendo!