339 páginas || Papel y ebook
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Cerrar todas las puertas.
No abrir las ventanas.
No hacer ruido.
No salir de la habitación después de las 10.
Ahora vivo con mamá y estas son las normas. Ella dice que es por sus dolores de cabeza pero yo sé que un espíritu deambula por los pasillos de esta casa. Hoy me ha visto, lo espiaba desde las escaleras cuando lo vi ahorcado, colgando de una viga en el salón. Tengo mucho miedo, pero sé que no podrá darme alcance en mi habitación. Si las puertas están cerradas el fantasma no podrá tocarnos. Mamá dice que no hay ningún fantasma en la casa, pero yo sé que miente. No debo salir de mi habitación.
Mitchell es solo un niño que ha vivido casi toda su vida con su abuela. Ahora, dado que ella ya no puede cuidarle, debe volver junto a su madre y aprender a convivir con ella, con la que apenas ha compartido tiempo en los últimos años. Todo para él va a ser nuevo. Un nuevo lugar en el que vivir, una nueva casa y un nuevo colegio, algo que no sabe cómo afrontar porque él siempre ha estudiado en casa. El comienzo no es bueno, no tiene la aceptación de sus nuevos compañeros como él espera, y la vida dentro de la escuela, empieza a ser un infierno para él. Para colmo, su madre tiene una reglas algo absurdas para estar en casa: cerrar todas las puertas, no abrir ventanas ni cortinas, y no salir de la habitación a partir de las 10. Y Mitchell no entiendo por qué, hasta que una noche empieza a oir ruidos extraños y se da cuenta de que en la casa, no están solos. Hay un fantasma, aunque su madre lo niegue, y él está decidido a averiguar quién es. ¿Pero y si los secretos que están a punto de salir a a luz no son los que él espera encontrar?
Estamos ante un libro que sorprende casi desde el primer capítulo... Y realmente si en el primero no lo hace, en el segundo seguro que sí. Cuando el libro se publicó y leí la sinopsis, no pude evitar pensar en 'Los Otros' de Amenábar. Una casa donde las puertas y ventanas deben permanecer cerrada y tenemos una madre bastante obsesiva, justo como en la película. Y estaba convencida de que iba a encontrarme con algo parecido y que no me iba a parecer original la historia... Me equivocaba. Es cierto que puede tener algunos elementos parecidos, o no, y puede que la historia no sea realmente original, en plan que nunca se haya escrito o hecho nada parecido, o sí. No lo sé, tengo mis dudas de todo, pero lo que os puedo asegurar es que la historia que guarda este libro, es una auténtica maravilla. Y que es mejor que lo leáis sin saber absolutamente nada de él, para que os sorprenda como ha hecho conmigo.
Siempre que leo un libro escrito entre dos personas y no encuentro diferencia alguna entre lo que hace una u otro me sorprendo, y me parece increíble. Me pasa con Iria y Selene, y me ha pasado con Helena y Vincent. Es imposible saber qué ha escrito uno y otro, aunque los capítulos que se alternan sean de diferentes personajes y estén escritos incluso en un tiempo verbal diferente. Es posible que eso sea lo que diferencia a una de otro, pero no lo sabemos, y eso me encanta. Y esas diferencias en el modo de escribir no nos dejan con la sensación de que sea un error para nada. De hecho, me ha encantado que tengamos el punto de vista de dos personajes, porque es algo que siempre disfruto muchísimo. Y que sean justo los dos personajes de esta historia que son, me ha encantado. Puede pensarse que cómo he dicho, la sorpresa se descubre demasiado pronto, pero no importa, se disfruta la historia igual.
Además es un libro que a mí me ha hecho surgir dudas a medida que iba leyendo, dudas importantes que temía que quedaran en el aire y eso no me iba a gustar nada, y la alegría que he sentido al ver que están resueltas y que todo tiene su momento y su porqué, ha sido inmensa. Además, la pluma de l@s autor@s es maravillosa. Y consigue conectar de una manera perfecta, aún con las diferencias que he comentado que tenemos en los capítulos. La narración es ligera y muy amena, haciendo que el libro enganche de tal manera que sea imposible soltarlo, aunque esto en parte es por culpa de la historia que nos están contando, y quizá no tanto por la forma, pero esta siempre ayuda. Además la edición es una pasada, los detalles que hay en el interior, en cada capítulo, ayudan a imaginarse de qué va a ir el mismo y eso lo hace aún más bonito, y me encantan los libros tan cuidados. Así que mi enhorabuena a la editorial (y a Mireia) por el interior y exterior del libro, es una pasada.
Gracias a la editorial por el ejemplar.