Auto Publiado · 4 Septiembre 2016 · Histórico · Independiente
Una historia de amor entre dos épocas
Álex Carmona poco se podía imaginar que el pergamino que había adquirido en una misteriosa librería la iba a llevar a la Inglaterra medieval.
Allí conocerá a Robert FitzStephen, señor de Black Hole Tower, que desde el primer instante la fascinará y le hará cuestionarse todos sus principios.
Si bien el destino ha sido el artífice de que sus caminos se crucen, habrán de ser ellos los que decidan sobre su futuro. ¿Son novecientos años realmente una distancia insalvable?
Decir que leer la novela que os traigo reseñada hoy ha sido todo un placer es quedarme corta, pues La chica del pelo azul de Laura Sanz ha significado un soplo de aire fresco en mis lecturas y volver así a disfrutar de un libro maravilloso que sin duda encandilará al lector desde su primera página. Cuando lo comencé no tenía unas expectativas demasiado altas ya que las historias de viajes en el tiempo pueden resultar un tanto atropelladas y forzosas, pues bien, ya su inicio me dejó claro que poseía un no sé qué que la hacía diferente, con una trama tierna y muy romántica la autora nos presenta unos personajes fascinantes, distintos en todos los aspectos, pero que enseguida desarrollarán una química especial, haciendo de toda la obra algo difícil de olvidar.
Alejandra Carmona o Alex, como la llama todo el mundo, ha aprendido con el paso del tiempo que vivir como quiere es la mejor manera de ser feliz. Desde muy niña estuvo al cuidado de su abuela, una mujer de carácter fuerte y autoritario que guiaba sus pasos día tras día. No obstante, llegó un momento en el que decidió romper con todo y vivir a su manera. De este modo, con ese espíritu valiente y desenfadado ha recorrido infinidad de países llevando una existencia monótona que le aporta una libertad que tuvo restringida durante mucho tiempo. Ahora se encuentra afincada en Madrid con un trabajo que le gusta aunque no la llena realmente, un parada más en su vida que parece estar terminando. Todo esto la ha hecho desligarse de las ataduras que le impusieron en su juventud, sin embargo la ha vuelto una persona solitaria donde los amigos escasean y las relaciones se vuelven pasajeras. Solo existe una constante en sus hábitos, los libros, le encanta la lectura por lo que cuando tiene la oportunidad de visitar una misteriosa librería no dudará un instante. Allí conocerá a un personaje de lo más peculiar que la conducirá a un pergamino un tanto diferente, el causante de que comience una trepidante aventura en la Inglaterra medieval. Allí descubrirá el poder del amor, la ternura y una pasión desgarradora que vendrá de la mano de un caballero que está muy lejos de ser su hombre ideal.
Robert FitzStephen, señor de Black Hole Tower, es uno de los hombres de confianza de Henry II. Curtido en multitud de batallas, ha logrado la posición que tiene gracias a la lucha y el honor que posee. Humillado en el pasado con una vida difícil, es ahora el dueño de su destino y el sostén de todos los que están a su cuidado. Cuando el rey le otorgó las tierras que ahora posee supo que lo hacía a cambio de su lealtad y pleitesía, algo que no le importó ya que era la oportunidad perfecta de ser alguien. Ahora es un hombre respetado que espera dar a su hijo el hogar que él no tuvo, tiene todo lo que necesita y la falta de una mujer a su lado no le preocupa, sus pensamientos están puestos en otras obligaciones. Por este motivo, cuando acoge en su castillo a Alex nunca imaginó que la dama en cuestión pudiera robarle el corazón y despertar en él una pasión sin límites.
Robert y Alex llegarán a conocerse en el peor de los momentos, las circunstancias les llevarán a confiar ciegamente el uno en el otro, comenzando así una amistad donde las confidencias y los secretos les permitirán abrir sus respectivos corazones, y donde la pasión estará siempre presente. Aunque tienen maneras muy distintas de ver las cosas, empezarán a entenderse desde el principio y serán un apoyo incondicional. Alex está en un lugar extraño y no puede regresar a su tiempo por lo que procurará adaptarse a una época difícil para las mujeres, en este sentido Robert será su ancla, siempre ahí por si lo necesita. El caballero, en cambio, verá en ella lo diferente que es, ese toque de frescura que lo hechizará desde el primer momento. De esta forma un sentimiento profundo nacerá en ambos, un amor que no han conocido antes y que los asusta. Ese miedo al fracaso los hará recelosos pero cuando decidan enfrentarlo solo tendrán que vivir la felicidad que se les presenta, aunque ese será el momento donde Alex tendrá que decidir si ese sentimiento que la embarga es suficiente para aferrarse a su caballero medieval o, por el contrario, volver a una existencia que ella misma eligió.
Laura Sanz me ha maravillado con su pluma, con una prosa fresca y a la misma vez cuidada no ha dejado escapar ningún detalle histórico en una trama que se hace corta a pesar de sus más de cuatrocientas páginas. Como en todas las novelas de viajes en el tiempo somos testigos de dos épocas muy diferentes, ambas descritas con maestría y dando al lector detalles suficientes para que resulten amenas y fáciles de entender. En referencia a los personajes vemos a unos protagonistas muy distintos, Robert, un caballero con un sentido del honor muy arraigado, Alex, una mujer moderna y liberal que se vale por sí misma. Un choque de caracteres que desembocará en una química fascinante entre ellos. Ambos tendrán que aprender a adaptarse y el destino los unirá para que descubran que las diferencias no siempre son insalvables. Además, los secundarios serán imprescindibles, amigos y enemigos todos serán piezas clave en la historia de estos dos amantes separados en el tiempo pero predestinados en sus corazones. En definitiva, una novela absolutamente preciosa donde el presente y el pasado se mezclarán para dar forma a un amor eterno.
La chica del pelo azul de Laura Sanz es una historia maravillosa donde nueve siglos de diferencia no serán obstáculo para el nacimiento de un amor profundo y sincero, ese capaz de romper las barreras del tiempo y de dar felicidad a dos almas que solo conocían la más absoluta soledad.