¡Hola! Siento que ha pasado un buen tiempo sin publicarles nada, pero es que desde mi última entrada había estado ahogada en deberes de la universidad y apenas el viernes envíe todos mis trabajos y no se imaginan el alivio que sentí al haberme quitado ese peso de encima, es que ahora con que han cambiado el plan de evaluación que en lugar de tener test final de la materia, debo presentar un ensayo con la conclusión explicada en un vídeo que debo compartir con mi profesor y yo siendo neófita en la materia ¿tienen idea lo mal que me ha salido el primer vídeo? Me gustaría mostrárselos pero moriría de vergüenza así que mejor pasemos a temas mucho más interesantes ( insertar emoji súper sonriente aquí).
Estuve pensando algunos días qué libro reseñar primero, pero dado que Anna vestida de sangre lo tengo prestado con una amiga de mi hermana que me prestó mi lectura actual (eso no sonó muy revuelto, ¿cierto), pues debo comenzar con lo que más tenga a la mano y es.... redoble de tambores, por favor (ignoremos el hecho de que ya lo han leído en el título, duh!) "La chica del tren". Espero que disfruten la reseña.
Ficha técnica.
Título: La chica del tren.
Autor: Paula Hawkins.
Género: Novela negra
Editorial: Planeta
Páginas:350
Precio: $278 (Gandhi).
Sinopsis: Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas... y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?
Opinión personal.
No será novedad que siempre comienzo un libro sin saber muy bien qué esperar y es que con el tiempo he aprendido a no hacerme muchas ilusiones o poner expectativas muy altas que es algo que solía hacer muy a menudo para poder disfrutar mucho mejor la lectura sin llevarme una desilusión literaria. Así que cuando comencé este libro, por ahí de octubre del año pasado, fue una de las lecturas más rápidas ya que sólo leía de camino al trabajo y en mis tiempos libres durante la jornada laboral.
El narrador de la chica del tren es... indescriptible. La chica del tren es de esos libros que vas siguiendo la trama muy bien, todo lineal y sin problemas y justo cuando crees que el libro continuará derechito hasta el final, da una vuelta brusca hacia la derecha y desbalancea todo. ¡Y eso es algo que me encanta en los libros! Me gusta que me sorprendan, que me hagan imaginarme qué va a pasar y que cuando llegue a esa parte, sea todo totalmente diferente... me gusta, me gusta.
Rachel, nuestro personaje principal, es una mujer para la cuál su vida está totalmente destruida: es una alcohólica sin nada que hacer y casi en la ruina, todo gracias a su divorcio... vale eso es lo que pensé al principio del libro, más adelante nos damos cuenta que no es así, pero no planeo decirles qué es lo que la indujo a esta fea adicción, porque en sí lo que Rachel tiene es una adicción con el alcohol.
Siento que Paula anda igualada, ¿cómo que Paula? hizo un gran trabajo con los personajes de esta historia. La primera parte de la novela, donde de a poquito vas conociendo a los personajes, el narrador te hace desconfiar de todos, sí, de TODOS, hace que tu mente comience a maquinar y tratar de imaginar qué es lo que sucedió y prácticamente sólo quieres una cosa ¡Saber qué pasó! Las primeras páginas se leen rapidísimo, los párrafos están llenos de misterios y unos cuantos jueguitos mentales que te mantienes al filo del asiento mientras continúas con la lectura.
Peeeeero, no todo es tan atractivo como en el comienzo. ¿Recuerdas cómo te sientes cuando comienzas a salir con alguien que acabas de conocer y que aparte te gusta? El éxtasis de la primera cita, el gusto de saber que tienen cosas en común y la propuesta para tener una relación... todo muy bonito, ¿no? Pero, ¿qué pasa cuando tienen seis meses saliendo y te das cuenta que todo eso que experimentabas en un principio se ha agotado, pero que aún así sigues queriendo al chico? Bueno, podría decir que algo muy similar me pasó con La chica del tren.
La segunda mitad del libro se volvió un poquito más... débil, por decirlo de alguna manera. Se volvió tediosa, digo, aún quería saber qué había pasado, pero comenzaba a cansarme, ¿saben? Sin duda alguna la trama no se volvió predecible, como suele ocurrir en otros libros llegados a este punto, pero si se volvió un poquito floja. El misterio, la pizca de ironía y los juegos mentales redujeron sus apariciones a lo largo de los párrafos siguientes hasta desaparecer en las últimas cien páginas.
Casi siempre me han gustado los libros autoconlusivos, pero La chica del tren ha sido una excepción pues el final no era para nada lo que me esperaba. La autora comenzó dando todo de sí en las primeras páginas, entregándote todo en bandeja de plata, para culminar con un final triste y nada acorde a lo que habíamos estado leyendo durante la longitud del libro.
Sí me gusto, sí lo recomendaría pues no me deja un mal sabor de boca, me gusto toda la construcción de la obra y los personajes, sólo que el final ha sido demasiado pobre para mi gusto.
Así que mi calificación para este libro es de:
Y tú, ¿ya lo leíste? ¡Cuéntamelo en los comentarios!