Reseña: La chica del tren, de Paula Hawkins

Publicado el 06 abril 2016 por Chema Fernández @chemaup


          ¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso?          Rachel, sí
          Rachel toma siempre el tren de las 8.04 h. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas… y la misma parada en la señal roja. Son solo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente. ¿Y si Jess y Jason no son tan felices como ella cree? ¿Y si nada es lo que parece?
          Tú no la conoces. Ella a ti, sí.

          Todo el mundo conoce esta novela básicamente porque la hemos tenido en la sopa desde verano hasta hace muy poco rondando en los puestos más visibles de las librerías. No es una novela que me llamara mucho la atención y sabía que tarde o temprano la leería para poder formarme una opinión porque la clasificaban como una grandísima novela de misterio e intriga... nada más lejos de la realidad. Ha sido una decepción y creedme cuando os digo cuando un libro ya se que me gustará o no en base a lo que leo y observo a mi alrededor.
          Rachel ha destrozado su vida; ha perdido su trabajo, se ha separado de su marido y es una alcohólica perdida. Vive con una antigua compañera de estudios y tiene una malsana costumbre, coge todos los días el tren de las 8:04 de la mañana. Ese tren para enfrente de una casa y Rachel observa cada día lo que hace esa pareja en el patio, como desayunan, como se besan... en su mente crea una película perfecta pero un día ve algo distinto, le ha llamado la atención y en ese momento toda su vida se vuelve del revés. Es imposible contar mucho más del argumento porque sería desvelar toda la trama y el "misterio" que hay en sus páginas.
          La verdad es que la única cosa buena que he visto de la novela ha sido el punto de partida así como la narración porque es muy ligera así como un vocabulario sencillo que harás que pasen volando las páginas. No tiene intención alguna de hacer pesada su lectura y la autora lo ha demostrado con frases cortas y acción durante todo el libro. Sin lugar a dudas, es el típico libro best-seller que está para vender y que no tiene intención alguna de pasar a los anales de la historia.
          En cuanto a la trama me ha parecido muy previsible desde el principio. Se nos va presentando el misterio y nos dejan caer pequeñas pistas, detalles que pueden pasar desapercibidos e incluso que llegan a confundir para hacer que te despistes pero que sinceramente, si los sigues de cerca y no te dejas engañar puedes adivinar todo el misterio de la novela en las primeras doscientas páginas. A partir de ahí ya ha perdido la gracia toda la novela pero eso no ha sido objeto para que dejara de leerla.
          Los personajes me han parecido odiosos, repelentes y que actuan sin sentido. Desde Rachel pasando por Anna y Megan y los masculinos. Empezamos con Rachel que obviamente la mujer está destrozada por una serie de avatares que le han ocurrido y hasta cierto punto entiendo que la pobre esté en cierta situación de desamparo pero sabiendo que te has quedado sin trabajo, no me cabe en la cabeza que cojas un tren todos los días cuando te estás quedando sin dinero y seas una acosadora porque realmente lo eres y de las buenas. Da igual las justificaciones que dan por coger el tren, no valen porque no tiene sentido. Después tenemos a Anna que sinceramente es odiosa en todos los aspectos. Acaba de tener una hija con un hombre que ha conocido porque le ha puesto los cuernos a su anterior mujer y ¿piensas que no te volverá hacer lo mismo? Ilusa de ti mujer... Y ya no es eso sino que tienes una hija, que es lo que más deseas y te pones a pensar que ojalá no la tuviera para ser más libre, ¿la quieres o no la quieres? Aclárate porque tener hijos es algo que tiene que ser muy meditado. Ya más tarde se le pasan esos pensamientos y la vemos extremadamente protectora con la niña y parece que solo la puede cuidar ella, que todas las niñeras son malas y ella es perfecta. Megan, la chica más rara que he visto en todo el libro (si las anteriores son raras, imaginaros ella) que nos quiere hacer creer que vive en un matrimonio perfecto pero que está podrido por dentro tanto por los arrebatos de su marido a como es ella, como se comporta y todo lo que hace. Vale que tu marido tiene una vena violenta contra ti, ¿te das cuenta ahora mismo? ¿Llevas con él bastante tiempo y lo sabes justamente ahora? Si llevas tiempo con una persona así, te habrías dado cuenta que no está muy bien de la cabeza y si haces lo que finalmente haces ¿por qué ahora? Tu ya lo conocías y pudiste hacer algo al respecto.
          De verdad, perdonadme si me he puesto en modo hater por los personajes pero creo que una buena novela se sustenta en unos buenos personajes y en como están caracterizados. No hay cosa en el mundo que más odie que los protagonistas sean seres despreciables en todos los sentidos y que estén construidos sin pies ni cabeza porque llegan a fastidiar toda la historia completamente.
          En resumen, La chica del tren ha sido una completa decepción en todos los sentidos, una novela que se le ha dado mucho bombo pero que en mi opinión no se la merece. Trama previsible y personajes muy mal caracterizados que no dejan lugar a nada, sinceramente, a que termines el libro y te olvides de ellos por lo patéticos que son. Sí, esta es una reseña bastante dura, de las que más en el blog, pero soy sincero y me gusta dejar claro que esta novela no merece la pena.

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¿Has leído el libro? Qué te ha parecido? Espero tus comentarios abajo :)