SINOPSIS:
Las cosas importantes de la vida no tienen nombre, son las que nos hacen sentir sin encontrar la palabra que se ajusta a ese momento, a ese instante que nos cambia la vida. Esta novela habla de esas cosas, de emociones, del guion que no está escrito, del valor de hacer lo que quieres y no lo que debes. De enfrentarte a ti mismo. De la conquista de tu propia vida. Enrique Arce debuta en la literatura con una historia conmovedora, sorprendentemente sincera, que nos transforma de una forma iniciática. Una novela escrita desde el corazón que nos hace reflexionar sobre el éxito y el fracaso, el amor y la muerte, el perdón y la amistad y, especialmente, sobre la larga sombra de la infancia en nuestras vidas. «La grandeza de las cosas sin nombre es un viaje de transformación interior; un viaje iniciático…, tal vez el mío propio a través de un personaje y unas circunstancias inventadas. La grandeza de las cosas sin nombre habla del amor (o su ausencia), el perdón, las adicciones, el vacío y la soledad del éxito, los fuertes lazos de la amistad en la infancia, la alargada sombra de la figura paterna… Pero, por encima de todo, he querido hacer una profunda...
La historia gira en torno a Samuel, un actor de origen español de reconocido prestigio. Vive en Nueva York donde ha desarrollado toda su carrera y, precisamente, el día que recibe el Tony (el Oscar del teatro) su padre se pone en contacto telefónicamente con él para anunciarle la muerte de su hermana. Samuel hace 30 años que no sabe nada de ellos y es entonces cuando decide viajar a España. Será un viaje que le cambiará la vida en todos sentidos.
Samuel es una persona que lo tiene todo, al menos en apariencia: tiene dinero, una profesión reconocida y una mujer con la que se casó muy enamorado pero con la que está en crisis desde hace tiempo. No tiene más familia que su mujer ya que su madre murió hace años y su padre y hermana viven en España y durante 30 años no ha sabido nada de ellos. Cuando era adolescente su madre y él salieron huyendo a Estados Unidos para nunca volver a Madrid. ¿Qué les hizo tomar esa decisión? Esta pregunta es el eje principal de la novela y lo que le da la intriga a toda la historia.
Lo que parece un viaje relámpago a la que fue su ciudad se convierte en algo más. Ahí se reencontrará con gente de su pasado con los que retomará la relación y le hará plantearse muchas cosas de su vida actual. También a través de flasbacks vamos conociendo cómo era su vida y cuáles fueron los hechos que desencadenaron la separación definitiva con su familia.
La grandeza de las cosas sin sombre es una novela con la que cualquiera de nosotros se puede sentir identificado. No hace falta haber pasado por una vivencia parecida pero en la novela se nos plantean temas como la ruptura con la familia, la pérdida con los amigos de la infancia o si hemos tomado el camino correcto. Temas, como veis, que a cualquiera de nosotros no le pueden parecer ajenos ni mucho menos. En mi caso, además, el personaje hizo la EGB como no y también dejó Madrid por otro lugar. Cuando vuelve, al cabo de 30 años, no la reconoce como suya. Personalmente, aunque voy de vez en cuando, muchas veces quiero ver recuerdos de mi infancia y no los encuentro ya. En ese sentido empaticé totalmente con el protagonista ya que sé que un lugar que fue tuyo se puede convertir en extraño.
Como os decía al principio, conozco al escritor por su faceta de actor. Cuando leí su nombre me sonaba pero pensé si no se llamaría igual que aquel actor de Compañeros, aquella serie de los 90 que me gustó tanto. Y sí, era él. Muchas veces nos echamos para atrás por el hecho de que una novela haya sido escrito por una persona famosa que, a priori, no tienen nada que ver con el mundo de la literatura, como es este caso. De verdad, ya os digo que es un libro que se lee perfectamente, con un ritmo que no decae en ningún momento y con unos personajes perfectamente definidos. Ademas, se nota que el escritor es actor ya que está muy metido el mundo de la interpretación y se nota que el autor conoce bien.
CONCLUSIÓN:
Ya veis que La grandeza de las cosas sin nombre me ha encantado. Se trata de una novela muy bonita, bien escrita y que no decepciona a nadie.