Reseña | La isla de lo eterno ~ Cristina Roswell

Publicado el 14 diciembre 2017 por Esther A.l. @eal_93
Año 1719. El Capitán Carlos Vásquez, un oficial de infantería de marina del ejército español, se ofrece voluntario para viajar a Escocia y participar junto a sus hombres y algunos clanes de highlanders en la rebelión jacobita. Lleva la intención de dejar atrás no solo su país sino los recuerdos de un corazón roto, el suyo, y comenzar una nueva vida... pero la perderá sin llegar a conseguirlo.                                                                                      Año 2017. Ariadna Álvarez, una joven periodista española absorbida por su trabajo, recibe la noticia del fallecimiento en Edimburgo de su hermana menor, Iveth. En un intento de ahorrarle dolor a su madre, enviudada recientemente, decide ocultarle la noticia y hacerse cargo de todo por su cuenta. Tras volar a la capital escocesa y encontrar el diario de su hermana con los planes de una escapada por las Highlands que solo quería realizar con ella, decide embarcarse en aquel viaje por su cuenta.                                                                                          El punto álgido del recorrido será el castillo de Eilean Donan, donde se encontrará con el espíritu de Carlos, al que solo Ariadna puede ver. Con su ayuda, el soldado intentará averiguar qué le ata al castillo y a este mundo, impidiéndole cruzar al Más Allá, mientras ambos lidian con sus respectivos problemas personales y en el proceso descubren sentimientos que nunca pensaron podrían volver a experimentar.


El primer párrafo de la sinopsis me bastó para querer leer esta novela, pues ya sabréis que llevo un tiempo muy obsesionada con las historias ambientadas en Escocia y los highlanders (ejem Outlander ejem) y bueno... sigo pensando que la sinopsis es demasiado larga y cuenta demasiado, aunque no es lo único extenso de la novela, pues esta cuenta con nada más y nada menos que 500 páginas. Y lo cierto es que leerla me llevó más tiempo del que esperaba pero en líneas generales la disfruté, así que mejor empecemos por el principio, que tengo muchas cosas que contaros :)
La novela se nos presenta narrada en tercera persona desde el punto de vista de Ariadna y Carlos, nuestros protagonistas. Como bien indica la sinopsis, Ariadna viaja a Edimburgo tras enterarse de que su única hermana ha fallecido en un trágico accidente y una vez llega allí decide no comunicarle la mala noticia a su madre con el fin de evitarle más dolor. Carlos, por su parte, fue uno de los soldados españoles que se enfrentaron a las tropas británicas en el castillo de Eilean Donan dos siglos atrás y desde entonces, tras su fallecimiento, su espíritu vaga por entre las paredes del castillo sin él saber aún que es un fantasma. Al menos hasta que conoce a Ariadna.
Ariadna será quien le haga ver que ella no es ningún fantasma, sino que el fantasma es él mismo, y juntos intentarán encontrar el motivo por el que aún permanece en el castillo sin poder salir de sus muros. 
Los personajes secundarios que intervienen en la novela no son nada numerosos y cabe destacar a Beathan (el novio de la hermana de Ariadna) y Duncan Mackinnon (un señor de sesenta y pocos años que puede oír a Carlos aunque no puede verlo). Quizá me esté dejando atrás a otros personajes, como podrían ser la madre de Ariadna, pero el caso es que los dos que acabo de mencionar ni siquiera son demasiado relevantes, al menos desde mi punto de vista, así que tampoco me ha importado que la novela no contase con más personajes ni he echado en falta una mayor profundización.
Aun así, tanto los protagonistas como los personajes secundarios están muy bien trabajados y perfilados y en todo momento he podido empatizar con ellos, aunque en ocasiones no estaba de acuerdo con algunas de las decisiones que Ariadna tomaba. Todos ellos me han parecido muy humanos, humildes y cercanos, pero debo destacar especialmente a los protagonistas, sobre todo su forma de ser, que me ha gustado mucho.
Con respecto a la trama, lo cierto es que antes de empezar a leer esta novela llevaba una idea preconcebida de lo que podría encontrarme pero fue la propia autora la que me alejó un poco de ella y no sabría deciros si me gustó o no lo que encontré, así que aún me encuentro en un punto intermedio porque hubo aspectos que me gustaron y otros que no.
"En el mundo real el poder de un beso no era suficiente para devolver la vida".

Entre los aspectos que me gustaron, y que además coincide con el que más me gustó, fue la ambientación. ¡Cómo no iba a gustarme una novela ambientada en Escocia, por favor! *-* Es innegable que la autora ha realizado un excelente trabajo de documentación para contextualizar la novela y el lector ya se da cuenta de ello desde las primeras páginas, aunque al final  de la misma Cristina Roswell nos responde brevemente a las preguntas ¿por qué? y ¿cómo?
Ha sido una experiencia más que interesante adentrarse en una ambientación rodeada de leyenda e historia —aunque estas sean ficticias— y también ha sido mágico y bonito descubrir todos y cada uno de los paisajes que ofrecen los rincones de Escocia que aparecen en «La isla de lo eterno». Y esto se debe, en gran parte, a la pluma de la autora, de la que os hablaré a continuación.

El romance sería otro aspecto a destacar, y es que por muy poco creíble que pueda parecer un romance entre un fantasma y una persona de carne y hueso, reconozco que está bien justificado. Sí, estaríamos ante un romance inusual pero a mí me ha gustado mucho y me ha parecido muy bonito y creíble, dentro de lo que cabe. Además, se va cuajando poco a poco y a fuego lento, tal y como a mí me gusta ^-^
Y hablando de la trama en general, considero que esta está muy bien trabajada, perfilada e hiladaEstamos ante una historia sencilla, interesante, entretenida, romántica y paranormal que se disfruta a pesar de que no cuente con grandes giros o sobresaltos.
La pluma de la autora me sorprendió, y para bien. No había leído aún nada de la autora y tampoco tenía referencias de ningún otro lector o bloguero, así que iba completamente a ciegas, pero me gustó el estilo con el que me topé: un estilo que se mueve entre lo sencillo y lo pomposo pero sin resultar exagerado, además de ser un estilo cercano, juvenil y muy descriptivo pero muy necesario.   
Ahora bien, algo que quizá no me gustó tanto fue el hecho de que se me hiciese algo repetitivo o porque en muchas ocasiones la autora le da muchas vueltas a algunos asuntos sin que se encuentre una solución —por decirlo de alguna manera— hasta bien avanzada la historia, y dada la extensión de la novela pues fue inevitable que se me hiciese algo pesada por eso mismoParecía que los personajes estaban en una eterna rotonda y volvían una y otra vez a lo mismo, así que para mí esta historia se podría haber contado perfectamente en poco más de trescientas páginas, aunque esto es una opinión personal y no tiene por qué coincidir con la de otros lectores :')
Y es por eso mismo que el ritmo se me hizo algo pausado o lento, pero sólo en ocasiones y en algunas partes.
El final lo disfruté mucho, la verdad. Me pareció la mar de bonito y acertado, además de ser un final cerrado (cosa que se agradece, y mucho, porque así no quedan cabos sueltos jiji) pero es que el epílogo... ay... ¡el epílogo se superó! Es muy breve pero muy emotivo y bonito y a mí me encantó; me dejó con un buen sabor de boca a pesar de los «peros» que os he comentado anteriormente, así que os recomendaría que leyeseis esta novela si os atrae porque seguro que la disfrutáis mucho más que yo ^-^/5~ Gracias a Ediciones Kiwi por el envío del ejemplar ~Y vosotros,¿habéis leído esta novela? ¿Os gustaría leerla? Contadme :)¡Nos leemos en la próxima entrada!¡Un saludo!