La librera de El Cairo de Nadia Wassef es Diwan, una librería independiente que nace en 2002 en El Cairo, es Nadia, Nihal y Hind; sus libreras (mujeres valientes que convirtieron su sueño en realidad). Es El Cairo y es Egipto.
«Diwan era mi carta de amor a Egipto. Era parte de, y alimentó, mi búsqueda de mí misma, mi El Cairo, mi país. Y este libro es mi carta de amor a Diwan. Cada capítulo traza una sección de la librería, desde la cafetería a la sección de Autoayuda, y la gente que la frecuentaba: los compañeros, los habituales, los esporádicos, los ladrones, los amigos y la familia que consideraba Diwan su hogar. Aquellos de nosotros que escribimos cartas de amor sabemos que sus propósitos son imposibles. Intentamos convertir, y fracasamos, lo fundamental en etéreo. Luchamos contra el final inevitable, sabiendo que todo es pasajero. Optamos por mostrarnos agradecidos por el tiempo, por breve que sea»
El 11 de noviembre es el Día de las Librerías, celebramos ya la decimotercera edición este año 2023. Y yo este año quiero homenajearlas con la reseña de este libro, con Diwam y con Nadia Wassef; que son grandes promotoras de la lectura y la cultura. Como todas las librerías independientes que existieron, existen y existirán.
Argumento
Nadia Wassef siempre quiso ser librera. Junto con su hermana y su mejor amiga fundaron hace veinte años Diwan, una librería en su Cairo natal. Eran tres mujeres jóvenes, sin formación académica, sin experiencia y sin nada que perder. Por aquella época, no había aún librerías en Egipto. La cultura se hundía bajo la mala gestión de un gobierno corrupto y los libros se consideraban un lujo, no una necesidad.
La librera de El Cairo, con su ecléctico reparto de personajes entrañables, nos transporta a una ciudad que trasciende a su propia historia, y nos permite asistir a su lenta pero audaz transformación para alejarse de un sistema arcaico, misógino y corrupto. Como El edificio Yacobián, de Alaa Al Aswany, en su momento, este libro permite que sean los protagonistas y sus pequeñas historias los que construyan el alma de la capital de Egipto.
Mi opinión personal (sin destripes)
Un librero ama los libros, un librero es una persona admirable por su capacidad de organización y de atención. Un librero habla con todo tipo de lector para conocer lo que busca y necesita, lo que le gusta; y le ofrece siempre el libro que saciará su necesidad lectora. Ser librero es una profesión muy admirada por mi, de niña yo también quería ser librera y tener una librería como la protagonista de este libro. Ser librero me parecía la mejor profesión que podía existir.
Pero imagino que ser librero en El Cairo con lectores tan distintos como distinta es la población que habita esta ciudad no debe ser nada fácil. Distintas religiones, distintas culturas. Diwan surge por la fuerza y tenacidad de mujeres atrevidas que consiguen materializar su sueño y convertir su librería y su amor por los libros en un símbolo cultural que crece, crecerá y crecerá...
Pensando en El Cairo; con una población con una pobreza enorme, con un gobierno que censura, con una administración corrupta y con una ciudad que todavía vive una cultura antigua como la de los antiguos colonizadores. Creo que es heroico ser librero, y más ser librera. ¿Verdad?
Nadia Wassef nos narra como fue y es Diwan. Cuenta su nacimiento y a través de su librería conoceremos en profundidad como es El Cairo y como son sus habitantes y, como son las tres heroínas libreras.
«Diwam tenía nueve años en 2011 cuando El Cairo estalló. Tenía once en 2013 cuando Mohamed Morsi, el primer presidente de Egipto elegido de forma democrática, fue destituido. Tenía quince años cuando Nihal volvió y la revitalizó con la ayuda de dos nuevas socias. Mi madre tenía razón. Egipto esta bendecido»
Yo me he enamorado de Diwam. Diwam es encuentro, es un lugar donde encontrarse cómodo y ser lo que uno quiere ser. Pasar horas buscando libros, pasar horas con amigos, pasar horas y horas como si estuvieras en una biblioteca. Ha sido llenarme de la vida de El Cairo comprobando una vez más la importancia que tienen los espacios públicos para crear opinión y agrupación.
Y pienso que esta es la riqueza de toda librería, sabemos que son negocios pero sabemos que crean un espacio donde los distintos lectores se sienten libres y seguros para acceder a ellos siendo ellos mismos. Nos hacen crecer y en realidad es el mejor dinero gastado, los libros nos dan siempre su bienvenida a través de los libreros y sus librerías. Nos dan calor en un abrazo continuo y necesario.
Leer el emocionante libro de La librera de El Cairo de Nadia Wassef ha sido para mi un lujazo lector. Me ha impresionado recorrer las estanterías de Diwam y conocer su riqueza cultural, me ha cautivado la historia de Nadia. Admiro su capacidad para escribir un libro que está entre una biografía y un tratado socio cultural.
Os recomiendo su lectura y os confieso que yo no paré de leer hasta llegar a la última página. Me ayudo su lenguaje claro y sin florituras; pero también me ayudo todo lo que Nadia Wassef pone de ella en esta escritura, noté su voz crítica y segura pero también noté añoranza y desasosiego por su ciudad y por su país. Pero lo que más me lleno fue notar en todo momento su amor por los libros y las librerías, y eso que no todo en Diwam fue de color de rosa.
Un olé por los libros, un olé por los libreros y un olé grande por las LIBRERÍAS.
Nadia Wassef cofundó la primera librería independiente de El Cairo. En estas casi dos décadas, se ha convertido en una cadena de diez tiendas que emplea a ciento cincuenta personas. Nadia figuró en la lista de las 100 mujeres más poderosas de Oriente Medio de la revista Forbes en 2014, 2015 y 2016. Anteriormente, Nadia formó parte de una organización que lucha contra la mutilación genital femenina y la violencia de género.
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