La trama nos sitúa en los años cincuenta, en Dungatar, un pequeño pueblo al que la protagonista, Myrthe Dunnage, o como ella prefiere que le llamen Tilly, regresa después de haber vivido en Melbourne y varios años en Europa.En el pueblo aún vive su madre Molly la loca, Tilly ha vuelto para acompañarla a pesar de no guardar buenos recuerdos de su infancia, pero pronto nos daremos cuenta que la joven modista esconde algún secreto.
Un pueblo donde todos conocen demasiadas cosas sobre los demás, donde parece que meterse en la vida del vecino es más interesante que disfrutar de la tuya propia, algo que ya os digo yo, que no puede traer nada bueno.De una manera un tanto disparatada y asistiendo a escenas de lo más locas iremos conociendo a algunas de las personas que viven en el pueblo.La mayoría son interesantes, diferentes, algunas no te las querrías cruzar ni en pintura pero juntas forman un cuadro de lo más variopinto; ya no me olvidaré del sargento Farrat o de los Beaumont, difícil no acordarse de Ted o de la histérica Trudy, ni de Molly la loca.Existen varios hilos que explora la escritora a través de su novela así, en uno de ellos, podemos comprobar como cuando te sientes vigilado, juzgado y controlado en todo lo que haces, las consecuencias pueden resultar desastrosas; la hipocresía y la intolerancia también se pasearán por las calles de Dungatar. Rosalie Ham ha guiado la historia hacia la venganza y la supervivencia, ya que hubo un momento que podía tomar claramente dos caminos. Me ha parecido interesante la forma de llegar y el modo en el que lo ha hecho, pero ha sido una catarsis para Tilly y a mi modo de ver, creo que en cierto sentido demasiado exagerado. Tengo ganas de ver la película por saber como han desarrollado la historia.Tilly no quiere el perdón, ni olvidarse de lo que sucedió, simplemente busca continuar con su vida y devolver un poco de lo que le han dado a ella, un interesante punto de vista que se sale de lo que es habitual.Me ha gustado la historia y he disfrutado con el vocabulario tan directo y por momentos irónico que utiliza la escritora aunque en ciertas partes he sentido que faltaban conexiones, me hubiera gustado que hubiera un mayor desarrollo en ciertos puntos para comprender mejor lo que pasaba, y para conectar realmente con algunos de los personajes pues lo cierto es que lo he sentido todo un poco desde lejos. En general me ha satisfecho ese tono irónico, esa forma de darte esperanzas de que pudiera haber otra salida, y ese final que por esperado en cierto sentido, y por como iban sucediendo las cosas, no es menos sorprendente. Aunque en ciertos momentos creo que se le ha ido un poco de las manos, igual de tan extravagante llega a convertirse en ciertos momentos en divertido y en otros en demasiado real, tanto que asusta.
“La modista” una novela para ahondar en los comportamientos de la gente cuando se encuentran en un espacio “controlado” llámese pueblo o patio de vecinos.
“Al día siguiente no corría el aire y las nubes bajas se aposentaron como la crema de limón sobre una galleta.”
“notaba el corazón triste, saturado de dolor, le temblaba la barbilla y un nudo de pena tan grande como un membrillo se le había atascado en las amígdalas.”
“Las cosas no son ni malas ni buenas, todo depende de lo que se piense de ellas.”
“no podían hacer más que contemplar los ríos de destrucción que había dejado el fuego, lenguas que se extendían como los dedos de un guante negro.”