Reseña: La muerte de Venus

Publicado el 01 julio 2013 por Silvia Filóloga @silviafilologa
Autora: Care Santos  |  Género: Fantasía urbanaEditorial: Espasa Narrativa | Páginas: 406 | Año: 2007
SINOPSIS:
Tras la muerte de su tía abuela, Lola, la joven Mónica hereda el viejo caserón familiar y decide instalarse en él, en compañía de su marido Javier y, en un futuro próximo, de la niña de la que está embarazada. Desde que comienzan las obras de remodelación de la casa, diversos fenómenos inexplicables comienzan a manifestarse entre sus muros: un olor nauseabundo que invade la sala principal, repentinas bajadas de temperatura, un gran ficus del jardín que se resiste a ser arrancado... Finalmente, cuando la gran planta es desarraigada, enredado entre sus raíces aparece un busto de mármol que representa a una Venus de gran belleza. Para Mónica se inicia así una dramática aventura que le llevará a entrar en contacto con un universo paralelo, el que separa la existencia de los vivos de la de los muertos, y que le trasladará a través del tiempo a una vida anterior, en los albores de nuestra era, en la que se produjo un crimen execrable.

Mi valoración personal:

La Muerte de Venus es todo un ejercicio de estilo. Se trata de una lectura apasionante a la que es muy difícil no engancharse sin darse apenas cuenta. Por sentado tiene todos los ingredientes para fascinar, eclipsar y mantener en vilo al lector porque, ¿quien alguna vez no se ha sentido atraíd@ por los fenómenos extraños, las historias de fantasmas y las casas encantadas? Seguro que muy pocos. Pues esta novela nos envuelve de pleno en todo esto, mezclando inteligentemente la parapsicología, el más allá, la muerte, la venganza y los poltergeist, distando nada más y nada menos que 20 siglos en el tiempo. 
En ese momento, Javier emitió un ronquido descomunal y se dio la vuelta hacia ella. Creyó que se había despertado porque empezó a susurrar algo. Sin embargo, enseguida se dio cuenta de que continuaba dormido, y que fuera lo que fuera lo que estaba diciendo no formaba parte de su vida consciente. Puso mayor atención, y entonces advirtió que Javier pronunciaba con mucha lentitud exactamente las palabras que ella estaba buscando. No una, sino tres. Las reconoció al instante: NEMINI NISI MIHI (Conmigo o con nadie).

Care Santos nos introduce majestuosamente en la historia, o más bien historias a tres tiempos con nombres propios: la de Mónica (estrechamente vinculada a la del fantasma), la de Javier y la de Gneo (en la Roma imperial y contada a tiempo real). Todo está muy bien hilvanado, nada queda al libre albedrío de los personajes, o el lector mismo, quien en ningún momento se aburrirá. Eso lo garantizo. El presente y el pasado se entrelazan en la novela. Por un lado nos encontramos con la casa encantada donde viven Javier y Mónica, en Mataró (Barcelona), escenario de un execrable asesinato, que huele a fétido constantemente, con inscripciones misteriosas en sus paredes y cuyas puertas se abren y cierran solas. Desde luego una morada nada habitable. Y por el otro, conoceremos otro escenario: Iluro (la misma Mataró), en la antigua Tarraconensis de la Hispania Romana, en pleno siglo del Imperio. En apariencia parece descabellado ese salto de 20 siglos en el tiempo, pero el lector comprenderá enseguida el por qué: tan sencillo como que la autora se mueve de un tiempo a otro, pero siempre en la misma ciudad, en aras de explicar y contextualizar la maldición milenaria que aconteció en el siglo I a.C., con el Imperio Romano en pleno apogeo e Hispania como una de sus provincias más importantes, y que parece haber caído sobre la pobre Mónica y su casa. Pero, ¿qué maldición es esa? Hasta ahí puedo leer escribir.
La Muerte de Venus es, además, un relato fascinante que se sustenta con una buena documentación. Aunque Santos ya nos dice al final del libro que parte de los datos son ficticios, hay algo de verdad. En el plano de los personajes, por ejemplo, nos encontramos con Octavio Augusto, César de Roma (personalidad eminentemente histórica), o en tema de localización se nos relata la fundación de la actual Barcelona, que para los romanos se hizo llamar Iulia Augusta Favencia Paterna Barcino. Ahí es nada. También la novela radiografía la vida social y artística romana, con la atención que presta a la descripción de los talleres de artesanía y arte, mayormente copiando tallas y esculturas griegas, de las que los romanos eran unos verdaderos devotos. A este respecto, este detalle es sumamente relevante ya que la estatua de Venus es un elemento clave de la historia. También es destacable el opíparo banquete con honores a Octavio como clara forma de vida imperial.
Sólo al despertar reparó en que Mónica no estaba con él. No era suyo el cuerpo tibio que había abrazado en la cama. Encendió la luz. Eran las seis y media de la mañana. Esgrafiadas en las paredes de la habitación, rasgando el papel, de cualquier manera distinguió entonces las letras de una palabra que se repitió una y otra vez. No le sorprendió tanto lo que leyó como el hecho de que hubiera aparecido de pronto. Se quedó un buen rato en silencio, repitiendo la palabra para sus adentros, con la certeza de que no estaba ahí cuando se metió en la cama: ME IUBA, ME IUBA, ME IUBA... (Ayúdame, ayúdame, ayúdame...).

En esencia, Care Santos nos transporta  2.000 años atrás y nos hace vivir en primera persona un fenómeno que nadie es capaz de imaginar. La atmósfera que impregna las páginas es oscura, aterradora, misteriosa e hipnótica. En su trama (y sub-tramas) se esconden la tensión, los celos, la venganza, la muerte, lo sobrenatural y lo gótico bajo la estela de un ritmo narrativo trepidante, fácilmente envolvente y, sin ninguna duda, lejos de lo que la mente humana es capaz de entender. Y todo lo hace empleando recursos literarios de primer orden: la caracterización de los personajes (el conservadurismo de Mónica, el escepticismo de Javier, el donjuanismo de Román...), la buena dosificación del ritmo narrativo (in crescendo) y la solidez de los hechos. 
Si no sabes qué leer y necesitas una lectura que al mismo tiempo te estremezca y fascine, ya lo sabes, La Muerte de Venus te mantendrá enganchad@ hasta el final. Care Santos escribe convencida y con sumo gusto, por lo que al acabar el libro es comprensible que se nos pongan los pelitos de punta. Una novela palpitante y entretenida, esencial para conocer la importancia de la Arqueología en la Historia, cargada de olores desagradables y gustosos sabores, desde los suculentos manjares romanos a la frescura de un simple café. Un logro de la autora que ha conseguido que no nos alarmemos con profanaciones de tumbas, invocaciones de espíritus y descanso de almas con tres historias muy bien dosificadas. Si aún no has leído nada de Care Santos te estás perdiendo a una de las mejores escritoras españolas. A mí ya me conquistó.

La primera y la última:

Así empieza La Muerte de Venus...
Al girar en la cerradura, la llave emitió un silbido similar al de una cuchilla. Era como si, después del tiempo transcurrido, la puerta no quisiera abrirse.
... y así acaba:
Antes de levantarse para recibir a los recién llegados con una sinfonía de besos, Mónica se acerca y echa un vistazo al mensaje que desaparece frente a sus ojos, a tal velocidad que un segundo después ya no hubiera podido leerlo: A morte incipitur (la muerte es solo el principio).

Info adicional:

  • Ficha de la novela

 

EN RESUMIDAS CUENTAS:

Puntuación: 9/10 (Sobresaliente)
Bibliofiliómetro:

(¯`• Filóloga Bibliófila •´¯)