La perfecta fugitiva
Romantic Edicines15 Octubre 2015HistóricoIndependiente
Roslyn ha hecho lo imposible por huir del infierno en que se ha convertido su país a causa de la persecución de los cátaros.
Huyendo de su pasado, emprenderá un largo viaje hacia las tierras donde cree poder encontrar la paz que tanto necesita. Pero sus enemigos están demasiado cerca y no cesaran en su empeño de hacerla regresar.
Cuando Alec McAlister, uno de los lairds más temidos de Escocia recibe la noticia que hay extranjeros en sus tierras no puede más que sorprenderse porque hayan osado llegar tan lejos, pero al ir en su busca se encontrará con una mujer envuelta en misterio que ha cruzado el mar en busca de ayuda. Una ayuda que él estará dispuesto a brindarle.
Romantic Ediciones vuelve a apostar por una novela sencilla, pero al mismo tiempo apasionante, con una de esas historias de aguerridos highlanders que tanto nos gustan. Esta vez le toca el turno a la genial Rowyn Oliver seducirnos con un héroe fuerte, valiente y sumamente protector capaz de entregar su propia vida para salvar a su dama de los peligros que la amenazan, además de enamorarnos con una protagonista guerrera que amará por encima de todo a ese hombre de aspecto rudo pero con un corazón tierno. Esos son los ingredientes básicos de La perfecta fugitiva, un libro que nos sumergirá en una aventura con villanos que no dudarán en matar, una venganza que podría acabar en guerra y, sobre todo, un apasionado romance entre dos personas que tendrán que superar un tortuoso pasado para poder amar de verdad.
Roslyn ha abandonado su país huyendo de una guerra que no entiende ni comparte y que ya le ha arrebatado a demasiados seres queridos. Sin embargo, la verdadera razón de su huída es su pasado, el cual fue un verdadero infierno debido a la presencia de un hombre cruel y despiadado. Su pequeño cuerpo es la prueba de que la muerte la ha rondado demasiadas veces, por lo que no está dispuesta a seguir viviendo con el miedo a que ese monstruo la encuentre. Su fortaleza y la desesperación la han ayudado a llegar a Escocia, aquí podrá pedir ayuda al laird Kincaid para vivir libre de una vez por todas. No obstante, su plan se ve frustrado por el ataque de unos malhechores que la dejan herida de gravedad en mitad de ningún sitio. Parece que la suerte la ha abandonado hasta que Alec McAlister se cruza en su camino. Ahora Roslyn sabe que su ángel la salvará de morir y le prestará la ayuda que necesita.
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Alec McAlister es el jefe de su clan y uno de los lairds más temidos de las Highlands. Ese carácter indomable que posee le ha traído algún que otro problema con sus vecinos pero siempre ha defendido con valor sus tierras y a sus habitantes. Ahora unos extranjeros han sido asesinados en sus posesiones, por lo que quiere saber el motivo de su presencia allí y qué pasó para que acabarán muertos. Así pues, inicia una investigación que lo llevará hasta una mujer herida y débil que parece estar huyendo del mismo demonio. Su instinto de protección sale a la a luz cuando descubre que esta joven repite una y otra vez el nombre de Kincaid, su amigo y mentor. En ese preciso instante Alec jurará protegerla hasta que el laird regrese y pueda hacerse cargo de ella. No obstante, algo en su interior lo llevará a conocer más cosas de la extranjera que se recupera en su castillo y que parece haberlo embrujado con su preciosa mirada.Roslyn todavía no se siente completamente a salvo ya que conoce el poder de aquel que la persigue, por lo que no puede fiarse de nadie. Sin embargo, conocer al laird McAlister le ha dado la paz que no sentía desde hacía mucho tiempo. Sabe que Lachlam Kincaid confía en este fiero guerrero escocés por lo que ella no dudará en hacer lo mismo. Alec, por su parte, está intrigado con esta joven de rasgos exóticos, ella mantiene silencio sobre su identidad y su misterioso pasado. Su interés no es solo curiosidad. Siente una fuerte conexión con ella y protegerla es su principal misión. Así, los sentimientos van creciendo en esta pareja, que no solo experimenta deseo y atracción, también están experimentando emociones profundas en las que tendrán que confiar si quieren superar los fantasmas del pasado y vencer los peligros que amenazan su futuro juntos.
Rowyn Oliver sabe como sumergirnos de lleno en una historia apasionante que difícilmente puedes dejar de leer. Tal y como nos tiene acostumbrados, volvemos a deleitarnos con una prosa fluida y ágil, además de unos diálogos dinámicos que hacen que disfrutemos mucho más de su fácil lectura. La novela es sencilla pero la trama tiene esos ingredientes que solo los libros de highlanders pueden ofrecernos, unos gigantes escoceses que saben amar verdaderamente con toda su alma aunque les cueste reconocerlo. Asimismo, no solo ellos son guerreros, nuestra heroína es una superviviente que protegerá a los suyos a riesgo de su propia vida. No obstante, no solo los personajes principales están bien definidos, los secundarios también se ganarán su lugar en la historia. Aquí tenernos a dos parejas que podrían tener sus historias en futuros libros, Lachlam y Madeleine, un matrimonio que debió superar grandes dificultades para estar juntos, Ian y Frances, dos personas explosivas que chocarán en todo momento, así que espero que Rowyn se anime y nos presente nuevas novelas donde ellos sean los protagonistas. Quizás, lo que he echado en falta han sido ciertos detalles que hubieran ayudado a profundizar más en el carácter de Roslyn, pero principalmente en el de Alec, partes de su pasado que se pasan demasiado por alto y que me hubiera gustado saber con más profundidad. Sin embargo, a pesar de esta ausencia me ha parecido una novela maravillosa que recomiendo que leáis si como yo sois fan de estos magníficos guerreros que luchan por su felicidad hasta las últimas consecuencias.
La perfecta fugitiva de Rowyn Oliver es una novela deliciosa que nos invita a vivir una aventura inolvidable en la Escocia de las Tierra Altas, un lugar mágico donde seremos testigos de la historia de amor entre dos personas que no se creían capaces de albergar este sentimiento hasta que el destino los unió.