Autores: Carlos González Sosa
ISBN: 9788499187761
Editorial: Roca Editorial
Páginas: 288
Precio: 16,90€
Ficha del libro
Un hechicero intentará alcanzar la Puerta que une los mundos de los dioses y de los humanos para pedir clemencia a los dioses, quienes sospechan del creciente poder de los hombres. Sin embargo, los dioses lo estaban esperando. Necesitaban que alguien abriese ese portal para poder enviar a sus criaturas a cumplir con sus designios. Y así es como le sustraerán sus poderes arcanos y le impondrán el castigo más cruel que un hombre podría soportar. Por eso, el hechicero despertará a Nazrée. Sin embargo, aun dominando a esta criatura infernal, su misión no será nada fácil: orcos, elfos y enanos se han unido a los esbirros de los dioses para exterminar a los humanos. La guerra no ha hecho más que comenzar.
Estamos ante la primera parte de una saga que, de forma muy eficiente y ágil, nos introduce en un nuevo panorama en el que la magia y la religión son un sino para la humanidad.
Ya os había expresado que, a simple vista, algunas de las características del libro indicaban que no se trata de una novela espesa ni, por lo tanto, lenta dad su corta extensión. Así pues nos encontramos con una novela de prosa sencilla, sin demasiadas florituras pero con dramatismo, pasión y cierto toque de crueldad, una relación de ingredientes que me dejó muy buen sabor de boca. Pues se trata de un relato simple: los dioses desean extinguir a la profusa raza humana y unirán al resto de especies (orcos, enanos, elfos, etc) en la cruzada contra la lacra de este mundo. Pero los dioses llevan mucho tiempo ignorando las oraciones de los humanos en sus templos de culto, algo que los ha puesto sobre aviso y han encontrado en los anales de una historia que mucho no saben que poseen que aquella situación no era nueva, que los Dioses ya habían intentado aniquilar antes a la humanidad.Dorken será el indicado para mediar entre las deidades y los humanos. En realidad el autor no se distrae mucho en banalidades, de forma ágil nos pone en antecedentes y divide en dos los puntos de vista; unos se narran desde diferentes personajes y nos cuentan cómo se desarrolla la ese rechazo a los humanos y cómo da comienzo la caza sistemática. Por otro lado tenemos a Dorken y su viaje al otro lado de La puerta que pone nombre a las deidades haciéndolas accesibles aunque arquetipos. Aunque no se tome mil páginas para narrar el grueso del desarrollo, la trama no da a entender que se trata de un relato sencillo, simple o directo; bien podemos estar ante una introducción a próximas novelas donde el autor se detenga mucho más en el detalle en la elucubración, en la causalidad de la magia, en la doctrina religiosa, en fin: en los por menores del mundo que ha creado. En esta primera parte tenemos un desarrollo muy ágil, un ritmo fuerte, acción, magia, venganza, muchos detalles que realzan el buen trabajo del autor, pero sin profundizar en mucho en ninguno de los campos. Hay un par de relaciones románticas que si las hubiera desarrollado con más sutilezas llamaría más la atención pero tal como se ha concebido, al igual que en otros aspectos, cabe esperar que se trate solo del principio. En La puerta se dan cita una prosa correcta, un ritmo ágil, la facilidad de crear personajes carismáticos, y el inicio de una trama bastante comprometida con la eterna lucha entre el bien y el mal. Es una novela que se lee muy rápido y permite disfrutar de una fantasía clásica y ligera.