SBN: 978-84-936758-2-0
Nº de páginas: 168
Primera edición: 2008
Segunda edición: 2011
SINOPSIS:
En un país real, pero a la vez imaginario, dos comisarios investigan la sorpresiva muerte del vicepresidente de la República. En medio de un espectacular paraíso en el que la naturaleza expresa lo mejor de nosotros mismos, un mundo de conspiraciones y maldades se abre camino descomponiéndolo todo, transformando aquel idílico edén, en la realidad en la cual la humanidad se ha abocado ella misma a vivir.
La novela es, en definitiva, una crítica profunda al egoísmo, hipocresía y estupidez infinita a la que puede llegar el ser humano, por lo que el relato se convierte en sí mismo, en una metáfora de la propia existencia.
OPINIÓN:
Conocí a Víctor a través de un email, donde me invitaba a entrar en su blog y reseñar si me apetecía alguna de sus cuatro novelas. Leyendo los argumentos de todas ellas me llamó la atención la que hoy es protagonista de esta entrada, y aunque he tardado un tiempo en leerla porque no doy más abasto, por fin la he terminado.
Es una novela corta, que se lee en pocas horas y que nos traslada a Mavisaj, una isla paradisíaca en medio del ecuador, que acaba de independizarse hace pocos años, repleta de recursos naturales pero que sufre el bloqueo internacional propiciado por la nación que antaño la dominó.
En estos días en Mavisaj reina un ambiente extraño y algo no huele bien. Al desconcertante anuncio de que una compañía petrolífera quiere explotar las costas de la isla y comprar terrenos en el interior, se le une el suicidio del vicepresidente del país en circunstancias misteriosas.
Serán dos inspectores, Jhon Rodríguez y Héctor Senara, quienes con su particular y ácido humor se encargarán de desmantelar las presuntas irregularidades que se están llevando a cabo, al parecer con consentimiento de las más altas esferas.
Víctor va trazando el desarrollo de la investigación, intercalando episodios de la vida de los personajes principales, que nos hacen conocer un poco más a éstos y sus problemas, dándoles más forma y credibilidad.
Más que una novela policíaca o de suspense, el autor nos conduce a través de diálogos en ocasiones graciosos y en otras reflexivos, hacia una crítica total de lo que el sistema ha ideado para ahondar en las diferencias cada vez más evidentes entre los poderosos y el resto de los mortales. Refleja en Mavisaj lo que perfectamente podríamos extrapolar a la mayoría de países o naciones de nuestros días.
Denuncia el sadismo humano, la guerra,la corrupción, el ansia de poder, los fanatismos, la falta de escrúpulos y los intereses creados donde lo más importante es el individualismo y la riqueza inmediata caiga quien caiga. Carga también en un momento dado contra la iglesia, o mejor dicho contra la falta de interés en solucionar las cosas y la rapidez con la que se une también al poder.
La República dependiente de Mavisaj, es una novela que usa como telón de fondo la resolución de un crimen, pero mirando de soslayo frente los temas actuales que nos preocupan, haciendo un alegato de ellos.
Para acabar os diré que es un libro entretenido que me ha gustado. Como punto débil el final me ha parecido un poco acelerado, me hubiese gustado que la novela hubiera tenido alguna página más que hubiera dado más cuerpo a la resolución del caso. Como punto fuerte, me ha complacido gratamente la forma que tiene Víctor de escribir sobre sentimientos y sobre las personas, dibuja muy bien el perfil y el interior de los personajes y en mi modesta opinión le animaría a explotar este apartado.
Un buen autor para tener en cuenta y seguir de cerca sus nuevas novelas.
PUNTUACIÓN SOBRE 5: