“La sangre helada” ha sido la novela con la que Ian McGuire se ha posicionado como uno de los escritores más destacados del panorama inglés. Es un thriller no apto para todo tipo de lectores.“El Volunteer, es un barco ballenero que zarpa desde Yorkshire para dirigirse a las ricas aguas de caza del Círculo Polar Ártico. A bordo del barco está el joven e inexperto Patrick Sumner; un cirujano y antiguo miembro del ejército que no tiene otra alternativa que embarcarse como médico en lo que será un violento, sucio y nefasto viaje. En su época como soldado en la India, durante el asedio de Delhi, Sumner llegó a creer que había experimentado en su totalidad las profundidades del mal, y que el viaje en este ballenero podía ser el salvoconducto hacia una vida en libertad. Lo que no sabe Sumner es que en el barco ballenero con el que cruzan el invierno ártico se esconde un sangriento asesino.”
Desde el primer momento conoceremos la identidad del asesino que se embarcará en el mismo barco que Summer, el principal protagonista de esta historia. Por lo que el misterio no recaerá en conocer su identidad, sino en cuál será su siguiente víctima, manteniendo al lector en una constante intriga por descubrir que pasará a continuación.
Se unen una serie de catastróficas casualidades que convierten este viaje en nefasto, casi como si estuviera maldito desde un principio. Hay un asesino a bordo sí, pero ese es tan solo uno de los problemas a los que tendrá que hacer frente el protagonista, factor importante, no cabe duda, y que gobierna el ritmo de casi toda la obra, pero existen otras subtramas que se van entrelazando, como es la naturaleza mezquina de varios tripulantes y por supuesto alguien a quien no podemos olvidar, a la propia naturaleza, que también hará de las suyas. Todo ello combinado da como resultado una obra llena de acontecimientos que tienen al lector danzando de un lado a otro sin posibilidad de aburrirse, porque ya rápidamente ha cambiado a otro suceso.El autor desarrolla un personaje que desde un primer momento que le conocemos vemos que nunca ha tenido suerte, pero que de un modo u otro, y a pesar de todas las desventuras, va saliendo victorioso, pero revistiéndolo de cierta frialdad ante el mundo. Tal vez sea esta la crítica para con la obra y es que, son tantos y variados infortunios, en cierto modo nos llega a parecer irreal que todo eso le pueda suceder a una misma persona.A través de diversas conversaciones y situaciones en ocasiones soeces, el escritor va creando el ambiente perfecto de un barco ballenero, integrado por una tripulación embrutecida por la vida que han llevado y todo lo que han tenido que padecer. Ignorantes, rudos y que tan solo quieren sobrevivir al viaje y ganar lo más posible sin importar nada ni nadie más. Descrito de manera magistral nos introducimos a través de sus palabras como polizones en este barco y conoceremos de primera mano el día a día de las tareas que se llevan a cabo en él. No solo será la trama por ver qué sucede con el asesino, sino las ganas de conocer la vida de esta gente, lo que nos induzca a seguir leyendo. El escritor nos describe un paisaje gélido, desolador, creando un ambiente claustrofóbico. Minucioso en los detalles, hasta llegar a ser macabro y un tanto truculento, tanto que nos da la sensación de estar viéndolo con nuestros propios ojos. La sangre se derrama constantemente, impregnando este paraje blanco, de un color rojizo helándose y pasando a formar parte de este abismo de hielo.