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Argumento
Marta Ribas tenía un futuro prometedor cuando conoció a Antonio, pero una lealtad mal entendida trastocará sus vidas. Cuando Antonio cae enfermo, Marta se ve obligada a ponerse a trabajar, exponiéndose a las murmuraciones del vecindario y a la indignación del esposo, humillado en su hombría. Pero a Marta se le presenta una inesperada oportunidad que le permitirá salvar su propia supervivencia y la de su hija, y encontrar, por fin, su lugar en el mundo. La sonata del silencio es una novela de pasión, celos y sueños anhelados. Es la historia de una España de posguerra, de castañeras y carboneros, de cócteles en Chicote y de medias de nailon de estraperlo. Es un edificio cualquiera donde la riqueza y la pobreza, el triunfo y el fracaso solo están separados por un tabique.
Hace unos meses leí La sospecha de Sofía, último libro de Paloma Sánchez-Garnica, era el primer libro que leía de esta escritora y me gusto tanto que quería leer otras publicaciones de ella. He elegido La sonata del silencio por sentir la curiosidad de observar cómo la autora nos mostraba una época cercana, una época de la que hemos leído mucho. Y me he encontrado una gran reconstrucción de esos años oscuros, años silenciosos. Un gran trabajo para retratar una época con sus leyes, sus costumbres y con unos conflictos humanos que no parecen haber desaparecido todavía, y que presiento, tristemente, que nunca desaparecerán.
La ambientación es una delicia, recorremos el centro de Madrid con sus personajes y los acompañamos en esos silenciosos años de posguerra y dictadura. Años difíciles, años donde costaba sobrevivir y donde reinaba la doble moral.
A todos los personajes los sientes como protagonistas, todos tan bien caracterizados que a mi particularmente más que el retrato de la época me interesaba comprenderlos a ellos para de ese modo asumir como ha sido esa parte de la historia de nuestro país. Personajes que tienen sus propias decisiones, buenas y malas, decisiones que tan solo alcanzando a su entorno cercano marcan a la sociedad de esos años, decisiones que me han ayudado a comprenderlos y a afrontar la época actual con más fuerza.
«Doña Celia se sentó en la sala y rezó el rosario con más devoción que nunca. Y cuando don Emilio salió con la señorita (a la que tampoco vio, ni falta que le hacía), le dejó un billete de cien pesetas sobre la mesa y le susurró con una sonrisa satisfecha que, si ella no tenía ningún inconveniente, en dos días estarían de nuevo allí a la misma hora. Doña Celia se santiguó, cogió el billete, se lo guardó y le dijo a don Emilio con voz muy grave y gesto serio: «No se olvide, don Emilio, de que esta es una casa decente, tan solo le ruego eso, decencia». «No se apure usted, doña Celia, no tendrá usted una queja por nuestra culpa, ya sabe que yo soy un caballero; usted me conoce bien.»
»Y me ha gustado como señala a las leyes discriminatorias como el auténtico culpable de esta historia, unas leyes que también perjudicaban a los hombres, unas leyes que hacían que todos, hombre y mujeres, se sumaran en un tremendo SILENCIO. Un veneno que afecta a una sociedad.
La música está muy presente, la sientes como la gran protagonista de la novela. La música es el gran contraste al silencio, la música para llenar vacíos. Y la música es la salvación para algunos de los personajes.
Admiro la tensión narrativa que crea la autora, página a página creciendo y aportando las dosis adecuadas de misterio para mantener la unión de los acontecimientos de la historia y crear intriga en el lector.
Recomiendo leer La sonata del silencio de Paloma Sánchez-Garnica para lograr entender una época oscura de nuestra historia, disfrutaréis de tramas que se entrelazan, de personajes que esconden secretos que marcan sus vidas y que reflejan a la perfección esos años tan oscuros y silenciosos.
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