Reseña | La tentación de un beso, Christine Cross

UN MISTERIOSO MEDALLÓN Y UN APUESTO CONDE HARÁN QUE LA VIDA DE ELEANOR DÉ UN GIRO INESPERADO...

Eleanor ha cumplido 25 años y se siente algo abrumada por la monotonía de su vida. Una mañana se presenta en la escuela un abogado para hablar con ella. Alguien ha hecho un testamento en su favor dejándole una herencia sustanciosa con la que podría cumplir su sueño de viajar, conocer el mundo y a otras personas, o volver a la alta sociedad a la que pertenecía. Junto con el dinero, recibe también un extraño y antiguo medallón. Asaltada por las dudas sobre la cuestión del dinero, decide hablar con Lady Acton.

Cuando acude a su saloncito privado conoce a Ashton Melham, conde de Clifford, un hombre que desestabiliza su mundo, aunque lo considera un aventurero. Él se interesa enseguida por el medallón. Recuerda haber visto algo parecido, cuando era un niño, en algún lugar de la vieja mansión de su familia. Lady Acton anima a Eleanor a tomarse unas pequeñas vacaciones para que pueda serenarse y tomar una adecuada decisión con respecto a su futuro; de paso, podrá visitar la mansión Clifford y averiguar algo sobre el medallón...

LAS TARDES PASADAS EN CLIFFORD MANOR, SE TRANSFORMARÁN EN UN REFUGIO CÁLIDO PARA ELEANOR MIENTRAS LA RELACIÓN CON ASH SE VA TRANSFORMANDO EN ALGO DISTINTO.

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La cuarta entrega de la serie Minstrel Valley viene de la mano de Christine Cross, pseudónimo bajo el que escribe una autora que ya había tenido el placer de leer con anterioridad. Así, La tentación de un beso viene a formar parte de esta saga de novelas donde diferentes escritoras han querido ofrecer al lector una nueva forma de adentrarnos en la Inglaterra de la Regencia, una fórmula que está causando sensación entre todos aquellos que nos gusta el romance histórico, pues todas ellas están muy bien conectadas, una línea temporal impecable y unos personajes que destacan por si solos. En definitiva, una serie fascinante con un nexo común, el bucólico pueblecito de Minstrel Valley, un lugar ideal para disfrutar del amor y dejar que la magia de los sentimientos nos envuelva y nos haga partícipes de cada una de sus historias. Una novela la que traigo reseñada donde dos personas tendrán que superar sus pasados para descubrir lo que verdaderamente importa.

Eleanor Harper lleva un tiempo siendo la directora de la Escuela para señoritas de Lady Acton, un trabajo que le ha proporcionado una vida tranquila, lejos de un pasado doloroso y del hombre que le arrebató todo lo que la hacía feliz. Así, a sus veinticinco años se ha acostumbrado a una existencia monótona donde las alegrías vienen relacionadas con sus alumnas, ellas se han convertido en su pequeña familia y, junto al resto del profesorado, le han dado el apoyo y el cariño que necesitaba, no obstante, todavía hay momentos donde los recuerdos de sus padres la acosan y no puede evitar echar de menos la felicidad de antaño. De esta forma, la visita de un abogado desde Londres le traerá el cambio que tanto necesita para dejar de lado todo lo anterior, parece ser que ella es la única heredera de una pariente lejana. Una herencia que viene acompañada del dinero necesario para que recupere su estatus social y también pueda hacer realidad sus sueños de viajar por todo el mundo. Además, también existe un antiguo y misterioso medallón con una inscripción de lo más enigmática, un objeto que la intriga y que junto al capital la ponen en una difícil decisión. Así pues, con los pensamientos un tanto confusos, Eleanor recurrirá a Lady Acton para que la aconseje, algo que la llevará directamente al encuentro del conde de Clifford, un aventurero demasiado atractivo que ha regresado a Minstrel Valley para alejarse de un compromiso fallido e intentar hacer las paces con los recuerdos de una pérdida que marcó su infancia.

Ashton Melham , conde de Clifford, ha regresado al hogar familiar después de muchos años de ausencia. Desde la muerte de sus padres cuando era un niño ha querido huir de un lugar donde los recuerdos se agolpaban en cada rincón y en cada objeto. Sin embargo, y a pesar de la pérdida, tuvo una infancia feliz junto a su abuela y ha dedicado su vida a viajar por el mundo y alimentar así su espíritu aventurero. Ahora ha vuelto a Minstrel Valley para alejarse de Londres y volver a poner su existencia en orden, la ciudad se ha convertido en el recuerdo de como un compromiso fallido lo han llevado a ser la comidilla de sus pares. De esta forma, Clifford Manor será su refugio particular nuevamente, sin embargo, el destino conducirá sus pasos hasta la Escuela para señoritas de Lady Acton, la fundadora le pedirá ayuda para investigar un extraño medallón que parece vincular la propiedad del conde con las raíces de la directora de la institución. Así será como conozca a la deliciosa Eleanor Harper, una mujer de una belleza extraordinaria que parece esconder multitud de secretos en su mirada y que despierta en él su dormido corazón.

Eleanor y Ashton tendrán un primer encuentro un tanto accidentado, no obstante, desde ese mismo instante sentirán que la fascinación entre ambos es indiscutible. Así, no será hasta que se vean en los dominios de Lady Acton que no reparen en que lo que sienten no es una simple atracción, parece que las emociones que despiertan el uno en el otro son mucho más fuertes que el mero deseo. El joven ha venido a desestabilizar el mundo de Eleanor, pues su actitud lo pinta como alguien que está acostumbrado a ganar y no reparar en las consecuencias, una idea totalmente errónea que la muchacha tendrá que superar cuando las circunstancias la acerquen más a Ashton. El medallón que ha heredado esconde una historia y todo indica que la solución al misterio está en Clifford Manor. El conde pondrá a su disposición todo lo que necesite, una excusa más que legítima para que la dama lo conozca mejor y deje de lado sus miedos a una futura relación. De esta forma, Eleanor aprovechará unas pequeñas vacaciones para llevar a cabo la investigación, además, le permitirá pensar en su futuro y qué es lo que realmente quiere para su vida. Momentos compartidos que profundizarán en sus sentimientos y que harán que ambos descubran una realidad en común que podría hacerlos felices, sin embargo, el pasado de la muchacha parece no dejarla en paz, pues el hombre que la atormentó volverá para amenazar su futuro y descubrir el mayor de sus secretos.

Christine Cross ha sido la encargada de acercarnos esta cuarta entrega de la serie Minstrel Valley. Con una prosa elegante nos vuelve a adentrar en la vida de este pueblo del condado de Hertfordshire, con sus habitantes, sus pintorescas calles llenas de vida y sus leyendas, porque no debemos olvidar que el juglar y su Dama Blanca son un tema recurrente en todas las novelas hasta el momento, una historia de la que vamos conociendo más detalles con cada libro. Así, la ambientación es perfecta, nos pinta a la perfección la época plasmada y no se desvía de lo que ya conocíamos, como he dicho una línea temporal muy bien llevada. En cuanto a los personajes, aquí conoceremos más cosas sobre algunos de ellos, ya que los secundarios compartidos durante toda la saga van dejándose ver poco a poco, pues varios serán principales en futuras entregas. Sin lugar a dudas son ideales para acompañar a unos protagonistas encantadores, dos personas solitarias con pasados muy parecidos, pero que han sabido afrontar las desgracias para luchar con valentía por el futuro. Ambos me han gustado mucho, quizás esperaba un poco más de profundidad en sus sentimientos, no obstante, su relación ha estado bien planteada y estupendamente llevada, un amor apasionado que los ayudará a superar las barreras que los recuerdos hayan podido construir hacia la felicidad. Además, no solo habrá romance, la trama introduce un poco de intriga cuando Eleanor sea acosada por alguien de su pasado, un enemigo que pondrá en peligro su unión pero que propiciará un mayor acercamiento dándoles el empujón que necesitaban para unir sus vidas para siempre. En conclusión, una novela con una narración ágil que invita a disfrutarla y donde seguiremos conociendo este rincón plagado de magia, con sus gentes y sus parajes, que hacen que su lectura sea todo un placer.

La tentación de un beso de Christine Cross es una nueva novela con Minstrel Valley como telón de fondo, una trama deliciosa donde dos personas sin hogar encontrarán en el amor la paz que tanto necesitaban y la felicidad que los hará luchar por un futuro juntos.