En un fragmentado futuro Estados Unidos gobernado por la ostentosa aristocracia, Madeline Landry de diecisiete años, sueña con ir a la universidad. Desafortunadamente, el decoro de la aristocracia y su dominante padre no permitirán eso. Madeline debe casarse, al igual que una buena mujer Landry, y mantener el patrimonio familiar. Pero su mundo se pone patas arriba cuando descubre las devastadoras consecuencias que su estilo de vida está teniendo en los menos afortunados. Mientras Madeline comienza a cuestionar todo lo que ella ha aprendido, se encuentra ella misma cada vez más atraída al bien parecido, seductor David Dana. Pronto, los rumores de la guerra y la rebelión comienzan a extenderse, y Madeline se encuentra a sí misma y a David en el centro de todo. En última instancia, tiene que hacer una elección entre deber - su familia y el patrimonio que ella ama sinceramente - y deseo.
Este es un libro por el que estaba muy emocionada por leer. La sinopsis, la verdad, me había atrapado, y es que encanta todo lo distopico. Pero lo que me llevo al leer este libro no es tan emocionante como esperaba. Se desallora en un futuro, después de una guerra en el que todo es gobarnado por la nobleza, y todo ese cuento político que de verdad me aburre. Ahí va un punto negativo: no me gusta el tema de la política, porque no la entiendo, me aburre y no me importa. Que en este libro se hable demasiado de política, es medio desconcertante, ya que a veces no sabía de qué hablaba la protagonista. Porque se llevaba unos capítulos solo en explicar lo que pasaba. El prólogo, que se llama "Cómo llegamos aquí", habla de lo que pasaba, las enfermedades, y qué sucedió para que terminaran así. Yo digo, si hay un capítulo que se supone te explica lo que pasó, ¿por qué no lo explica todo ahí? Si hay un capítulo que te dice que te van a explicar todo lo que sucedió, deberían poner todo ahí, de una forma resumida.