Aturor: Chordelos de Laclos
Editorial: Catedra
Número de páginas: 496
ISBN: 9788437608334
Precio: 15 €
Puntuación: 7,5
La pareja protagonista, dotada por su autor de inteligencia y lucidez, consagra su vida a saciar mediante el engaño un deseo irrefrenable de seducción y sometimiento. La negación de la afectividad en beneficio de la sensualidad es la clave de su alianza. Paradójicamente, sus perversidades y engaños llegan a ser tan sorprendentes que confunden al admirado lector.
En primer lugar, quiero resaltar el estilo en el que están escritas las cartas. Es un estilo bastante pomposo y recargado, que puede hacerse un poco cuesta arriba al principio y al que cuesta habituarse. Además, hay muchas sutilezas e ironías, propias de la nobleza de esa época. Sin embargo, la historia empieza a engancharte enseguida porque muy desde el principio quedan claro los propósitos inmorales de la marquesa y el vizconde, y que harán todo lo posible para conseguirlos.
Me encantaron estos dos personajes por lo retorcidos, manipuladores y egoístas que son. Sobre todo la marquesa de Merteuil me gustó muchísimo. Una mujer como ella, que en esa época tenía que guardar las apariencias ante todo y preocuparse por la virtud, que decida que va a hacer lo que le de la gana, con quien le de la gana. La principal diferencia entre la marquesa y el vizconde es que el vizconde, por ser hombre, a pesar de tener fama de rompecorazones, no recibe rechazo social ni cae en desgracia, sino que puede regodearse de sus conquistas. La marquesa, en cambio, por ser mujer, tiene que mantener sus amoríos en el más escrupuloso secreto y andarse con muchísimo más cuidado. Incluso cuando un hombre decide cortejarla o intentar ganarse su atención, es ella, no él, la que tiene que tener mucho cuidado de mantener las distancias o guardar las apariencias para no mancillar su buen nombre. Él, en cambio, no sufre ningún peligro. Me gustó mucho que el autor resaltara y criticara esta diferencia entre ambos.
Si tengo alguna pega es que la segunda mitad me intrigó menos, pero esto fue totalmente culpa mía porque no pude resistir la tentación y vi la película, así que ya sabía lo que iba a pasar. Quitando esto, creo que el ritmo va aumentando y cuanto más nos acercamos al final más se precipitan los acontecimientos.
En resumen, Las amistades peligrosas es un libro que me ha sorprendido para bien sobre todo por los personajes de la marquesa de Merteuil y el vizconde de Valmont, que son el alma de la historia. Lo recomiendo mucho a pesar de las páginas que tiene y el estilo algo recargado que puede hacer la lectura costosa al principio.