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“Tras la muerte de su hijo en un accidente de tráfico y el posterior abandono de su mujer, Alberto Ballesta no encuentra otra salida que el suicidio. Pero una vez que decide quitarse la vida, se pregunta si no le quedará algo por hacer en el mundo. Es entonces cuando descubre en la habitación de su hijo el puzzle que ambos dejaron sin acabar porque una de sus piezas se había extraviado. Encontrar esa pieza se convierte en la obsesión de Alberto, pero la búsqueda se revela más difícil de lo esperado.”
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En su día leí otra novela de este mismo autor: “El mapa del cielo”; me encontré con una historia llena de aventuras, imaginativa, en la línea de ciencia ficción que yo disfruto; por eso me animé a leer su última creación, con el propósito de reencontrarme con su buen hacer pero la verdad, es que me sorprendió este nuevo enfoque y no del todo para bien.
Lo más llamativo de esta historia es la manera tan curiosa y envolvente que tiene Félix para narrarte todo lo que va sucediendo; es maravilloso como mezcla las palabras, para llevarte por un camino de sensaciones y hacerte sentir las emociones y la desesperación del protagonista, para que, sin darte cuenta, en poco tiempo, se te vayan las hojas.
Es el propio Alberto quien nos relata sus vivencias después de la muerte de su hijo. No solo por demostrarnos cómo su vida se derrumba por este traumático acontecimiento sino por ese despertar que se produce en él, al percatarse de que ha estado malgastando su tiempo con una vida aburrida e insípida que le había llevado a no disfrutar de lo que tenía.
Es por ello que sentí que en verdad no me encontraba con una novela de ciencia ficción sino un relato de vivencias y emociones. Una experiencia bastante triste y difícil. La historia de un hombre que ya no tiene nada por lo que luchar. Pero ya casi hacia el final da un giro insospechado. Muy bien no sabes de qué modo la trama da un cambio tan radical y te deja un poco desorientado. No supe muy bien cómo encajar esa segunda novela que surge hacia la última parte. No deja de ser imaginativa y muchos dirán que encaja con el resto pero a mi no me llegó a convencer.
Félix es sin duda un artista a la hora de narrar y he leído con anterioridad obras suyas de las que tengo un grato recuerdo. Con esta me he sentido descolocada y sin saber muy bien qué opinar sobre ella. Una obra sobre vivencias, nada gratas, de una vida desperdiciada y una aventura con toques extraños que tampoco es que me llegaran a sorprender. Bueno si, pero no del modo que el autor supongo que esperaba en un lector. Maravillosa manera de narrar con una trama que no me dejará un recuerdo memorable; una novela que va cada vez a menos. Extraña, sería tal vez el modo en la que la definiría.