La mayor parte de la historia transcurre en la iglesia de Santa María Magdalena durante apenas una semana. Las jovencitas no serán las únicas visitantes que deberá acoger el padre Engelmann, pues hasta allí llegaran dos soldados chinos y un grupo de prostitutas, por lo que la vida no será nada fácil y estallarán varios conflictos.La novela está basada en hechos reales que sucedieron en Nanking, la capital de China en 1937. A través de las vivencias de varios personajes nos va mostrando pinceladas de lo que sucedió en esa ciudad. A mi juicio, es ese ir un poco por encima de los hechos sin llegar a profundizar, lo que le quita dramatismo a la novela y a pesar de los acontecimientos tan violentos que ocurrieron en la ciudad, se centra en ese pequeño mundo donde la vida tampoco será fácil.La novela nos sirve para acercarnos a esa parte de la historia menos conocida donde el ejército japonés durante seis semanas quitó la vida a un número de civiles que aún en estos momentos no está definido, pero que oscila entre cien mil y trescientas mil personas, una masacre horrible, saqueos, robos, violaciones y un sinfín de atrocidades, que en el libro apenas quedan reflejadas pero que te dejan intuir el horror que allí se vivió.El final de la novela gana en emoción y logra dejar en el lector un atisbo de esperanza y fe en el ser humano a pesar de todas las crueldades que puede llegar a cometer.
“Las flores de la guerra” una novela que nos recuerda el sufrimiento al que se vio sometida la ciudad china de Nankin durante seis semanas.
“Aunque el silencio repentino de miles de cañones resultaba, de hecho, igual de aterrador que cuando tronaban todos a la vez.”
“Las personas no buscan a otras personas porque se encuentren bien juntas, sino porque no pueden prescindir de ellas.”“se puso a llorar. Aquellas lágrimas marcaban para ella la pérdida de esperanza en los seres humanos.”