Para aquellos que aún no tienen el placer de conocer a Ton Z. Stone, diremos de él que es un detective al más clásico estilo, gabardina y sombrero de ala ancha para parecer más alto; eterno cigarrillo en la boca y nunca se olvida de rellenar de cazalla su petaca para entrar en calor en situaciones difíciles. Es un hombre que ha tenido algunos momentos felices y muchos miserables, de carácter rudo, sarcástico, y que la mayor parte de las veces no sabe estarse callado. Pero no nos olvidemos de lo más importante, es un hombre íntegro y de fiar, de los que quedan pocos.
Nadie sabe que sucedió, como fue posible que los muertos se levantaran y volvieran campantes para sus casas; Stone es uno de ellos, un reanimado al que le queda poco para volver por donde vino, ya que según la Ley del Decaimiento, el que más durará serán unos cuatro años. No solo tendrán que luchar contra ello sino que existen personas que los odian, que creen que son una aberración de la naturaleza y deben desaparecer. J. E álamo ha llevado a cabo una magnífica recreación de este nuevo mundo en el que las leyes naturales han variado. Aparecerán diversos protagonistas con muchísimas teorías pero el misterio sigue sin resolverse.
Tom tiene un nuevo caso que lo enfrentará a numerosos peligros, redes de narcotráfico y antiguos enemigos. Sin olvidar ese temblor en la mano, que no le deja olvidar que su tiempo robado a la naturaleza tal vez llegue a su fin. A lo largo de la trama se van intercalando el día a día de Stone, todo ello narrado en primera persona, con testimonios y noticias del "Fenómeno de Reanimación", que ha transformado el mundo, así como sus días posteriores; se relatarán experiencias realmente duras, de cómo la locura humana puede acabar impunemente con la vida de otro ser humano, a pesar de que este no respire. Todo ello va conformando el escenario donde se desarrolla esta historia y van encajando las piezas de una manera magistral.
1963-2012